La poesia es alimento del espiritu?
Dom Oct 05, 2008 4:42 pm
Decidanlo ustedes. Llevo muchas semanas sin verdadero tiempo como para escribir aqui, aunque quisiera. Y hoy, que tampoco tengo mucho tiempo, quisiera simplemente compartir unos versos, mis favoritos de Pedro Salinas. Ya saben, "[Isabel] esta loca por Miguel y Miguel no lo sabe", pero de todos modos, Pedro Salinas tiene el segundo lugar y era justo que, si D'Ors tuvo ya su entrada, ahora Salinas la tenga tambien.
With no further ado, Pedro Salinas:
-.-.-.-.-
Suelo. Nada mas.
Suelo. Nada menos.
Y que te baste con eso.
Porque en el suelo los pies hincados,
en los pies torso derecho,
en el torso la testa firme,
y alla, al socaire de la frente, la idea pura y en la idea pura
el ma;ana, la llave
-ma;ana- de lo eterno.
Suelo. Ni mas ni menos.
Y que te baste con eso.
----
Perdoname por ir asi buscandote
tan torpemente, dentro
de ti.
Perdoname el dolor, alguna vez.
Es que quiero sacar
de ti tu mejor tu.
Ese que no te viste y que yo veo,
nadador por tu fondo, preciosisimo.
Y cogerlo
y tenerlo yo en alto como tiene
el arbol la luz ultima
que le ha encontrado al sol.
Y entonces tu
en su busca vendrias, a lo alto.
Para llegar a el
subida sobre ti, como te quiero,
tocando ya tan solo a tu pasado
con las puntas rosadas de tus pies,
en tension todo el cuerpo, ya ascendiendo
de ti a ti misma.
Y que a mi amor entonces, le conteste
la nueva criatura que tu eras.
----
Este es mi favorito y siempre lo ha sido:
A veces un no niega
mas de lo que queria, se hace multiple.
Se dice "no, no ire"
y se destejen infinitas tramas
tejidas por los sies lentamente,
se niegan las promesas que no nos hizo nadie
sino nosotros mismos, al oido.
Cada minuto breve rehusado,
- era quince, eran treinta? -
se dilata en sin fines, se hace siglos,
y un "no, esta noche no"
puede negar la eternidad de noches,
la pura eternidad.
Que dificl saber adonde hiere
un no! Inocentemente
sale de labios puros, un no puro;
sin mancha ni querencia
de herir, va por el aire.
Pero el aire esta lleno
de esperanzas en vuelo, las encuentra
y las traspasa por las alas tiernas
su inmensa fuerza ciega, sin querer,
y las deja sin vida y va a clavarse
en ese techo azul que nos pintamos
y abre una grieta alli.
O alli rebota
y su herir acerado
vuelve camino atras y le desgarra
el pecho, al mismo pecho que lo dijo.
Un no da miedo. Hay que dejarlo siempre
al borde de los labios y dudarlo.
O decirlo tan suavemente
que le llegue
al que lo esperaba
con un sonar de "si",
aunque no dijo si quien lo decia.
With no further ado, Pedro Salinas:
-.-.-.-.-
Suelo. Nada mas.
Suelo. Nada menos.
Y que te baste con eso.
Porque en el suelo los pies hincados,
en los pies torso derecho,
en el torso la testa firme,
y alla, al socaire de la frente, la idea pura y en la idea pura
el ma;ana, la llave
-ma;ana- de lo eterno.
Suelo. Ni mas ni menos.
Y que te baste con eso.
----
Perdoname por ir asi buscandote
tan torpemente, dentro
de ti.
Perdoname el dolor, alguna vez.
Es que quiero sacar
de ti tu mejor tu.
Ese que no te viste y que yo veo,
nadador por tu fondo, preciosisimo.
Y cogerlo
y tenerlo yo en alto como tiene
el arbol la luz ultima
que le ha encontrado al sol.
Y entonces tu
en su busca vendrias, a lo alto.
Para llegar a el
subida sobre ti, como te quiero,
tocando ya tan solo a tu pasado
con las puntas rosadas de tus pies,
en tension todo el cuerpo, ya ascendiendo
de ti a ti misma.
Y que a mi amor entonces, le conteste
la nueva criatura que tu eras.
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Este es mi favorito y siempre lo ha sido:
A veces un no niega
mas de lo que queria, se hace multiple.
Se dice "no, no ire"
y se destejen infinitas tramas
tejidas por los sies lentamente,
se niegan las promesas que no nos hizo nadie
sino nosotros mismos, al oido.
Cada minuto breve rehusado,
- era quince, eran treinta? -
se dilata en sin fines, se hace siglos,
y un "no, esta noche no"
puede negar la eternidad de noches,
la pura eternidad.
Que dificl saber adonde hiere
un no! Inocentemente
sale de labios puros, un no puro;
sin mancha ni querencia
de herir, va por el aire.
Pero el aire esta lleno
de esperanzas en vuelo, las encuentra
y las traspasa por las alas tiernas
su inmensa fuerza ciega, sin querer,
y las deja sin vida y va a clavarse
en ese techo azul que nos pintamos
y abre una grieta alli.
O alli rebota
y su herir acerado
vuelve camino atras y le desgarra
el pecho, al mismo pecho que lo dijo.
Un no da miedo. Hay que dejarlo siempre
al borde de los labios y dudarlo.
O decirlo tan suavemente
que le llegue
al que lo esperaba
con un sonar de "si",
aunque no dijo si quien lo decia.