Hace unos días estaba pensando... aparte de las muchas cosas inútiles que llego a pensar cada día... en Cliff Burton; para quien no sepa quien fue, explico brevemente. Clifford Lee Burton, fue un músico excepcional y el bajista de Metallica en sus inicios por los años 80', admirado aún en la actualidad por millones de personas (incluyéndome) y siendo inspiración para muchas otras (incluyéndome también) por su habilidad y técnica en su instrumento y su capacidad de composición musical, la cual demuestra al máximo en la canción instrumental Orion de la banda, una demostración de su capacidad de componer aún en los instrumentos que no sabía tocar. En fin, aún hoy, 22 años después de su trágica muerte, sigue siendo recordado por muchos, así como muchas otras personas a lo largo de la historia aún son recordadas, ya fuera por lo que hicieron o por su aportación a un evento que se volvió historia y trascendió en la misma. Pero, ¿cuanta gente ha existido en la humanidad que nace, vive y muere y ahora pasa desapercibida su existencia? ¿alguien recuerda a estos ignorados de la historia? ¿acaso en alguna otra época hubo otro Draxel (por supuesto que no diré mi nombre verdadero xD) que pensaba igual que yo, vivió su vida, envejeció, murió y pasó al olvido? Supongo que tal vez da miedo pensar que si supiéramos que al mundo le quedan 1000 o 2000 años de existencia, cuando muramos y los que nos conocieron mueran, nadie se acordará ni sabrá de nosotros. Nadie. Esto lo puedo asegurar por mi parte ya que aún mucha gente que conozco no me reconoce. No me refiero a que con el paso del tiempo mi aspecto cambie y ya no me reconozcan, sino que no recuerdan haberme conocido. A veces el trato es recíproco y yo no los recuerdo a ellos. Y este pensamiento me llevó a otra incógnita con respecto al Internet. En Internet puedes conocer mucha gente y también formar relaciones (amistosas ó románticas, de muchos tipos) con mucha gente. Yo conozco gente que ha logrado ganarse mi amistad por este medio: Susan (yo no creía en el afecto de ningún tipo por Internet, pero ¿como no querer a esta chica? xD), Melany (mi alumna... y en muchas ocasiones maestra) y Jesz (xD tú sabes bien por qué, nuestras conversaciones por msn están tan infestadas de estupidez que ni un año de terapia e investigación psiquiátrica bastaría para lograr entender esa estupidez) ocupan la parte más alta de la lista. Y también habrá gente que conozco ocasionalmente y a la que le hablo una vez cada cuanto. ¿Qué pasaría si yo muero hoy? ¿algún día estarán en su tiempo libre recordando cosas y dirán "¿que será de Draxel en este momento?" o me olvidarán y nunca se darán cuenta de que morí? Lo tenebroso de esto no es pensar en el hecho de morir o de no ser recordado, sino que yo como ser humano quiero que me recuerden y si bien tal vez mis hijos me recordarán cuando yo muera (¿quien dice que no moriré antes de que ellos entiendan el mundo que les rodea?), y los hijos de mis hijos tal vez también lo harán, quien sabe qué pasará con las siguientes generaciones. Richard Matheson escribió un libro llamado "Soy Leyenda". La película basada en este libro salió en cines hace poco. El libro habla sobre Robert Neville, un tipo que queda solo en el mundo debido a que el resto de los seres humanos en la Tierra han sido transformados en una raza de bestias vampíricas y salvajes. A mi forma de entender, el libro se llama Soy Leyenda porque al final, cuando toda la humanidad está convertida en estas bestias y Robert muere, las generaciones por venir de esta nueva raza que está poblando el planeta lo recordarán como el último ser humano sobre la faz de la Tierra. De ahí el nombre del tomo... Pero una vez más, continuando con la evidente tradición que comenzará con estos tomos de El Agonizar de los Condenados, tratemos de responder a la pregunta ¿a quien diablos le importa todo lo que acabo de escribir? xD Por ahora mi inspiración ya se desahogó... __________________________ El tomo 1 finaliza aún antes de lo que creí xD. Después de 3 meses finalmente está publicado y desarrollado como esperaba, así que no me queda nada que decir, más que ¡a esperar el siguiente tomo!