Tales of Narnia

Edmund Pevensie

EDMUND PEVENSIE

~ HISTORIA ~

Edmund Pevensie habría nacido en Londres en 1930 y vivido en dicho lugar hasta 1949... de no haber encontrado la puerta a Narnia.

Edmund es el tercero de tres hermanos, siendo Peter y Susan los mayores y Lucy la menor. Vivía en Londres con sus padres y sus hermanos, y de su época anterior a 1940 sólo hay vagas referencias a posibles malas experiencias en cierta escuela, etapa que habría perjudicado seriamente su carácter.

"Cuando Lucy por fin fue libre de regresar junto a Edmund, lo encontró de pie, y no tan sólo curado de sus heridas sino con mucho mejor aspecto del que le había visto desde hacía una eternidad; de hecho, desde el primer trimestre pasado en aquella horrible escuela [...]"

El león, la bruja y el armario


Durante los bombardeos que sufrió Gran Bretaña por parte de la aviación alemana en 1940, él y sus hermanos se verían obligados a huir de Londres y a resguardarse en casa del profesor Kirke, un benévolo anciano que acogía niños refugiados de la guerra. Mientras estaba allí, Edmund fue el segundo de los cuatro hermanos en atravesar el armario mágico que servía de puerta con el mágico mundo de Narnia, condenado a un invierno eterno por la acción de un hechizo.

En ése primer viaje, siguiendo accidentalmente a su hermana Lucy, conoció a Jadis, la Bruja Blanca, cuyo objetivo primordial era encontrar a todos los humanos que entraran en Narnia y aniquilarlos, pues temía que se cumpliera la profecía que anunciaba la llegada de dos Hijos de Adán y dos Hijas de Eva que la derrotaran. Jadis le ofreció delícias turcas y le embaucó para que confiara en ella y decidiera traer a sus hermanos a Narnia. Edmund encontró a Lucy y regresaron juntos, pero el muchacho negó haber estado en Narnia, pues debía tramar un plan para llevar sus hermanos a la casa de la bruja. Cuando la ama de llaves de la mansión del profesor trajo a un grupo de visitantes, los niños terminaron escondiéndose en el armario y cayendo los cuatro al mundo de Narnia.

Allí, Peter acusó de mentiroso a Edmund y le insultó por haber mentido sobre Lucy, con lo cual el menor empezó a enfadarse. En cuando los castores les llevaron al Dique, Edmund oyó por primera vez hablar de Aslan y, con esa información, abandonó a sus hermanos en busca del castillo de la Bruja. Tras un viaje muy difícil, se encontró en un patio lleno de criaturas petrificadas y Maugrim, el jefe de la guardia de Jadis, le llevó ante esta. La reina no se mostró tan amable como antes y en lugar de delícias turcas le dio pan y agua helada. En cuanto la Bruja Blanca supo dónde estaban los niños y descubrió que Aslan estaba en Narnia, partió con su trineo a salirles al paso. Pero el verano había llegado y no pudieron apenas avanzar. Edmund se vio obligado a bajar a empujar el trineo, pero dado que fue imposible le ataron las manos a la espalda y le llevaron a golpe de látigo a través del bosque. Finalmente, la bruja decidió sacrificarle para ahorrarse un obstáculo, más en ése momento llegaron varios seguidores de Aslan que lo rescataron y curaron sus heridas y cansancio.

Fue llevado al campamento de Aslan, donde también estaban sus hermanos, y donde mantuvo una conversación con el Gran León que nunca nadie conoció. Sus hermanos le acogieron con los brazos abiertos y se sintieron completos, pero pronto Jadis llegó al campamento para exigir el sacrificio de Edmund, pues los amigos de Narnia que hayan cometido traición le pertenecían por derecho legítimo de la Magia Insondable. Aslan se negó y dialogó con la Bruja Blanca, entregándole su sacrificio a cambio del del muchacho. No se sabe con claridad si Edmund supo nunca de ese intercambio.

"- ¿Tu crees que sabe lo que Aslan hizo por él? -musitó Lucy a Susan-. ¿Sabe cuál fue realmente el acuerdo al que se llegó con la Bruja?

- ¡Chist! No, claro que no -respondió ésta.

- ¿No debería saberlo? -inquirió Lucy.

- Desde luego que no. Sería demasiado espantoso para él. Piensa en cómo te sentirías si estuvieras en su lugar.

- De todos modos, creo que debería saberlo -insistió Lucy; pero en aquel momento las interrumpieron."

El león, la bruja y el armario


Tras la muerte de Aslan, Edmund fue a la guerra junto a su hermano Peter. Al principio estaban en desventaja, pero gracias a la actuación del chico consiguieron obtener cierta ventaja: utilizando la cabeza, Edmund concluyó que era mejor romper la vara de la Bruja (con la que petrificaba a la gente) antes de matar a la propia hechicera.

"- Ha sido todo gracias a Edmund, Aslan -decía Peter-. Nos habrían derrotado de no haber sido por él. La bruja convertía a nuestras tropas en piedra a derecha e izquierda. Sin embargo, nada pudo detenerlo. Se abrió paso por entre tres ogros hasta donde estaba ella convirtiendo a uno de tus leopardos en una estatua. Y cuando llegó allí tuvo el buen sentido de dejar caer la espada con todas sus fuerzas sobre su varita en lugar de intentar ir directamente por ella y verse convertido en estatua después de tantos esfuerzos. Ése era el error que todos los demás cometían. En cuanto se rompió su varita empezamos a tener alguna posibilidad...[...]"

El león, la bruja y el armario


Sin embargo, Edmund resultó muy malherido en el enfrentamiento con Jadis y estuvo a punto de morir. Gracias a Lucy, que utilizó la pócima de Flor de Fuego con él, logró recuperarse de sus heridas y Aslan le nombró caballero de la Orden del León allí mismo.

Tras ganar el ejército de Aslan la batalla de Beruna, Edmund fue coronado en Cair Paravel bajo el mando de su hermano Peter, el Sumo Monarca, debiéndole eterna lealtad y obediencia. Vivió entonces durante aproximadamente 15 años en Narnia, siendo uno de los monarcas de los Cuatro Tronos. Recibió en ése periodo los títulos de Rey Edmund el Justo y Duque del Erial del Farol. Se describe a Edmund como un rey más meditativo y prudente que su hermano Peter, haciendo alusiones a su posible posición de estratega y dirigente del poder legislativo.

"Edmund fue una persona más solemne y reservada que Peter, y muy admirado por sus decisiones y juicios. Se lo conocía como el rey Edmund el Justo."

El león, la bruja y el armario


En esos quince años y durante los sucesos de El caballo y su muchacho, Edmund fue de visita con su hermana Susan al tiránico imperio de Carlomen, puesto que el principe Rabadash de dicha nación estaba obsesionado con conseguir el matrimonio con la joven reina. Edmund demostró que haría cualquier cosa antes que entregar a su hermana a aquel canalla, pero finalmente él y toda su corte de narnianos fueron capaces de huir de Carlomen con su buque insígnia, el Resplandor Diáfano. Más tarde, pero, regresaría como dirigente del ejército (junto a su hermana Lucy) para defender la amiga nación de Archenland del ataque de Carlomen. Dirigió el ejército de los narnianos a base de una estrategia muy efectiva y combatió a espada con el príncipe Rabadash hasta que un incidente puso las cosas a su favor y Archenland y Narnia lograron la victoria.

Poco tiempo después, él y sus tres hermanos oyeron noticias de que había aparecido en Narnia el ciervo blanco, un ser que te concede tus deseos si lo atrapas. Partieron con sus cortesanos hacia los Páramos del Farol y finalmente se adentraron ellos solos en la maleza hasta encontrar el farol, que ya habían olvidado. Edmund aseguró que si aquel objeto le era familiar era sólo como parte de un sueño (o del sueño de un sueño). Terminaron por ir más allá del farol, con lo cual atravesaron de nuevo el armario y llegaron a la casa del profesor Kirke, donde no había pasado el tiempo, y volvieron a ser niños de nuevo.

Un año más tarde (El Príncipe Caspian), cuando esperaban para ser devueltos a sus escuelas, la magia de Narnia volvió a absorberles y aparecieron en una playa cercana a unas ruínas, que sólo un poco más tarde reconocieron como lo que siglos atrás fuera Cair Paravel. Habían pasado 1300 años y los telmarinos habían invadido Narnia. Tras rescatar al enano Trumpkin de dos soldados telmarinos que querían ahogarlo, Edmund se batió en duelo de espada con él para demostrarle que realmente eran los Reyes del Pasado, resultando vencedor. Poco después, Edmund fue el único que creyó a Lucy cuando dijo ver a Aslan y el segundo en ver al Gran León ante sus ojos. Irrumpió junto a Peter y Trumpkin en el Altozano de Aslan para vencer a los seres oscuros que querían revivir a la Bruja Blanca. Fue él el encargado de llevar el desafío de combate singular de Peter a Miraz, y los enemigos lo vieron como un guerrero peligroso y fiero. Combatió en la batalla final contra los telmarinos, para finalmente llegar a donde Aslan le envió de nuevo a Inglaterra, junto a sus hermanos. A Edmund aún le quedaba una aventura en Narnia, y la prueba era que se había dejado la lintera allí.

En las vacaciones de verano en que tubieron que ir a la casa de su insoportable primo Eustace (La Travesía del Viajero del Alba), Edmund, Lucy y su primo fueron absorbidos por un cuadro y aparecieron en el barco de Caspian, el Viajero del Alba. Se enfrascaron entonces en la búsqueda de los siete lores desterrados en tiempos de Miraz. Tanto Edmund como su hermana fueron rápidamente vendidos como esclavos en Felimath, una de las Islas Solitarias. Caspian los rescató poco después y se hicieron de nuevo a la mar. Les acontecieron diversas peripecias en el viaje, hasta que finalmente Lucy, Eustace y él acabaron llegando al confín del mundo, al país de Aslan, donde el mismo león les dijo a los Pevensie que nunca iban a volver a Narnia, pues se habían hecho demasiado mayores.

-- Spoilers importantes --

En La última batalla, los Pevensie reciben la llamada desde Narnia de Tirian, descendiende de Caspian X, que asegura que una nueva crisis asola Narnia. Peter y Edmund van a la casa del tío de Diggory para desenterrar los anillos mágicos (El sobrino del mago) que podían devolver a Eustace y Jill Pole a Narnia, pero mientras esperaban en la estación del tren para entregarles dichas joyas, sucede un accidente de trenes y ellos, junto a Lucy y sus demás parientes, supuestamente deberían haber muerto (a excepción de Susan). Sin embargo, en lugar de morir son transportados al país de Aslan, también llamado la nueva Narnia, donde son reconocidos como reyes de Narnia y viven para siempre, en una Narnia mucho más real donde todo lo bueno de la antigua vive para siempre.


~ CARÁCTER Y TRASFONDO ~

Edmund es sin duda uno de los personajes que más empatía despiera en el lector, y también de esos a los que odias o adoras. Es un personaje muy humano, que muestra facetas muy desfavorecedoras de las personas pero también da esperanzas de redención y madurez.

Se nos presenta como un niño rebelde y caprichoso, que desafía la autoridad familiar y ambiciona ser respetado por los demás, en especial por su hermano Peter. También hay roces muy importantes con la pequeña Lucy, ya que al parecer tenía un historial de peleas con niños menores que él.

"[...]-replicó Peter-; es simple ojeriza. Siempre te ha gustado aprovecharte de los que son menores que tú; en la escuela haces lo mismo.

El león, la bruja y el armario


Para empezar, Edmund sería un niño sometido a un sinfín de presiones. Por un lado, la guerra que había caído sobre Londres y que le había alejado de sus padres. Por otro, ser el más débil emocionalmente hablando de los cuatro hermanos y el que menos atención recibía: siendo Lucy la más pequeña y sobreprotegida, Susan la más hermosa y ojito derecho de su madre y Peter el mayor y a sus ojos superior a él en todo, Edmund debía sentirse insignificante al lado de sus hermanos. Hay también referencias a una mala época en un colegio (¿Maltrato escolar? ¿Abuso de autoridad?) que había sido el origen de su mal comportamiento.

"[...] desde aquel trimestre pasado en aquella horrible escuela que era donde había empezado a comportarse mal."

El león, la bruja y el armario


El caso es que cuando Lucy volvió de Narnia la primera vez, Edmund ya empezó a molestarla con lo de los mundos imaginarios, e incluso parecía disfrutar de hacerla rabiar. Sin embargo, no fue hasta que Edmund topó con la Bruja Blanca cuando empezó su auténtica caída, más allá de lo que puede llegar a hacer un niño normal. Tentado por el poder y la comida que le ofrecía Jadis, Edmund aceptó traer a sus hermanos a Narnia para que fueran sus siervos cuando él subiera al trono: el deseo de ser superior a sus hermanos por una vez logró cegarle. Posteriormente, mintió a sabiendas para hacer quedar mal a Lucy, negando la existencia de Narnia, pero Peter apoyó a la pequeña y Edmund se vio de nuevo solo y algo confuso.

Cuando los cuatro regresaron de nuevo a Narnia, Peter descargó su rabia contra Edmund, provocando la definitiva rotura del lazo de hermandad entre ambos chicos.

"-Ajá, al final resulta que sí habías estado en este lugar -dijo-, esa vez que Lu dijo que te había encontrado aquí, y nos hiciste creer que mentía.

Se produjo un silencio sepulcral.

- Bien, pues de todas las alimañas ponzoñosas... -empezó Peter, y se encogió de hombros y no dijo nada más."

El león, la bruja y el armario


Desde el punto de vista de Edmund, aquella fue la gota que colmó el vaso, y tras oír el plan de ir a buscar a Aslan y enfrentarse a la Bruja Blanca, abandonó a sus hermanos y fue a buscar a Jadis. Sin embargo, aunque el chico se demostró ambicioso, en ningún momento supo que la hechicera pretendía convertir a sus hermanos en piedra. Como citaremos posteriormente, nunca se trata a Edmund como un villano o una persona cruel.

Tras la desilusión que le produce la frialdad de la Bruja Blanca, Edmund empieza a caer en la cuenta de lo mal que se ha portado y siente arrepentimiento por primera vez en su vida. Sin embargo, no es hasta más tarde, cuando Jadis convierte en piedra a unos animales, cuando se da verdadera cuenta del acto tan espantoso que ha cometido.

"- No lo haga, no lo haga, por favor, no lo haga -gritó Edmund.

Pero mientras él gritaba, ella ya había agitado la varita y, al instante, en el lugar donde había estado el alegre grupo, había sólo estatuas de criaturas [...].

Y Edmund, por vez primera en esta historia, sintió pena por alguien que no fuera él. Resultaba muy triste pensar en aquellas figuritas de piedra sentadas allí durante todos los silenciosos días y las oscuras noches, año tras año, hasta que el moho creciera sobre ellas y finalmente incluso sus rostros se deshicieran."

El león, la bruja y el armario


Rescatado por los seguidores del Gran León cuando iba a ser sacrificado por la bruja, Edmund mantiene una larga conversación con Aslan y desde entonces su actitud no hizo más que mejorar, al parecer habiéndose liberado del peso de aquella culpa. Sus hermanos le perdonaron, como es natural, y Edmund se disculpó con sinceridad con cada uno. Más tarde, cuando Jadis vino a reclamar el derecho a su sangre, Edmund se mantuvo en todo momento firme, confiando ciegamente en Aslan y aguardando cualquier castigo que mereciera, aunque éste no llegó. En la batalla de Beruna, rompió la varita de Jadis y se ganó así la redención. Posteriormente fue coronado como rey y, como ya se ha dicho, se dijo que fue el rey más justo de todos (de ahí su título), con lo cual se demuestra que estubo totalmente curado de aquella traición. De hecho, cuando en entregas posteriores se hacía referencia a aquel suceso, Edmund no evitaba hablar de ello, sinó que describía aquella época con una tranquilidad y serenidad absolutas, muestra ineludible de que ya lo había superado y lo aceptaba como tal.

"Es muy cierto -dijo Edmund-; pero incluso un traidor puede enmendarse. Yo conocí a uno que lo hizo. -Y adoptó una expresión muy pensativa."

El caballo y su muchacho

"-No es nada -repuso Edmund-. Entre tú y yo, te contaré que no has sido ni la mitad de malo de lo que fuí yo en mi primer viaje a Narnia. Tú no has sido más que un burro, pero yo fuí un traidor."

La travesía del Viajero del Alba


Por lo demás, Edmund fue a partir de entonces una persona caballerosa y educada, totalmente fiel a Aslan y a sus hermanos. Esa evolución personal culmina en El Príncipe Caspian, donde ya nunca molesta a su hermana y es el primero en creerla cuando dice ver a Aslan. Además, Edmund se había ganado la confianza de Aslan, pues fue el segundo en poder ver al Gran León, después de su hermana Lucy. También Peter confiaba mucho más en él, encargándole tareas tan importantes como enviar el desafío a Miraz. Finalmente, él también pudo entrar en la verdadera Narnia, totalmente absuelto de sus pecados y convertido en un ejemplo de redención digno de seguir.


~ SIMBOLOGÍA Y FIGURA MORAL ~

Edmund, siguiendo la ideología cristiana, se identifica fácilmente con la figura del pecador y el traidor (quizás haciendo un paralelo con el personaje bíblico de Judas, que traicionó hasta tres veces a Jesús), pero también con la redención y el arrepentimiento, lo cual le convierte en probablemente el personaje más complejo de Las Crónicas de Narnia.

Para empezar, en las acciones de Edmund sucedidas en El león, la bruja y el armario, puede encontrarse una alusión, directa o indirecta, a los Siete Pecados Capitales, de los cuales se dice que peca más constantemente el hombre.

1.- Lujuria, entendiendo esta no en el sentido sexual, sinó en el de la tentación. Edmund cayó rendido ante la imagen de Jadis, que según lo dicho en el libro descendía de Lilith, la primera mujer de Adán en el folclore judío.

"—A ella le gustaría que lo creyéramos —respondió él—, y en eso basa su pretensión de ser reina. Pero no es hija de Eva. Desciende de la primera esposa de vuestro padre Adán —aquí el señor castor realizó una inclinación de cabeza—, aquélla a la que llamaban Lilith, y que pertenecía a la raza de los genios. De ahí es de donde proviene ella por una parte, y por la otra, de los gigantes No, no, no existe ni una gota de sangre humana en la bruja.

— Por eso es mala de los pies a la cabeza, señor castor —corroboró su esposa."

El león, la bruja y el armario


Según la tradición judía, Lilith sería la mujer a la que se identifica con la lujuria, con lo cual Lewis establece cierto paralelismo.

2.- Gula. Edmund es tentado por las delícias turcas que le ofrece Jadis que, siendo mágicas, ejercen en él el deseo de no cesar de comerlas.

3.- Codicia/Avaricia. Edmund deseó ser rey por encima de sus hermanos y le pareció atractiva la idea de convertirlos en sus sirvientes.

4.- Ira, entendida como negación vehemente de la verdad. Edmund constantemente demostraba su furia contra Lucy, hasta el punto de negar la existencia de Narnia por simple ojeriza. También sintió rabia hacia su hermano Peter.

5.- Envidia/Celos. Edmund envidiaba la posición "dominante" de Peter en el rol familiar, teniendo la responsabilidad de protegerlos en ausencia de sus padres. Fue esa la razón principal de su traición en favor de Jadis.

6.- Sobervia/Orgullo. Edmund deseó ser mejor que sus hermanos, convertirse en príncipe y en rey y que todos le debieran respeto.

7.- Pereza, aunque esta no está tan clara. Refiriéndose al abandono de las obligaciones espirituales o divinas, Edmund dejó de lado sus lazos de hermandad y los traicionó en favor del poder que se le ofrecía, puesto que a sus ojos el camino del mal resultaba más fácil y rápido.

Así mismo, en el proverbio que anuncia "las 7 cosas que el Señor odia y no puede tolerar", se hace incapié en la mentira, lo cual también afecta a Edmund, pues negó varias veces la existencia de Narnia aún cuando prometió a Lucy defenderla.

Ello convierte a Edmund en autentico pecador, sólo siendo perdonable dichas faltas por su ingenuidad e inocencia infantiles, que le llevaban a desconocer completamente las consecuencias de sus actos. Así mismo, Lewis no intenta en ningún momento convertir a Edmund en un villano, sólo en el más débil de los hermanos, moralmente hablando.

"No hay que pensar que Edmund fuera tan malo que realmente deseara que convirtieran en estátuas a sus hermanos. Lo que en realidad deseaba eran las delícias turcas y convertirse en príncipe -y más tarde en rey- y también vengarse de Peter por llamarlo alimaña ponzoñosa. En cuanto a lo que la bruja pudiera hacer con los otros, no deseaba que fuera especialmente amable con ellos -desde luego no que los colocara al mismo nivel que él-, pero se las arregló para creer, u obligarse a creer, que no les haría nada del todo malo [...]"

El león, la bruja y el armario


Sin embargo, Edmund merecía una segunda oportunidad, y ésta llegó con el encuentro con Aslan y la batalla de Beruna. Cuando el muchacho fue rescatado de las manos de la Bruja Blanca, Aslan tuvo una larga conversación con él.

"[...], y allí encontraron a Aslan y Edmund paseando juntos sobre la hierba cubierta de rocío, apartados del resto de la corte. No hay necesidad de que cuente -y nadie lo oyó jamás- lo que Aslan decía, pero fue una conversación que Edmund nunca olvidó."

El león, la bruja y el armario


Siendo que en la cultura cristiana el método para redimir los pecados es el sacramento de la confesión, es fácil adivinar que Edmund confesó sus faltas ante Aslan y éste las perdonó. Posteriormente, Edmund participó activamente en la batalla de Beruna rompiendo la vara de Jadis, siendo este momento simbológico en el sentido de que rompió con todo lo que le había tentado. Fue gravemente herido al arriesgar su vida y posteriormente convertido en rey de Narnia, por lo que encontró el perdón y la redención.

En conclusión, Edmund es la figura del pecador que encuentra el camino correcto, más o menos fácil, pero que le llevaría a ser la mejor persona que demostró ser en las siguientes entregas, y ya no sólo desde el punto de vista cristiano: eliminando las referencias religiosas, es la demostración de que los seres humanos siempre podemos cambiar a mejor y compensar nuestras faltas.


~ EN LAS PELÍCULAS ~

En las películas de la factoría Disney, Edmund está interpretado por el actor inglés Skandar Keynes, que debutó en la saga con doce años. Ha participado en El león, la bruja y el armario (2005), El Príncipe Caspian (2008) y en la futura La travesía del Viajero del Alba (2010).

A pesar de que las películas son muy fieles a los libros, existen ciertas variaciones. Por ejemplo, Edmund en el cine es mucho más bromista y sarcástico que en los libros. En la película, además, Edmund es el que más devoción siente por su padre, hasta el punto de regresar a su casa en pleno bombardeo para recuperar la fotografía de éste. En El Príncipe Caspian (película), Edmund impide el segundo regreso de la Bruja Blanca cuando la apuñala por detrás cuando ella intenta revivir con la sangre de Peter o Caspian. Así mismo, Edmund demuestra en las películas habilidades que no se describen en el libro, pero que bien podrían ser posibles:

- En la batalla contra los telmarinos, se le ve dominando dos espadas al mismo tiempo y siendo un virtuoso de la ballesta, así como deslizándose por un tejado para arremeter contra un arquero enemigo. Esto no sería raro teniendo en cuenta los años en los que fue rey que participó en guerras, así que ayudan a enriquecer la imagen del rey Edmund.

- Cuando rescatan al enano Trumpkin de dos soldados telmarinos, Edmund se lanza al agua a recuperar el bote cuando en los libros se dice expresamente que "apenas sabía hacer dos largos en la piscina del colegio".

Así mismo, se puede decir que la relación entre Peter y Edmund se denota más estrecha en las películas de lo que nunca se plasmó en los libros. En El león, la bruja y el armario (película), Peter llora desconsoladamente sobre su hermano cuando le creyó muerto, y la escena del abrazo posterior demuestra un gran amor fraternal entre ambos. En El príncipe Caspian (película), Peter estaba peleándose con un numeroso grupo de chicos en la estación de tren, y Edmund no se lo piensa dos veces a la hora de ir a ayudarle, recibiendo también gran parte de los golpes. Además, en el momento en que Peter sufre una lesión en el combate singular contra Miraz, ambos comparten un precioso momento de confianza que se sella con las palabras de Peter: "Siempre has estado a mi lado, pero yo nunca...".


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