Lun Mar 02, 2009 8:39 pm

Terminada la temporada de verano todo vuelve a ser como era antes. Los escolares y universitarios regresan, a regañadientes, a sus centro de estudios, las personas de a pie a seguir con la rutina del trabajo, y los figuretis y las divas a sus programitas de televisión, para marcar la pauta en los titulares de los diarios locales. Sea y como sea, eso es mejor que ver jugar a los niños todo el santo día (una cosa es jugar, y otra jugar por aburrimiento), que el “descanso” pagado sea intolerante por el calor que se vive, o que en TV solo pasen series enlatadas de hace años y años atrás.

Si bien el verano se termina oficialmente el 20 ó 21 de marzo por esta parte del mundo, eso no hace que todo lo relacionado a ella se termine a fines de febrero. Los balnearios y las playas de Lima ya no son visitadas masivamente por inquietos y pegajosos veraneantes. Un “respiro” para los pobres pelícanos y gaviotas que terminan con un hábitat contaminado ante tanto descartable tirado sobre la arena.

Pero si se abandonan las playas, las calles de Lima vuelven a ser lo que fueron hasta antes que termine la Navidad: el monstruo del millón de cabezas. El verano ya murió, y eso ya no da plata. Lo que ahora funciona es todo lo relacionado al inicio del año escolar. Todos los grandes mercados y emporios comerciales ofrecen diversos productos para satisfacer las necesidades de los pobres padres de familia, que, como de costumbre, saben que los gastos son peores a comparación con los navideños. Desde el uniforme nuevo hasta la mochila, desde los útiles de la inacabable lista escolar hasta los clásicos libros de Lalito o de Coveñas Naquiche. Todo, en suma, deja muerto los bolsillos de los ya dicho pobres padres de familia.

Ahora, los que también regresan a su rutina diaria son nuestros artistas de TV. El año empieza y todo tiene que estar bien preparado para la lucha del codiciado rating, eso por el que muchos matarían. Por lo pronto, la “bruja” y ex rea se adelantó y ya está en pantallas. Su retorno, con caída incluida, ya alborotó los pintorescos diarios ventilando la infidelidad de la esposa de un popular ex futbolista. Con eso ya ganó terreno y audiencia que tanto necesitaba, y a la vez, las bailarinas y cantantes de cumbia, que no tenían donde marketearse, tendrán pantalla armando sus clásicos escandaletes, esos que abundan en la fauna chollywoodense. Ni modo, habrá que acostumbrarnos a ello hasta que la “reina” haga su aparición en mayo próximo.

Calles infestadas de gente, escuelas abarrotadas por niños que no quieren ir a estudiar, y una televisión que será la vitrina de escándalos y conflictos es lo que nos espera en este nuevo año que “oficialmente” recién está empezando.

Saludos.