Corazón de fuego

[em-clark]

nooo pero porque ed actua asii!!! me parece que tengoo una idea pero ojala que arregle las cosas con emily porque me gustan mucho como pareja hahaa esta muy linda la historia!!! ya quiero saber que va a pasar cuando lleguen a cair
siguela prontooo pliiiss!!!!
besoos

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La inteligencia... el mejor amigo de cualquier hombre.

[priscaspian]

genial! simplemente genial! ya quiero
leer el proximo capitulo en verdad me tienes
enganchada a tu historia.
continuala pronto!

[lcov14]

Capítulo 12
En Cair Paravel

Durante el resto del viaje, todos pudieron percibir una desagradable tensión entre Edmund y Emily, pero nadie quiso preguntar al respecto por temor a empeorar las cosas. Ambos parecían enfurruñados el uno con el otro, pero nadie sabía realmente la razón.
-Creo que estoy viendo algo allá… Me parece que es el castillo –señaló Peter viendo como a lo lejos se alzaban varias puntas por sobre los árboles.
-Será interesante volver, ¿no? –comentó Lucy -. Después de ver la ciudad hecha ruinas y todo eso.
-Bueno, seguro que Caspian habrá hecho un buen trabajo de reconstrucción.
Siguieron caminando y no pasó mucho tiempo para que todos sintieran la humedad y el clima característicos de la playa. Estaban rodeados de espesas cortinas de árboles, arbustos y almohadas de musgo, pero no parecían estar muy lejos del camino que entraba a la ciudad, de forma que apuraron el paso, ansiosos por entrar finalmente a Cair Paravel.
Entonces Lucy escuchó un ruidito y miró hacia los lados; creyó percibir una silueta que se movía por entre la abundante vegetación y se preguntó si sería alguna criatura. Las hojas de unos matorrales se estremecieron y la silueta se volvió a mover.
-¿Han visto eso? –preguntó la joven.
-¿El qué?
-Ahí… Entre los arbustos.
Y sin más, la chica se separó del grupo y corrió hacia los árboles en dónde había escuchado aquel sonido y visto aquella silueta.
-¡Lucy! ¿Qué haces? –exclamó Susan y todos corrieron hacia ella en cuanto notaron que la chica ya no se alcanzaba a ver entre los árboles.
Había tantas plantas que se les dificultó seguirle la pista a Lucy, pero se ayudaron gracias a las huellas que habían dejado sus zapatos en la tierra húmeda.
-¿A dónde se ha ido esa niña? –murmuró Edmund siguiendo con la vista las huellas, hasta que…
-Aquí se detienen las huellas –apuntó Emily.
Y era cierto, las huellas terminaban ahí, como si Lucy hubiera saltado a un árbol, volado, o algo por el estilo.
-Esto no está nada bien –dijo Peter.
-¡Lucy!
-¡Lu! ¿Dónde estás?
Pero nadie respondió.
Todos se separaron para buscar pistas de la más joven del grupo, pero no encontraron nada que señalara que ella seguía ahí.
-Es como… Como si se hubiera desaparecido de la nada –comentó Edmund cuando volvieron a reunirse.
-Esto no puede ser… ¡Perdimos a nuestra hermana! –exclamó Susan rebuscando sin éxito en los alrededores.
-¿Pero cómo?
-Creo que alguien la ha secuestrado –dictaminó Peter con una gran preocupación -. Esto es muy extraño.
-Oh cielos, no debimos dejarla que se alejara –chilló Susan y rompió a llorar, y sus hermanos trataron de tranquilizarla.
Todo aquello era muy extraño, porque nadie podía desaparecerse así como así, a menos que alguien la hubiera atacado. Pero si hubiera sido así, ¿porqué no había huellas de ninguna criatura?
-Solo esperemos que esté bien…

A pesar de que los chicos siguieron buscando durante mucho tiempo en los alrededores, no consiguieron encontrar ningún indicio de la presencia de Lucy. Buscaron en las grandes madrigueras de los topos y tejones parlantes, en las cuevas de los osos, detrás de cada árbol; pero no encontraron nada. Pronto empezaría a anochecer.
-Creo que no hay nada que podamos hacer en este momento –se resignó Peter -. Estamos agotados, tenemos hambre y sed, no hemos encontrado ni una sola pista, y por si fuera poco, está a punto de anochecer.
-Tienes razón –admitió Edmund, totalmente cansado -. Tal vez deberíamos seguir nuestro camino a Cair Paravel. Seguro que ahí nos ayudarán a encontrar a Lucy.
Aunque Susan no tenía muchas ganas de seguir, terminó aceptando la propuesta al ver que no quedaban muchas posibilidades.
-De verdad espero que no le pase nada.
Siguieron caminando con el temor de que alguien los estuviera siguiendo; continuamente miraban hacia todos lados, y todos tenían sus armas al alcance de la mano por si se requería usarlas en algún momento. Y pronto se encontraron en la carretera empedrada que iba directo a la entrada de Cair Paravel.
A pesar de que no era la ciudad grande y esplendorosa que había sido durante el reinado de los Pevensie, Cair había sido reconstruida de una forma ordenada y limpia y volvía a ser la capital narniana hermosa que ellos habían conocido durante la época dorada. En general las ruinas que había dejado el ataque telmarino años atrás habían sido retiradas, y lo más sorprendente, fue ver como en el centro de la ciudad, se alzaba el imponente castillo que ellos habían reinado algún día. Bueno, no era el mismo exactamente, pero a los chicos les produjo una sensación de reconocimiento muy agradable.
Las lámparas de calle alumbraban los numerosos mercados y tiendas que exhibían coloridos y brillantes artículos, artesanías, alimentos y golosinas de todo tipo; a lo largo de las calles colgaban largos pendones rojos con un león dorado estampado en el centro, y por las calles empedradas corrían varios niños (niños de todas las especies) alegremente.
-Hogar, dulce hogar –murmuró Edmund mirando con admiración todo lo que los rodeaba.
Emily estaba completamente impresionada, pero no lo comentaba con Edmund porque seguía recordando que estaban peleados.
-Es extraño, ¿no? –comentó Peter -. Regresar al mismo lugar, y que a la vez no sea el mismo lugar.
Susan frunció el seño.
-Bueno, ya me entiendes –se explicó.
En el castillo, todas las ventanas y ventanales brillaban con una luz dorada, y a lo largo de los muros, las antorchas danzaban con el viento, expandiendo sus ases luminosos por toda la fachada.
Una larga escalinata subía por la pendiente de la colina y llevaba hasta la entrada principal del castillo; los chicos estaban ansiosos por saludar de nuevo a Caspian, quien había sido un gran amigo siempre. Emily por su parte se sentía un poco abrumada e intimidada, pues como sabes, en nuestro mundo no se ven castillos como ese, y de hecho, ella nunca había visto uno que se le acercara si quiera a ese.
El grupo se plantó frente a las grandes puertas de roble, escoltadas por las sendas estatuas de un hombre y una mujer. Peter tomó la aldaba dorada en la puerta y la golpeó contra la madera en numerosas ocasiones; dentro se escucharon varios pasos y el sonido que parecía pertenecer al seguro de la puerta descorriéndose. Las puertas se abrieron levemente y dejaron pasar una cálida luz desde el interior. Un guardia se asomó.
-¿En qué puedo ayudarlos? –inquirió.
-Queremos hablar con el rey –declaró Peter -. Dígale que somos los hermanos Pevensie, los reyes y reinas en la época dorada de Narnia.
-De acuerdo –asintió el guardia y luego desapareció por una puerta.
-Parece que la bruja no tenía atrapado a Caspian como nos hizo pensar –comentó Edmund -. Creo que siempre estuvo aquí, en su castillo.
Ellos esperaron durante varios minutos, hasta que finalmente el guardia regresó.
-Adelante.
-Se lo agradezco.
Todos pasaron al vestíbulo, y escoltados por otros dos guardias, fueron hasta una puerta a la derecha de la gran habitación; ahí los estaban esperando.
Pero a diferencia de lo que ellos pensaban, no era el rey Caspian quien estaba frente a ellos.

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Hola a todos! Como han estado últimamente? Espero que excelente. Bien, pues la historia va avanzando y a decir verdad he estado muy ocupado estos días, así que no he tenido mucho tiempo para corregir el capítulo, así que sepan disculparme si se topan con un par de errores (u horrores) ortográficos o cosas así. En fin, espero que les agrade.

Saludos!

[chicapevencie97]

que buen capitulo......!!!!
ya no tengo uñas para comer jeje..!!!
que intigaaaaa.... me has dejado....!!!
siguelo pronto....!!!

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No te detengas en el camino, no importa cuantas veses te hayas caido, sino... cuantas veses te has levantado!!!

Mi FanFic
Nuevos Amigos En Narnia

[priscaspian]

ahhh no! espero que Lucy este bien y que la
encuentren pronto los chicos de seguro que
la han secuestrado ahora esperar que la sigas
para averiguarlo jejeje y quien es el que encontraron
en el castilo de Caspian?? siguela pronto porfas!!

[lcov14]

Ok, aparentemente he tenido un pequeño error creo que no he especificado que al no encontrar los chicos a Caspian en el castillo de Aara, ellos piensan que podría estar en Cair Paravel, solo que aparentemente he olvidado corregir ese detalle para que apareciera en el capítulo. Con eso de no tener tiempo suficiente para corregir el capítulo ya ven lo que pasa xD En fin, sólo quería corregir ese detalle.

Saludos!

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Mis fics: El Caballero de Bronce y Corazón de Fuego

[em-clark]

ahh hahaha gracias por aclarar lo de caspian si tenia esa duda!!! detodos modoos el capii me gusto muchisimo!!!! pero que le paso a lucyy??? espero que estee bieen!! y quien es el que esta en el castilloo?? siguela prontoo sii?
besoos

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La inteligencia... el mejor amigo de cualquier hombre.

[lcov14]

Capítulo 13
La revelación

-Bienvenidos a mi castillo, reyes de Narnia.
-Tú no eres…
-¿Qué? –preguntó el muchacho que estaba frente a ellos.
Era muy parecido a Caspian, pero sin duda alguna no era él.
Tenía ojos de un color azul intenso, cabello dorado oscuro y las mismas facciones suaves de Caspian y Liliandil, la hija de la estrella con quien se había comprometido el rey. Aparentaba entre veinticinco y treinta años.
-Tú no eres Caspian –comentó Peter un poco confundido.
-Pues no, resulta que no lo soy –respondió él, alzando una ceja.
-¿Tú eres su familiar?
-Así es, soy Rilian, hijo de Caspian X y de Liliandil.
-¡Esto es tan extraño! –comentó Edmund con una amplia sonrisa.
-¿Y dónde está tu padre? Queremos hablar con él.
Rilian se quedó callado y los miró un poco extrañado.
-Mi padre falleció hace ya varios años –contestó señalando unas sillas para que el resto se sentaran.
Todos sintieron un estremecimiento recorrer sus cuerpos, impresionados ante la desagradable noticia.
-Pero… -Susan no podía creerlo.
-Recuerda que el tiempo en Narnia es distinto, Susan –le recordó su hermano mayor.
-Así es –asintió Rilian -. Él falleció justo después de haberme dado su bendición a mi regreso a Narnia. Desde entonces soy el Rey Rilian, señor de Cair Paravel y emperador de las Islas Solitarias.
-Entonces la bruja nos mintió –recordó Edmund.
-¿Qué bruja? –inquirió el hijo de Caspian.
-Bueno. La cosa es que caímos en una trampa que nos puso una bruja para que la ayudáramos y la salváramos de su prisión –contó Susan un poco apenada -. Ella estaba encerrada en una cabaña en el Erial del Farol.
-¿Aara? ¿Hablan en serio?
Los otros asintieron con la cabeza. Emily parecía cohibida.
-No puede ser –murmuró Rilian cubriéndose el rostro.
-¿Qué ocurre?
-Esa bruja que han liberado es muy inteligente y engañosa –dijo; -en estas tierras se le conoce como una de las hechiceras más peligrosas que han existido en los últimos años. Yo mismo me encargué de encerrar a esa mujer en la cabaña junto al farol mediante magia, de forma que ella no podía utilizar sus conjuros para escapar. Y además, se debilitaba y envejecía debido a la luz del farol que penetraba por su ventana. Me encargue de poner un par de letreros de advertencia, pero aparentemente no todo mundo sabe leer –repuso con sarcasmo.
-Nosotros no vimos ninguna advertencia –se defendió Peter.
-Probablemente Tragón, su mascota, se haya encargado de quitarlos todos.
-Sea lo que sea, ahora ella está libre y el hechizo con el que la encerré perderá su poder y ella podrá reunirse con su ejército y preparar una rebelión.
-Lo lamentamos mucho –intervino Emily finalmente -. No teníamos la intención de que esto ocurriera.
Rilian suspiró y aceptó la disculpa con una cabezada. Era hora de la cena, de forma que todos estaban ansiosos de poder comer algo agradable ya que no lo habían hecho en prácticamente todo el día. De esa forma, luego de haberse presentado todos se cenaron en el comedor; la cena lucía espléndida, pero ninguno de ellos podía concentrarse en los aromas y sabores porque estaban preocupados por la desaparición de Lucy y por lo que les acababa de narrar el rey.
-No importa –murmuró Rilian un poco más tranquilo, notando que los Pevensie y estaban muy afligidos -. Ahora lo que importa es ver cómo podemos detener a esa bruja. Probablemente esté planeando su venganza en mi contra por haberla encerrado, así que tendremos que esperar que tengamos tiempo suficiente para reunir a mi ejército.
-Queremos encontrar a nuestra hermana –comentó entonces Susan -. Creemos que la han raptado.
-Desapareció así como así antes de que llegáramos a Cair –explicó Peter –. Es… esperamos que sólo la quieran como prisionera –y dicho esto se le quebró la voz.
-La bruja la ha secuestrado seguramente porque no sé cómo, pero ella ha de saber que ustedes son reyes de Narnia. Creo que espera debilitarlos quitándoles algo valioso.
-Pues lo ha logrado –murmuró Edmund desanimado.
Emily deseó consolarlo, pero luego recordó que ambos estaban peleados aún.
-Los ayudaré dentro de lo que pueda –los tranquilizó Rilian –, pero por hoy, creo que todos están agotados por el viaje. Les mostraré sus habitaciones para que duerman, ¿de acuerdo?
-Por mí está bien –dijo Peter.
Los chicos se levantaron de la mesa y marcharon por los pasillos del amplio castillo y subieron unas escaleras hasta las torres superiores, en dónde múltiples habitaciones se distribuían a lo largo de los corredores. Cada uno tenía su propia habitación, lo cual era una gran ventaja pensando en que no tendrían que compartir baño, y además, podrían estirarse a lo largo de las grandes camas. Eran dormitorios realmente cómodos y muy bonitos, con cortinajes color cobalto, sábanas de seda, altos postes de fina madera lacada y muebles tallados a mano en caoba oscura; los chicos se recostaron en sus respectivas camas, agotados, pero les seguía angustiando el paradero de Lucy… Sólo esperaban que estuviera a salvo.

Edmund estaba recostado en la cama, mirando las estrellas a través del ventanal abierto que daba a un amplio balcón. Las llamas de las antorchas titilaban agradablemente, pero el muchacho se sentía presionado en medio de dos paredes que trataban de aplastarle; una era la desaparición de Lucy, y otra por su puesto, era que aún no había arreglado las cosas con Emily.
Entonces sus pensamientos se vieron interrumpidos por un par de golpes en la puerta.
-Adelante –murmuró el chico.
Por un momento esperó que se tratara de Emily, pero entonces vio el rostro de su hermano mayor atravesando el umbral; parecía preocupado.
-¿Todo bien? –preguntó.
-Eso creo –dijo Peter sentándose a la orilla de la cama -. Aunque tal vez debería preguntarte lo mismo yo. ¿Estás bien?
-Bueno, supongo que sí. Obviamente me afecta lo de Lucy, pero… Estoy bien.
-Eres un gran mentiroso –lo acusó Peter enarcando las cejas -. Eso no te lo cree nadie.
-¿Qué quieres que te diga?
-Sé que las cosas están tensas entre Emily y tu, así que no puedo evitar sentir curiosidad al respecto –admitió el muchacho tirándose encima de la sobrecama del colchón, mientras un aire fresco y agradable entraba por la ventana.
-Ella y yo tuvimos una discusión el otro día –respondió finalmente -. Fue algo un poco bobo, pero a decir verdad todo fue mi culpa. Le hablé y la traté un poco mal.
-¿Y por qué?
-No lo sé… Simplemente salió… Cómo un instinto protector, a decir verdad. De pronto vino un recuerdo a mi mente, y traté de apartarla, pero ella lo tomó de otra forma.
-Bueno, tal vez debas disculparte –le recomendó su hermano, un poco alarmado.
-Por alguna razón me cuesta hacerlo… Es algo de lo que no me siento cómodo hablando y que ni yo mismo puedo entenderlo.
-No entiendo del todo qué es lo que te está afectando, pero te lo aseguro, tarde o temprano tendrás que enfrentarlo –le aclaró -. Y tal vez eso sea lo mejor.
Su hermano dio una cabezada de asentimiento, sintiéndose un poco mejor.
-Y Edmund –siguió Peter.
-¿Si?
-Deja de ser tan enamoradizo.
Y sin más palabras, el chico se fue por la puerta con una sonrisa, dejando a un Edmund pensativo.

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Hola a todos! Felices vacaciones de Semana Santa a quienes las tengan en estos días, espero que estén bien. Les agradezco muchísimo que sigan dejando sus comentarios con cada capítulo, porque es verdaderamente importante para mí. Así que... Bueno, aquí está otro capítulo, espero que les agrade y dejen sus reviews.

Saludos!

[gegejeje]

gran capitulo... y perdon pero no te pude comentar el capitulo anterior... en fin ahora te comento este jejej
saludos

[minilucy]

ay!!!k le abraa pasadoo a Lucy!!! sientoo aver tardaaooo tanto en metermee peroo esk el colegiioo madree miaaa...aora k stoy de vacas pues me metere mas seguiooo...me encantaa tu fic xxfis sube el siguiente capi..

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la esperanza es lo ultimo que se pierde...no te rindas el amor triunfaraa!!

[em-clark]

ahhh sii buenisimoo el capituloo!!! pero que mal que caspian este muertooo yo esperaba que si salieraa pero iguall riliaan me gusta muchooo!!!! y esta bueno el consejo que le da peter a edmund hehehe y ojala encuentren a lucyy!!!
besoos

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La inteligencia... el mejor amigo de cualquier hombre.

[chicapevencie97]

hola.....que mal que caspian ya este muerto..... y la pregunta del millon ¿¿que le habra pasado a lucy?? jejeje.... puff muy buen capitulo..... ay que ver que mas pasa con los pevensie y el resto.... continua pronto.... lo estare esperando con muchas ganas...!!!!

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Mi FanFic
Nuevos Amigos En Narnia

[priscaspian]

buu que mal que Caspian ya no este! pero esperemos
que Rilian los ayude para combatir la bruja y recuperar
a Lucy que quiero saber que le paso ya! ojala la
encuentren pronto... continualo en cuanto puedas plis

[lcov14]

Capítulo 14
La razón del comportamiento de Edmund

Edmund recorría una de las numerosas galerías del castillo, explorando las diversas salas con las que se encontraba. Todo estaba muy tranquilo, y silencioso, pero al chico así le gustaba más, paseando sólo a la luz de la luna y el titilar de las antorchas. Entró a una habitación llena de instrumentos musicales narnianos y de inmediato quedó encantado con la cantidad de objetos que había; él había aprendido a tocar guitarra cuando su madre lo había inscrito a las clases especiales del colegio, un poco con el fin de calmar sus ansias y su característica hiperactividad. Hacía años que no tocaba una guitarra.
Tomó una de uno de los numerosos estantes y caminó por los corredores del edificio, buscando un lugar tranquilo para permanecer; encontró una hermosa terraza con una fuente al centro, rodeada de enredaderas, arbustos y macizos de flores que trepaban por largos postes de madera. Era un lugar francamente hermoso que daba vista a la ciudad de Cair Paravel.
Edmund fue y se sentó en una banca de mármol al borde de la baranda del balcón; el aire estaba fragante con los aromas de las flores, la tierra húmeda y algo similar a uvas flotando en el aire.
Trató de inspirarse y de recordar aquellas notas que hacía varios años no tocaba; alargó su mano y dio una sacudida… Una nota desafinada saltó del corazón de la guitarra y el chico sonrió. Tal vez estaba un poco oxidado.
El muchacho se sentía lleno de emociones mezcladas, como si el pasado hubiera vuelto para hacerlo vivir una vez más una de sus más grandes pesadillas. Un dolor le inundó el pecho y su mano resbaló entre las cuerdas una vez más, componiendo finas notas pertenecientes a una dulce pero melancólica tonada, perfecta para los sentimientos que lo recorrían en aquellos momentos. Sin más, comenzó a cantar en voz baja, con una profunda tristeza impresa en las palabras.
-No tengo miedo de llorar de vez en cuando, hay días en los que finjo estar bien, pero eso no es lo que más me llena… Es difícil lidiar con el dolor de perderte a dónde sea que voy, pero lo estoy haciendo. Es difícil forzar esa sonrisa cuando veo nuestros viejos amigos y yo estoy solo. Sigue siendo difícil levantarme, vestirme, vivir con este arrepentimiento.
Lo que más hiere es estar tan cerca, y tener tanto que decir, y verte alejarte…
Entonces escuchó unos pasos detrás de él. Se giró y la última nota de la guitarra quedó suspendida en el aire.
-No sabía que supieras cantar o tocar la guitarra –se trataba de Emily, mirándolo, recargada sobre el umbral de la puerta. Parecía un poco conmocionada.
Edmund depositó el instrumento en el banco y la miró fijamente, un poco apenado. No le gustaba cantar frente a otra gente.
-Lo aprendí hace ya algunos años –admitió encogiéndose de hombros -. No es que sea un gran cantante.
-Esa canción era muy bonita –añadió Emily con una chispa de luz en los ojos -, pero triste. ¿Hay algo que no me has dicho, Ed?
Él se quedó silencioso, contemplando las estrellas. Se sentía un poco desubicado, pero algo luchaba en su garganta por escapar, una declaración importante.
-Lo siento mucho –dijo finalmente, dando un profundo suspiro.
-¿A qué te refieres?
-Lamento mucho haberte tratado de mala manera el otro día, y que hayamos peleado por esto –dijo, admirando la felicidad que reflejaba el rostro de ella -. Sólo quería protegerte.
-¿Protegerme de qué?
-No lo entiendes Emily… Mira, yo sólo me sentía muy preocupado por ti. No quiero perderte, no quiero que vuelva a pasarme esto por un error.
-¿Qué te vuelva a pasar? ¿A qué te refieres? Edmund, puedes confiar en mí.
Él no se sentía muy animado de hablar al respecto, pero sentía la necesidad de hacerlo, de liberar esa presión que le ardía en el pecho.
-Esa canción que estaba cantando –dijo finalmente -, y el haber tratado de protegerte fue por una razón. Mira, mis hermanos y yo ya hemos venido a Narnia en varias ocasiones, y en cada una de esas ocasiones, hemos conocido gente única y muy especial, muchos de los cuales terminaron siendo nuestros grandes amigos.
Ella asintió despacio, sentándose a su lado.
-La vez anterior que vinimos… Conocí a una chica llamada Ria. Ella era muy especial para mí; se convirtió rápidamente en una buena amiga, y pronto, antes de que ella o yo pudiéramos pensarlo, sentimos algo el uno por el otro.
Todo se quedó en repentino silencio; él esperaba que Emily no se sintiera incómoda al hablar de los romances anteriores del chico.
-El punto es que… Después de tener nuestra propia aventura y vivir una serie de eventos de todo tipo, ella luchó a nuestro lado para vencer a una magia muy oscura que por aquellos tiempos dominaba en Narnia. Ella murió durante la pelea…
El silencio su hizo más tenso y sepulcral a continuación, solo interrumpido por el sonido de los grillos que se oía a lo lejos; las estrellas parpadeaban, atentas a lo que ocurría debajo de ellas.
-No lo sabía –murmuró ella con pesar.
-Si… Aprendí a quererla mucho. Y de pronto desapareció así como así. Fue difícil, y es que cuando te vi en peligro… Simplemente quise alejarte de todo eso, y fui un poco mordaz. No quiero perder a otra persona que aprecio tanto de la misma manera.
-Pero tus hermanos…
-Mis hermanos y yo estamos conectados de cierta forma con Narnia, y de alguna manera luchamos por ella a sabiendas de todo el riesgo que corremos.
-Lo entiendo.
-Te quiero más de lo que puedes pensar –le aseguró.
-¿De verdad?
-Por supuesto que sí. Tal vez demasiado, inclusive –añadió, con el esbozo de una sonrisa perdida cruzando por sus labios.
-Yo también te quiero mucho Ed –dijo ella -. Siempre me pareciste muy divertido en el colegio, antes de todo esto.
-Tendrías que haberme conocido antes –murmuró él riendo -. Solía ser un cretino.
-No me parece que tengas cara de cretino.
-Pues gracias… supongo.
-No, en verdad –replicó ella, aproximándose a él; -a decir verdad, me pareces muy simpático.
Él se quedó callado.
-¿Podrías cantar otra canción?
El chico se quedó pensando; entonces encontró la canción indicada. Emily se recargó en el regazo del chico mientras las notas volvían a fluir desde sus dedos.
-Empezó como un sentimiento, que entonces creció hasta ser una esperanza; que se convirtió en un pensamiento silencioso, que luego se convirtió en una palabra sorda. Y luego esa palabra creció y creció, hasta que fue un gemido de batalla. Volveré… Cuando tú me llames; no hay necesidad de decir adiós… Toma una estrella del negro horizonte, y sigue la luz. Volverás, cuando todo acabe, no hay necesidad de decir adiós…
Edmund volvió la mirada hacia la chica, y sonrió cuando la vio dormida, con la cabeza apoyada en su costado.
-Duerme bien –murmuró y se agachó para darle un beso en la frente.
Tal vez debía seguir las palabras de aquella canción tan hermosa; debía mirar al horizonte y seguir la luz de una de sus estrellas. Probablemente ahí encontraría una respuesta a todas sus preguntas.

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Hola! Como han estado estos días de descanso? Espero que muy bien, que yo si que los estoy disfrutando jeje. Bien, pues pongo el capítulo un poco más temprano porque no estaré hasta el domingo, así que lo más probable es que no pueda subir capítulo hasta entonces, así que les dejo el cap. esperando que les guste. Las canciones que aparecen en la historia son What hurts the most de Rascal Flatts (aunque yo la escuché con Cascada xD) y la segunda es The Call de Regina Spektor, por su puesto. Bien, espero verlos pronto.

Saludos!

[chicapevencie97]

aaaww.... que lindo cap...!!! ameeee este cap...... encerio fue muy tierno...!!!
que bien que Edmund haya confiado en Emily..... hacen bonita pareja...!!!
pues a esperar el siguiente cap.... lo esperare con muchas ganas...!!!
pasa por el mio...!!! =D
ssiii... vacasiones..!!! jejeje

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