Informando sangre, llanto y dolor
Dom Sep 28, 2008 1:36 pm
Hablar de noticias que venden en el Perú es hablar de escándalos tan mediáticos que rápidamente pasan a segundo plano cuando aparece otra mucho más sangrienta, o donde hay más líos de faldas por resolver. Sucesos como el divorcio de una pareja conformada por una bailarina y un empresario, la infidelidad de un actor hacia su esposa, los crímenes pasionales, los suicidios o los secuestros, se han convertido en pan de cada día en los noticieros matutinos y en las portadas de los diarios sensacionalistas, con el único afán, claro está, de ganar más audiencia o tener más tiraje.
Es verdad que no se puede tapar el sol con un dedo, los hechos que suceden son una muestra de la realidad que se vive actualmente, pero, lamentablemente, cuando estas son portadas o titulares de los medios de comunicación, pasan de ser historias para convertirse en historietas de la propia realidad.
En casos de espectáculos, los escándalos son tratados dándole un matiz telenovelezco a la cosa, con un personaje sufrido, un villano, y un infiel. Una semana entera puede durar ese culebrón, al mismo estilo de los clásicos culebrones mexicanos. Pero, como dije arriba, si aparecen otros protagonistas, con una trama mucho más espectacular y trágica, con llantos, golpes y denuncias incluidas, rápidamente es sacada, y la otra es mostrada al público.
Algo similar pasa con los casos sociales. Los suicidios y los secuestros, que desde ya deben ser informados con cautela, por ser temas muy delicados, son reconstruidos por actores improvisados, con el pretexto de informar de qué manera la víctima se quitó la vida, o los flagelos que ésta sufre al estar encerrado en un cuarto pequeño. No se piensa en las personas que pueden ver ese reportaje, y tomar esa misma forma para quitarse la vida.
Y si estos dos casos son tan vendibles es porque la gente ya está acostumbrada a ello. Aparte, para algunos les cae mejor ver el sufrimiento ajeno y no ser parte de él, y además, cuidan su hígado, ahorrándose la amargura de leer noticias con casos de corrupción, o los malos manejos del gobierno. Noticias minúsculas comparadas con las otras, tapadas por las cortinas de humo que alguna prensa se encarga de engrandecer.
Lamentablemente es así, y pienso que esto no solo ocurre acá, sino también en otros lugares. Ojalá y se tenga más consideración con la mayoría de personas que dicen tener deteriorada su salud emocional, grupo pequeño comparado con el que pide más sangre, más llanto, y más golpe.
Saludos.
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