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La Guerra, el Regreso y el Brazalete


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zafiro_star
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MensajePublicado: Mie Jul 21, 2010 8:04 pm    Asunto: 12vo Capítulo: Más problemas Responder citando

Siento haberme tardado tanto! T-T
gracias por sus lindos comentarios
aquí les dejo el capítulo espero que les guste n_n'



12.- Más problemas


Edmund siguió en el mismo lugar, debatiendo contra lo que veía y lo que los demás creían, buscando alguna forma de encontrar una luz en medio de tantas tinieblas que nublaban la salida a una solución. Necesitaba pensar, pensar en algo que le pudiera ayudar ¿Pero qué?
Mientras pensaba en eso un ruido entre los arbustos lo sobresaltó y rápido se puso en pie con todos sus sentidos alerta. Una oleada de alivio y felicidad lo inundó al ver quien se asomaba por los arbustos.

--- ¡Mandy! ---gritó agradecido por verla.
--- Espero que esa bruja ya no vuelva ---murmuraba mientras salía de los arbustos y reprimía un escalofrío ---si que es atemorizante.
--- ¿Usted la vio?
--- Pues claro que la vi ---respondió ofendida--- es una suerte que no me viera.
--- No sabe cuánto me alegro de verla ---dijo emocionado.
--- Y yo a ti, Edmund ---dijo con una sonrisa que desapareció pronto--- pensé que habías corrido con la misma suerte.
--- ¿La misma suerte? ¿De qué habla? ---preguntó confundido. La señora Mandy mostraba una profunda tristeza.
--- ¡Ay, muchacho! ---dijo abatida--- poco después de que el señor Liebre regresara con Petirrojo pasó algo terrible…
Al escucharla Edmund sintió un frio asentarse en su pecho, tenía miedo de enterarse de lo que había pasado.
--- Dígame que están bien, por favor ---rogó Edmund intentando aferrarse a esa idea, pero al ver cómo la señora Mandy bajaba la mirada las lágrimas cayeron por su cara.
--- Yo no pude hacer nada ---dijo la señora Mandy con culpabilidad--- me mantuve escondida… si ella me hubiera visto no hubiera podido avisarte y… vi cómo la Bruja Blanca los convertía en piedra ---terminó diciendo mientras también derramaba algunas lágrimas. Edmund se sentía terrible, no podía creer que los señores Liebre y sus hijos…
--- Fue mi culpa… ---dijo abatido--- si yo…
--- ¡No intentes culparte! ---le reclamó Mandy--- la única culpable de todo es la Bruja Blanca, lo que les pasó nadie habría podido evitarlo, ahora sólo podemos intentar hacer algo por arreglar las cosas.
Las palabras de la señora Mandy lograron centrar su mente, ella tenía razón, no ganaba nada culpándose, tenía que hacer algo para enmendarlo. Edmund recordó algo que lo hizo extrañarse.
--- Señora Mandy…
--- Mandy, sólo Mandy ---le recordó ella.
--- Si, lo siento…Mandy ---se corrigió--- ¿Dónde está Petirrojo?
--- ¿Dónde más? ---dijo extrañada por la pregunta--- en la madriguera por supuesto.
--- ¿Está usted segura? ---insistió.
--- Claro que sí, me aseguré de que estuvieran todos seguros antes de partir.

Algo no encajaba bien ahí ¿Cómo podría estar Petirrojo en la madriguera cuando él estaba en Cair Paravel? No tenía lógica, Petirrojo había llegado poco después que Edmund y Lucy llegaran al castillo y la señora Mandy le dijo que el señor Liebre había logrado llegar a la madriguera con él e incluso se aseguró de que estuvieran todos, entonces ¿Cómo pudo hacerlo?

--- Algo extraño está pasando ---dijo Edmund preocupado.
--- ¿A qué te refieres? ---preguntó sin entender.
--- Petirrojo llegó al castillo después de un rato en que llegué yo ---le narró--- y dijo no recordar nada de los señores Liebre o del mensaje que le di.
--- Pero eso no puede ser ---dijo asustada--- yo partí ayer al amanecer y él aún se encontraba convertido en piedra.
--- Si lo que dice es cierto y Petirrojo aun sigue en la madriguera… ---comenzó Edmund atando los cabos.
--- Entonces el Petirrojo que está aquí… ---continuó Mandy.
--- ¡Es un impostor! ---dijeron los dos al mismo tiempo. Era la única explicación que había, ese Petirrojo tenía que ser un impostor y había conseguido que todos le creyeran loco e inclusive él mismo por un momento, seguramente todo era plan de la Bruja Blanca ¿Cómo no lo había visto antes?
--- Hay que regresar al castillo ---dijo Edmund apurado mientras enfundaba su espada--- el impostor está ahí y puede estar tramando algo.

Ambos caminaban al paso de la señora Mandy, pues no podía ir con mayor rapidez. Mientras tanto Edmund pensaba en cómo actuaría para poder descubrir la verdadera identidad de aquel que se hacía pasar por Petirrojo; era obvio que si les decía así sin más a sus hermanos no lo tomarían en cuenta y empeoraría las cosas, debía encontrar la forma de desenmascararlo frente a todos, claro que en esos momentos no tenía ni la menor idea de cómo lograrlo. Al caminar por los jardines del castillo se encontraron con Trumpkin y su abuelo que estaban enfrascados en una nueva discusión y no se percataron de ellos hasta que Edmund alzó la voz para hacerse escuchar.

--- ¡Trumpkin! ---al instante ambos callaron y los miraron.
--- Veo que se siguen llevando igual de bien ---comentó con sarcasmo la señora Mandy.
--- ¿Se conocen? ---preguntó Edmund sorprendido.
--- Mandy es una vieja amiga ---explicó Truman--- Por cierto, ¿qué haces aquí?
--- Larga historia ---habló Edmund antes de que Mandy pudiera responder--- Necesito pedirles un favor. ¿Podrían cuidar de Mandy? Tengo que hacer algunas cosas y no puedo dejarla sola.
--- Claro majestad ---respondió Truman--- nos quedaremos con ella.
--- Gracias ---dijo Edmund--- ¿De casualidad han visto a Petirrojo?
--- No, no lo hemos visto ¿Ocurre algo malo? ---preguntó Trumpkin notando la preocupación de Edmund.
--- Mandy les contará ---dijo Edmund--- tengo que irme --- Y entró de prisa al castillo. Lo primero que haría sería buscar a Lucy para advertirle de Petirrojo por lo que corrió hasta su habitación, sólo esperaba no encontrarse con Peter en el camino. Llamó a la puerta pero nadie respondió, entonces decidió echar un vistazo y para su sorpresa la habitación no estaba vacía, pero Lucy no estaba dentro.
--- Su hermana no ha pasado por aquí --- habló Petirrojo notando que Edmund se había quedado sin habla.
--- ¿Qué haces en la habitación de mi hermana? ---le cuestionó, no le agradaba que estuviera ahí ¿Acaso pensaba hacerle daño a Lucy?
--- Sabía que sería el primer lugar al que vendrías ---dijo Petirrojo, Edmund pudo notar que había dejado a un lado todo formalismo--- ya sabes, después de casi matarla ---aquello último lo dijo en un tono de burla que le hizo hervir la sangre --- eres tan predecible, Edmund.
--- Ya me cansé de esto ---dijo molesto y sacando su espada--- ¡¿Quién eres?! Y no intentes negarlo.

Una risa fría recorrió toda la habitación, Petirrojo se elevó un poco y para asombro de Edmund pudo ver cómo el ave mientras aleteaba, su cuerpo iba creciendo y tomando forma humana, aunque la Bruja Blanca no era exactamente humana. Cuando se hubo transformado completamente en la bruja, ésta con un movimiento de su mano hizo que la puerta se cerrase de golpe tras Edmund y una sonrisa cínica apareció en su rostro.
--- Veo que ya no tiene caso ocultártelo ---dijo con algo de fastidio. Edmund la miraba con desprecio y apretaba con fuerza el mango de su espada intentando mitigar un ligero temblor, sentía cómo la temperatura descendía rápido y el frió recorría todo su cuerpo.
--- ¿Qué pretendías haciéndote pasar por Petirrojo? ¿Desacreditarme? ---le exigió saber--- ¿Qué ganas con todo esto?
--- Mis razones no las necesitas saber ---le dijo con indiferencia--- al menos no por ahora.
--- No podrás esconderte de los demás por mucho tiempo ---dijo Edmund--- Todos se enterarán de tu regreso --- le advirtió con seguridad, al lo que la bruja sólo pudo reír.
--- ¿De verdad crees lograrlo? ---dijo con burla--- No has tenido mucho éxito hasta ahora ¿o sí?
Tenía que admitir que hasta ese momento sólo Lucy confiaba aún en él, pero la Bruja Blanca se había encargado de que los demás dudaran.
---Debes recordar Edmund---dijo la Bruja Blanca--- que nadie le cree a un traidor.
--- Yo no soy un traidor ---respondió airado.
--- Ya has traicionado a tus hermanos una vez, siempre puedes volver a hacerlo.
--- Cometí un error ---aceptó Edmund--- pero eso fue en el pasado, lo enmendé y jamás volverá a pasar, de eso puedes estar segura.
--- Tus hermanos jamás lo han olvidado ---le dijo hiriente--- Si no fuera así te habrían creído ¿no?
--- Ellos no dudan de mí por esas razones --- contraatacó, sabía que la bruja sólo intentaba lastimarlo, aunque en el fondo una herida que creía cerrada se habría un poco y los recuerdos inundaron su mente atormentándolo. La Bruja Blanca pudo notarlo y sonrió con satisfacción.
--- Lo vez, incluso tú lo dudas.
--- ¡No caeré en tus trucos! ---dijo Edmund recobrando la compostura--- Si lo único que piensas hacer será hablar, pierdes tu tiempo, porque hace mucho que dejé de creer en tus palabras que sólo saben escupir veneno --- Ahora el que sonreía era él al ver como la Bruja Blanca cambiaba su cara a roja, llena de ira.
--- Pagarás por eso ---dijo apretando los dientes con furia. Edmund esperó el ataque de la bruja pero no contó con que no lo atacaría con espada o su vara sino que con una sacudida de su mano lo arrojó con fuerza haciéndolo estrellarse contra la mesita de noche ocasionando que varias cosas cayeran al suelo estrepitosamente.

Lucy caminaba despacio por el pasillo a su habitación, estaba preocupada después de haber hablado con Peter y Susan, ésta última había sido enterada por Peter de lo que había sucedido momentos antes con Edmund. Ambos creían que la situación se les escapaba de las manos y a pesar de la insistencia de Lucy de que había sido sólo un accidente, no la escucharon. Decidió desistir de un nuevo intento por hablar con ellos y se marchó dejándolos a ambos discutiendo lo que harían.
Estaba frente a la puerta de su habitación cuando un estruendo se produjo dentro de ella, extrañada y algo asustada se abstuvo de entrar al no saber qué había podido producir tal ruido, prestó atención y se sorprendió de escuchar una voz que la heló por completo tan sólo de recordarla hacía tantos años.
--- Como verás mis poderes han aumentado ---dijo la voz de la Bruja Blanca con orgullo.
--- ¿Es todo lo que puedes hacer? ---dijo Edmund intentando sonar ofensivo, su voz se oía ahogada cómo si le faltara el aire. La fría risa de la Bruja se escuchó a través de la puerta y tembló sin poder evitarlo.
--- Aun no puedo matarte, Edmund. Así que será mejor que no me provoques, todavía tengo planes para ti, sólo tienes que esperar un poco y lo verás…
Lucy no pudo esperar más tiempo para entrar, no dejaría a su hermano con esa bruja. Abrió la puerta de golpe pero la bruja ya había desaparecido y sólo encontró a su hermano tirado junto a su destrozada mesita de noche. Asustada, corrió hacia él y lo ayudó a levantarse.
--- ¿Estás bien? ---dijo preocupada--- ¿Te hizo daño?
--- Estoy bien ---dijo Edmund sin prestar mucha atención en lo que su hermana había dicho--- yo…--- se detuvo un momento analizando las palabras de Lucy --- ¿Qué dijiste?
--- ¿Que si ella te hizo daño? ---dijo nuevamente.
--- ¿La escuchaste? –dijo sorprendido.
--- Sí, pude escucharla ---dijo ella agitada--- ¡Ahora podemos decirles a Peter y Susan que es real porque yo también soy testigo!
--- ¿De qué sirve, Lucy? ---dijo Edmund pesimista--- de igual manera no lo creerán.
--- Pero Edmund, debemos intentarlo ---insistió ella--- son nuestros hermanos. En algún momento nos escucharán y este podría ser ese momento en que por fin vean con claridad las cosas--- Edmund no se veía muy convencido con eso y menos con esa pequeña herida que sentía en su corazón en esos momentos--- si no les decimos nunca sabremos sin nos creerán o no.
--- Esta bien ---dijo resignado, después de todo no tenían nada que perder al intentarlo. Lucy le sonrió satisfecha y lo jaló por el pasillo hasta donde estaban sus hermanos.


Peter y Susan habían permanecido en la sala de estar después de que Lucy se había marchado al ser ignorada, intentaron llegar a un acuerdo en común sobre lo que deberían hacer para ayudar a Edmund, hablar quedaba descartado, no lo escuchaban y ellos no querían escuchar de nuevo sus invenciones.
--- Esto no puede seguir así Peter ---dijo Susan desesperada.
--- Lo sé ---dijo harto--- no tienes que decírmelo.
--- Pues no parece que estés haciendo algo ---le espetó molesta--- debemos encontrar una solución YA. Por el bien de Edmund y de los demás.
--- ¿Pero qué podríamos hacer? ---preguntó exasperado.
--- Edmund estaba bien antes de llegar aquí ---comentó Susan resentida.
--- ¿Qué quieres decir? ---preguntó receloso de las palabras que salían de la boca de su hermana.
--- Que… tal vez será mejor que Edmund regrese a casa ---dijo Susan tentativa--- estábamos mejor ahí--- Peter no podía creer que siquiera lo pensara--- Tan sólo piénsalo un poco ---se defendió al ver la mirada de su hermano--- Ahí se daría cuenta de que sus alucinaciones no son reales. La muerte de nuestros padres y regresar aquí con una guerra a la vuelta de la esquina lo ha alterado, todo se le ha juntado y fue demasiado para él, por eso ahora cree que la Bruja Blanca ha vuelto, es una forma de su mente de creer que todo va a salir mal, en casa las cosas se calmarían porque aunque nuestros padres no estén estamos seguros y estaríamos juntos.
--- ¿Estás escuchando lo que dices? ---le dijo Peter incrédulo--- ¿De verdad quieres arrebatarle a Ed la dicha de estar aquí? Recuerda que cuando Alsan nos dijo que no podríamos volver fuer doloroso para nosotros, tú misma cuando ellos se fueron deseabas con todas tus fuerzas estar aquí. ¿Quieres que Edmund sufra lo mismo? Eso le haría más daño que bien, debe de haber alguna otra forma de ayudarlo porque esa no es una opción.
--- ¡Ah, entonces dímela Peter, porque yo no veo ninguna! --- gritó Susan --- ¡No sé qué más podemos hacer por él! --- Era cierto lo que decía Peter, no quería que su hermano sufriera lo que ella pero en esos momentos su cabeza era lo único que podía pensar para solucionarlo y con el tiempo tal vez todos podrían olvidarlo. Peter permaneció callado pues no tenía una respuesta--- ¿Nada? ---cuestionó Susan. Peter siguió callado.

Edmund y Lucy estaban por entrar a la sala de estar pero antes de eso no pudieron evitar escuchar lo que Susan decía al no obtener una respuesta de Peter y eso los dejó en shock.
--- Entonces está decidido ---dijo la voz de Susan--- Edmund regresará a casa.


Intentaré no tardarme tanto la próxima vez
aunque no prometo nada n_n'
nos vemos

Muy Feliz

_________________
___________________________________
La radiante estrella que una vez brilló tanto,
me la han quitado, para siempre.
Aunque nada pueda devolver el esplendor del césped,
o la gloria de la flor, no vamos a sufrir,
más bien buscaremos fuerzas en
lo que tenemos...*"
William Wordsworth

Mi fanfic Muy Feliz :
La Guerrra, El regreso y El brazalete
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divinafer
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MensajePublicado: Vie Jul 23, 2010 5:15 pm    Asunto: Responder citando

Wow! está increible,
y aunque es un poco larga no me di cuenta,
me gusta, me encanta,
amo este fic.
No pueden hacerle eso a Ed!

_________________
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jillpole95
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MensajePublicado: Jue Jul 29, 2010 8:47 pm    Asunto: Responder citando

no es justo con Ed pobrecito, y siento no haber comentado antes el cole me ocupa demasiado
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zafiro_star
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MensajePublicado: Lun Ago 30, 2010 12:56 am    Asunto: 13vo Capítulo: La verdad Responder citando

HOOOLAAA n.n
porfin terminé el capítulo
Bailando
perdón por la espera pero comprenderán que los maestros nos explotan T-T jeje bueno espero que disfruten del capítulo Muy Feliz



--- Entonces está decidido ---dijo la voz de Susan--- Edmund regresará a casa.


La verdad


Lucy y Edmund se quedaron inmóviles frente a la puerta al escucharla decir eso ¿Querían regresarlo a casa? ¡Pero si esa era su casa! ¡Su verdadera casa! No podían hacerlo, no podrían obligarlo a volver. Edmund no soportó quedarse ahí por más tiempo y se alejó furioso.
--- ¡Edmund! ---gritó Lucy para detenerlo pero él simplemente la ignoró y corrió a su habitación.

La puerta de la sala se abrió de golpe saliendo Peter y Susan por ella alarmados, Peter vio la silueta de Edmund doblar el pasillo y salió corriendo tras él. Tenía que explicarle que lo que Susan había dicho jamás permitiría que sucediera. Por otra parte Susan se quedó mirando culpablemente por donde sus hermanos habían desaparecido mientras Lucy se giró molesta hacia ella.
--- ¡¿Cómo pueden hacerle eso?! --- le gritó.
--- Lucy…yo… ---intentó explicarse.
--- ¡Cuando yo hablaba del ropero también creyeron que estaba loca! ---le recriminó a su hermana, en ese momento no podía contenerse después de lo que habían escuchado.
--- Esto es diferente ---dijo Susan.
--- ¡No, no lo es! ---le espetó --- ¡Ustedes son los que deberían volver! --- y después de decirle esas palabras tan hirientes se marchó dejando a Susan dolida.

En cuanto Edmund cruzó la puerta de su habitación le cerró la puerta en la cara a su hermano. No quería verlo, no quería escuchar nada de lo que tuviera que decirle, nada de lo que dijera le haría aceptar regresar.
--- Edmund, por favor ábreme ---dijo Peter golpeando la puerta desesperado.
--- ¡No! ---gritó Edmund desde adentro.
--- Por favor, Ed ---suplicó--- Déjame explicarte.
--- ¡No hay nada que explicar! ---respondió testarudo--- ¡Me quedó todo perfectamente claro, ahora déjame solo!
--- Ed…
--- ¡Por qué no regresan y me dejan en paz! ---dijo desesperado--- No deberían haber vuelto ---dijo sin pensar, cegado por su enojo.
Peter sintió cómo si lo hubieran apuñalado en el corazón, las palabras de Edmund le dolieron en el alma, por un momento olvidó el por qué lo había seguido, las lágrimas le nublaron la vista mientras las palabras de su hermano resonaban en su cabeza una y otra vez. No siguió insistiendo más y se alejó de ahí lo más rápido que pudo. Edmund escuchó los pasos de su hermano alejándose y pronto se sintió culpable por ello, se dejó caer al piso recargado en la puerta y no hizo nada por evitar que sus lágrimas salieran, no quería en verdad decirle eso a Peter, nunca desearía que sus hermanos se fueran, pero era demasiado tarde para cambiar sus palabras.

Al ver como Lucy se alejaba Susan se sintió terriblemente mal al darse cuenta de lo que había hecho, sintió cómo sus lágrimas caían por sus mejillas y regresó al la sala de estar dejándose caer en uno de los sillones, cubrió su cara con ambas manos sollozando débilmente. Era como si hubiera recibido un fuerte golpe que la hizo regresar a la realidad y darse cuenta de lo que estaba haciendo (y ese golpe habían sido las palabras de Lucy) ¿Cómo pudo por un momento haber pensado en que todo sería mejor en casa? ¡Si ella añoraba permanecer en Narnia! La sola idea de volver le aterraba, era increíble que no se diera cuenta de eso antes, ahora Edmund jamás la perdonaría, había sido una tonta y sólo empeoró las cosas.

Caspian caminaba apurado por el pasillo buscando impacientemente a alguno de los Pevensie más no había rastro de ellos, cuando por fin encontró a Susan, ésta seguía llorando en la sala de estar. Se acercó a ella preocupado sentándose a su lado.

--- Susan ---preguntó suavemente--- ¿Qué tienes? ¿Por qué lloras? --- Ella levantó su rostro bañado en lágrimas, nunca la había visto tan devastada.
--- Yo…yo… ---intentó hablar pero las palabras no salían de su boca.
--- Tranquila ---le susurró Caspian--- respira y trata de calmarte un poco ---ella obedeció y cuando se sintió capaz de hablar intentó explicarle a Caspian lo sucedido.
--- Peter y yo hablábamos sobre cómo ayudar a Edmund o más bien discutíamos ---explicó Susan--- Yo… yo no sé en qué estaba pensando cuando dije eso… ---dijo Susan con nuevas lágrimas saliendo de sus ojos--- le dije a Peter que lo mejor sería que Edmund regresara a casa --- Caspian se sorprendió al escucharlo pero no dijo nada y esperó a que ella terminara--- y lo peor de todo es que Edmund nos escuchó y seguramente en estos momentos me odia ---se lamentó--- pero lo que más me dolió fueron las palabras de Lucy, dijo que nosotros somos los que deberíamos volver…y tiene razón.
--- Por supuesto que no ---le contradijo Caspian--- estoy seguro que Lucy no quiso decir eso, sólo estaba molesta por lo sucedido, pero te aseguro que jamás querría eso--- le dijo con dulzura--- Y en cuanto a Edmund… hay algo que debo decirte ---dijo seriamente. Susan lo miró intrigada.
--- ¿Qué pasa con él? ---preguntó preocupada.
--- Antes de que Petirrojo arribara al castillo y después de que Edmund nos contara sobre cómo había sobrevivido y de la Bruja Blanca ---comenzó a narrar Caspian--- pensé que no haría daño investigar un poco por imposible que pareciera, pues Narnia me ha mostrado que todo puede ser posible. Así que envié a Reepichip a investigar un poco, no había modo de decirle que regresara cuando Petirrojo apareció así que tuve que esperar su regreso y hace unos momentos volvió.
--- ¿Y qué te dijo? ---preguntó preocupada al ver la cara de Caspian.
--- Dijo que encontró una familia de liebres convertidos en piedra y a Petirrojo petrificado con ellos.
--- Pero…Petirrojo…
--- Está claro que era un engaño, el verdadero Petirrojo aún sigue en esa madriguera y el Petirrojo que llegó al castillo ha desaparecido---le explicó--- La Bruja Blanca en verdad ha vuelto --- Susan se cubrió la boca con ambas manos ahogando un grito de asombro.
--- Ed… ¡Ed, tenía razón! --- gritó sorprendida y a la vez se sintió tan culpable--- ¡Tenía razón y no le creímos! ---dijo llorando nuevamente. Todo ese tiempo habían dudado de su palabra ¿Qué clase de hermanos eran? --- ¿Cómo pudimos no creerle, Caspian?--- preguntó deshecha, Caspian la abrazó intentando tranquilizarla--- Ed no nos perdonará por esto.
--- No digas eso --- le regañó Caspian--- Es tu hermano y no podría odiarte. Sólo necesitas hablar con él. Todos cometimos el mismo error.
--- ¡Peter tiene que saberlo! ---dijo Susan levantándose repentinamente--- ¡Hay que buscarlo rápido! --- Susan salió deprisa de la sala y Capsian se apresuró en seguirla.

La tarde lucía más oscura de lo normal, a pesar de que el sol aún no se ocultaba las nubes que lo cubrían hacían parecer que era aún más tarde. El frío se asentaba en toda Narnia, estaba claro que el invierno había llegado y con él se aproximaba una nueva batalla y la Bruja Blanca seguramente atacaría cuando más debilitados estuvieren. No podía permitir que eso sucediera, no mientras él pudiera evitarlo. Aunque sus hermanos no le apoyaran él buscaría la manera de probarles que decía la verdad; y encontró la forma de hacerlo al recordar que Petirrojo aún se encontraba en la madriguera, si tan sólo se los mostrara… ellos no podrían seguir negando la verdad y desistirían de la idea de mandarlo a casa, pero tenía que actuar pronto o evitarían que fuera a la madriguera.
No podía esperar a que anocheciera porque lo más probable es que fueran a buscarlo nuevamente e intentar hablar con él (cosa que no quería), por lo menos Susan, pues no creía que Peter regresara después de lo que le había dicho y no lo culpaba pues él se sentía muy mal por lo que le había dicho. Así que colocó su capa de viaje sobre sus hombros, su espada en su cintura y apoyó su oreja en la puerta para escuchar que no hubiera nadie cerca, al igual que Lucy y el resto de sus hermanos, sabía muy bien cómo escabullirse sin ser notado y los pasadizos exactos que lo llevarían rápido fuera del castillo. Después de comprobar que tenía vía libre salió sigilosamente de su habitación y se apresuró a ir al pasadizo más cercano, pero no contó con que alguien más lo estuviera usando.
--- ¿Qué haces aquí? ---le preguntó Edmund sin poder evitar su sorpresa.
--- No quería toparme con Peter o Susan ---respondió Lucy extrañada de su reacción, después de examinarlo un poco lo comprendió todo--- ¿Qué haces con la capa de viaje?--- Edmund la miró nervioso, obviamente no podría engañarla así que se resignó a decirle la verdad.
--- Iré a buscar a Petirrojo ---dijo simplemente.
--- ¿A Petirrojo? ---preguntó confundida.
--- ¡Es verdad! No te lo dije ---se reprendió mentalmente por haberlo olvidado--- El Petirrojo que estaba en el castillo no era nadie más que la Bruja Blanca disfrazada.
--- ¡¿Qué?! ---dijo sorprendida--- ¿Por qué no me lo dijiste antes?
--- Porque sucedieron demasiadas cosas y… lo olvidé ---dijo contrariado--- Ahora no puedo explicártelo todo, tengo que irme antes de que se den cuenta.
--- ¡Pero no puedes irte! ---exclamó Lucy--- Es muy peligroso y…
---Lucy ---la cortó Edmund--- creo que ya te habrás dado cuenta que sin una prueba Peter y Susan no van a creernos. Tengo que ir, es la única forma de que me crean ¿O prefieres que me obliguen a volver?
--- No, pero la Bruja Blanca… ---dijo preocupada.
--- Ella dijo que aún no podía matarme así que creo que estaré bien por el momento ---le dijo mientras continuaba su camino.
--- ¡Espera, Ed! ---le gritó--- ¡Yo no me fiaría de las palabras de esa bruja! Déjame ir contigo, no puedes ir sólo.
---No puedo dejar que vengas ---dijo él deteniéndose nuevamente.
--- ¿Por qué no? --- dijo desafiante.
--- Porque… ---porque el que la bruja le hubiera dicho que todavía no podía matarlo no significaba que no haría nada con sus hermanos, pero si le decía que no quería ponerla en peligro eso le daría más razones para acompañarlo--- necesito hacer esto solo.
--- No, Edmund ---le contradijo--- algo no va a salir bien, puedo sentirlo, hazme caso ---le dijo angustiada.
--- Lucy, estaré bien ---le aseguró--- no me sigas ---Y se fue corriendo.
--- ¡Ed! ---le gritó pero no se detuvo. Tenía que evitar que se fuera así, sentía que algo malo pasaría no sabía cómo explicarlo, simplemente lo sabía. Corrió en busca de la única persona que podría traerlo de vuelta en esos momentos (aunque fuera a la fuerza).

Edmund se apresuró a ir a las caballerizas pasando de largo a Trumpkin que hizo el ademán de intentar hablarle, tomó el primer caballo que encontró y comenzó a colocarle la silla de montar.
--- ¡¿Pero qué crees que estás haciendo?! ---exclamó Trumpkin enfadado una vez que llegó ahí.
--- Lo siento, Trumpkin ---le dijo distraído mientras aseguraba bien la silla--- tengo que ir por Petirrojo y traérselo a mis hermanos, es la única manera en que pueden creerme.
--- ¿Pero qué hay de Mandy? ---intentó razonar con él mientras Edmund se ocupaba de preparar el caballo--- Ella puede contarle a tus hermanos la verdad como lo hizo con nosotros.
--- No, ellos no le creerán ---dijo dolido.
--- ¿Cómo puedes saberlo? ---le regañó Trumpkin--- ¡Ni siquiera lo has intentado!
--- ¡No tengo tiempo para eso! ---le dijo desesperado--- Mis hermanos piensan hacerme volver a casa y no escucharán, necesitan una prueba visible o nada podrá hacerlos cambiar de opinión.
--- Pero…
--- Lo siento ---le dijo nuevamente mientras montaba el caballo--- Dile a Mandy a dónde he ido y no dejes que Lucy me siga ---después de decir eso salió galopando con velocidad y Trumpkin lo perdió de vista.

Peter se había encerrado en su habitación después de su intento fallido de hablar con Edmund, sus palabras le habían afectado de una manera que jamás pensó, le dolía que su hermano deseara eso, que después de prometer que estarían juntos lo quisiera lejos de su vida. Lo único que él deseaba era ayudarlo. Tocaron a la puerta y pudo oír casi gritar a Susan del otro lado.
--- ¡Peter! Abre la puerta, por favor --- dijo Susan alterada--- Necesito hablar contigo ¡Es urgente!
Peter se secó las lágrimas de su cara y se apresuró a abrirle después de que Susan comenzara a golpear insistentemente. Ella y Caspian entraron precipitadamente en cuanto quitó el seguro de la puerta.
--- ¿Qué sucede Susan? ---dijo preocupado al verla tan alterada y con los ojos rojos.
--- Edmund, Peter… ---dijo ella intentando poder hablar sin soltar nuevamente en llanto--- ¡Edmund decía la verdad!
--- ¿Qué? ---preguntó sorprendido.
--- ¡Todo este tiempo nos ha dicho la verdad! ---dijo afligida--- La Bruja Blanca regresó. Reepichip encontró a la familia de liebres que le salvaron la vida a Edmund convertidos en piedra y Petirrojo también estaba ahí, la bruja ha conseguido que dudemos de nuestro hermano, Peter ---terminó con lágrimas en el rostro.
Toda esa nueva información era demasiado difícil para procesarla tan rápido, Edmund… ¿Edmund estaba en lo cierto? No había nada malo en él… simplemente había dicho la verdad. La verdad… ¡LA VERDAD! en ese momento la culpabilidad se asentó en su pecho. No habían creído en él, habían optado por las demás posibilidades antes de creer que era cierto.
Se sentía basura al haber caído en los engaños de la Bruja Blanca en vez de confiar en su hermano y en Lucy, ella siempre había creído en Ed, siempre había creído cuando todos los demás no. ¿Acaso no había aprendido nada después de todo su tiempo en Narnia? ¿Qué había pasado con él?
--- ¿Cómo pude ser tan tonto? ---se reprochó a sí mismo. En ese momento Lucy irrumpió en la habitación agitada después de haber corrido, todos la miraron preocupados por la expresión de su rostro.
--- ¡Peter! ---gritó en cuanto entró--- ¡Edmund se fue!
--- ¡¿Qué?! ---saltaron los tres al mismo tiempo.
--- Se fue para probarte que decía la verdad ---dijo Lucy con reproche--- ¡Hay que ir tras él!
Habiendo dicho esto salió corriendo directo a las caballerizas para ir en pos de Edmund, Susan salió corriendo diciendo algo de que iría por sus cosas, Peter después de un segundo de conmoción reaccionó y rápidamente tomó su espada, su capa y se dispuso a salir.
--- Iré con ustedes ---dijo Caspian quien intentó seguir a Peter pero éste lo detuvo.
--- No, tienes que quedarte aquí ---le dijo deteniéndose en la puerta--- Las tropas de Archenland estarán por llegar y pronto habrá que partir a la batalla. Tienes que dirigir al ejército, Caspian.
--- Tienes razón ---reconoció--- Soy el Rey y debo estar aquí con ellos.
--- No te preocupes ---le reconfortó--- Volveremos tan pronto lo encontremos.

Lucy en cuanto llegó a las caballerizas tomó una silla y comenzó a colocarla en uno de los caballos ignorando que Trumpkin aún seguía ahí.
--- No puedes ir tras él --- habló él asustando a Lucy quien no lo había visto.
--- Tengo que ---dijo ella recobrándose de la sorpresa y continuando con el caballo--- Es muy peligroso que vaya sólo y una completa locura.
--- Él me dijo que no te dejara seguirlo ---insistió él.
--- No vas a impedírmelo ---dijo ella decidida--- Además mis hermanos vienen en camino, ellos también irán por él y si no voy antes que ellos no me dejarán ir --- subió al caballo y miró a Trumpkin por última vez--- dime por dónde se fue ---Trumpkin dudó por un momento--- ¡Por favor, Trumpkin! ---le gritó exasperada--- Tengo que alcanzarlo ---Trumpkin suspiró resignado y le indicó el camino sin mirarla mientras ella salía velozmente hacia allá y le dedicaba un gracias.

Minutos después Peter y Susan llegaban corriendo a preparar sus caballos, Trumpkin los estaba esperando con ellos listos para partir.
--- ¿Viste a Lucy? ---preguntó Peter.
--- Se fue tras él ---respondió Trumpkin--- no pude detenerla.
--- ¿Por dónde se fueron? ---preguntó Susan ya montada en su caballo.
Trumpkin al igual que había hecho con Lucy les señaló el camino y ellos no tardaron en seguirlo, esperaban alcanzarlos pronto y aclarar las cosas ahora que todos sabían la verdad. Sí, ahora sabían la verdad, pero la supieron demasiado tarde, de haberlo hecho antes nada de eso estaría pasando, no tendrían que traer de vuelta a Edmund y él nunca hubiera tenido que probarles nada, ese pensamiento resonaba en la mente de ambos y hasta no encontrarlo no pararía.

Esperaba que no lo siguieran, aunque sabía que eso jamás pasaría. Pero de algo estaba seguro, no regresaría hasta que creyeran en él y se los probaría a como diera lugar.
El bosque se mostraba más oscuro de lo normal, debía alejarse lo más que pudiera antes de que la noche cayera sobre el bosque y perdiera la poca visibilidad que tenía. En ese momento escuchó ruidos a su alrededor, lo seguían, miró hacia ambos lados y vio varias sombras persiguiéndolo, ahora más que nunca no debía parar, si lo hacía se vería en apuros, pero eso no dependía de él. Su caballo comenzó a cansarse y llegó el momento en que sus perseguidores salieron a la luz y se interpusieron en su camino. El caballo se paró en dos patas asustado, Edmund casi cayó de él pero logró sostenerse a tiempo, una vez asegurado vio como varios lobos lo rodeaban y se acercaban peligrosamente.
--- Así que… se han vuelto del lado de la bruja ---dijo Edmund con desprecio--- Hace siglos lo hubiera esperado, pero ahora… Creí que su lealtad estaba con Caspian.
--- Nuestra lealtad siempre ha estado con Jadis ---dijo aquel que parecía el líder de ellos--- Y ahora que ha regresado volverá a tener el control de Narnia ---terminó con una mezcla de alegría en su áspera voz.
--- Eso jamás pasará ---aseguró Edmund--- ya ha sido vencida antes ---dijo mordaz.
--- Basta de charlas ---dijo molesto --- vendrás con nosotros.
--- Y qué te hace pensar que iré --- dijo despectivo.
--- No era una pregunta ---dijo amenazante mientras los demás lobos se acercaban más a Edmund enseñando sus afilados dientes.
Eran demasiados para él, lo sabía, pero tenía que intentar defenderse. Acercó su mano al mango de su espada pero los lobos lo notaron y antes de que él pudiera hacer nada se abalanzaron sobre el caballo, quien asustado de los lobos se levantó en dos patas de nuevo, pero esta vez Edmund no lo vio venir y cayó del caballo. Ese momento lo aprovecharon dos lobos para sujetarlo, clavando sus afilados dientes en ambos brazos haciéndole soltar un grito de dolor y un tercero se posicionó sobre él.
--- Te tenemos ---dijo victorioso el líder de la camada acercándose a donde tenían a Edmund inmovilizado. Un relincho se escuchó súbitamente y Lucy apareció galopando en su caballo haciendo que los demás lobos retrocedieran un poco, desmontó rápidamente y sacó su daga en forma amenazante.
--- ¡Suelten a mi hermano! ---exigió ferozmente.
Después de haberse recuperado de la impresión por su llegada, los lobos se burlaron de ella al verla sola y sin representar una verdadera amenaza para ellos.
--- ¡Lucy! ¿Qué haces aquí? ¡Vete! ---gritó Edmund desesperado intentando inútilmente de zafarse, consiguiendo solamente hacerse más daño.
--- ¡No te dejaré aquí! ---respondió decidida.
--- ¿Así que has venido a intentar ayudarlo? ---se burló el líder mientras dos de sus lobos se acercaban a ella gruñendo. Lucy a pesar de estar asustada no se movió ni un centímetro.
--- No he venido a intentarlo ---respondió mordaz--- lo haré ---De nuevo una ola de risas se hizo presente.
--- Será divertido verte intentarlo ---terminó de decir el lobo para después hacerle una seña a ambos lobos y éstos se lanzaron sobre ella.
--- ¡LUCY! ---gritó Edmund.
El grito de su hermano le ayudó a reaccionar a tiempo para esquivar a uno de ellos y lograr herirlo, pero no fue lo suficientemente rápida para esquivar al otro y éste la derribó consiguiendo que soltara su daga.
--- Muy entretenido ---dijo el jefe divertido, mientras el lobo la amenazaba con sus afilados dientes y el herido se reincorporaba y se unía a él.
--- ¡Déjala ir! ---le gritó Edmund--- Es a mí a quien quieres.
--- ¿Así que ahora aceptas venir con nosotros? ---dijo entretenido soltando después una carcajada.
--- ¡Por favor déjala ir! ---le rogó, no soportaría que a su hermana le sucediera algo, después de que por él ella se encontraba ahí. El lobo lo miró con suficiencia y miró a los lobos que acorralaban a Lucy.
--- Mátenla ---dijo simplemente.
--- ¡NO!
Dos caballos aparecieron de la nada y Peter con la espada desenvainada saltó del suyo aterrizando junto a Lucy deshaciéndose de uno de los lobos que habían intentado matarla y luego del otro que enfurecido por haber matado a su compañero se había abalanzado hacia él. Lucy alcanzó su daga y su hermano la ayudó a ponerse de pie. Susan seguía en el caballo con su arco tenso y apuntando a uno de los lobos que tenían sujeto a Edmund listo para disparar.
--- Libérenlo ---ordenó Peter apuntándoles con su espada.
--- No creo que estés en posición de darnos órdenes ---gruñó molesto el líder de los lobos, dio una mirada al lobo que Edmund tenía encima y éste comprendiendo al instante rodeó con su mandíbula el cuello de Edmund encajando levemente sus colmillos--- Hagan un movimiento en falso y desgarrará su cuello ---amenazó.
--- ¡Peter! ---habló Edmund esforzándose por reprimir el dolor que sentía mayormente en sus brazos--- no le creas, ella me quiere con vida.
--- Tal vez te quiera con vida ---aceptó el jefe--- pero no mencionó que tenías que estar entero--- en eso uno de los que sujetaban sus brazos apretó más su agarre y Edmund gritó de dolor.
--- ¡Está bien! ---dijo Peter desesperado bajando su espada--- sólo no le hagas daño--- el lobo dejó de oprimir el brazo.
Lucy miró a Susan que aún seguía con su arco tensado, ella la miró también y con sus miradas comprendieron perfectamente lo que tenían que hacer.
Lucy arrojó su daga velozmente a uno de los lobos que sujetaba el brazo de Edmund terminando con él, inmediatamente después Susan disparó su flecha al lobo que estaba sobre su hermano. Sin pensarlo dos veces y habiéndose librado de dos de sus captores, Edmund le dio un puñetazo al tercero dejándolo aturdido y liberándose completamente.
En ese mismo momento uno de los lobos que quedaba arremetió contra el caballo de Susan asustándolo y logrando que ella cayera al suelo y se golpeara en la cabeza.
Por otro lado, cuando el líder de la camada vio que Edmund se liberaba, furioso se abalanzó sobre él, pero gracias a la rapidez de Peter y a un ágil movimiento de su espada lo acabó, protegiendo así a su hermano. Habiendo acabado con el líder, Peter corrió hacia Susan que aún se hallaba en el suelo mientras Lucy recogía su daga y se acercaba a preocupada a Edmund.
--- ¿Estás bien? ---preguntó ella.
--- Sí ---respondió vagamente levantándose del suelo.
--- Edmund, ayúdame con Susan ---pidió Peter levantando un poco el cuerpo inconsciente de su hermana--- Parece que no es nada grave pero hay que volver al castillo para que la revisen.
Edmund y Lucy se apresuraron hacia donde se encontraban ellos pero para su sorpresa, antes de que pudieran acercárseles, del cielo cayó un extraño rayo justo en medio de ellos y de él se extendieron llamas por todas partes separándoles unos de otros.
Edmund y Lucy retrocedieron al sentir el calor abrasador. Peter, por su parte, cargó a Susan en sus brazos y también retrocedió para evitar ser alcanzados por las llamas.
--- ¡Edmund! ---le llamó su hermano desde el otro lado de las llamas--- ayuda a Lucy y salgan de aquí. Yo buscaré otra salida por aquí con Susan.
--- Pero… ---intentó discutirle, no podían separarse en esos momentos, además de que Peter estaba en desventaja al tener que proteger a Susan mientras estaba inconsciente.
--- Estaremos bien ---respondió Peter, sabiendo lo que Edmund pensaba--- date prisa, las llamas se extenderán rápido y ya no habrá salida. ¡Ahora Ed! ---ordenó al ver que su hermano no se movía.
Edmund reaccionó ante el grito de Peter y buscó rápido la manera de llegar a Lucy, pues las llamas también los había separado a ellos. Peter se alejó con Susan más tranquilo al ver que Edmund le obedecía, contaba con que ellos lograrían salir, pero no podía decir lo mismo de él y su hermana, sabía que no sería tan sencillo con ella en sus brazos pero tenía que hacer el intento.
Edmund al no encontrar una más rápida y eficiente manera de cruzar, optó por la más arriesgada al parecer de Lucy. Se apartó un poco de la línea divisora entre ambos y después corrió con todas sus fuerzas hacia ella, para después dar un gran salto por sobre las llamas, cayó al suelo rodando sobre sí mismo para apagar el fuego que pudiera haberse generado en sus ropas, después se reincorporó y tomó la mano de Lucy.
--- ¡Vámonos! ---urgió.
--- ¡Estás loco! --- le regañaba Lucy mientras corrían por el bosque envuelto en llamaradas, lo que había hecho pudo haberlo herido gravemente--- ¡Por qué no piensas en las consecuencias antes de hacer las cosas!
--- En estos momentos, el fuego no te dará tiempo para pensar ---fue la sencilla respuesta de Edmund mientras esquivaban las ramas que caían de los pobres árboles en llamas.
Hasta ese momento no había prestado atención a los sonidos que la rodeaban ni se había detenido a pensar en lo que sucedía; sólo se limitaba a correr, aferrada a la mano de su hermano quien la guiaba, pero después de un tiempo se dio cuenta de que escuchaba gritos, lamentos por todas partes. Los árboles que eran consumidos por las llamas gritaban de dolor, agonizaban lentamente, podía sentir su sufrimiento en cada uno de sus lamentos.
--- Edmund ---dijo con dolor--- los árboles…
--- No podemos hacer nada por ellos ---escuchó que su hermano le decía, podía notar que él se sentía igual que ella--- debemos salir de aquí primero.
Siguieron corriendo por unos minutos que parecieron horas hasta que lograron ver un punto en el que las llamas terminaban, se apuraron hacia allá hasta que lograron salir ilesos de ese mar de llamas. Se alejaron un poco más debido al humo que los rodeaba y llegaron al límite del bosque donde una pradera se extendía.
Lucy miraba sobre su hombro observando la inmensa nube de humo que se alzaba sobre el bosque y notó que poco a poco se apagaban los gritos de los indefensos árboles. No se percató del momento en que Edmund se detuvo bruscamente lo que consiguió que chocara contra su espalda.
--- ¿Por qué te detienes? ---le cuestionó, no notó la expresión de su rostro hasta que ella también tomó esa expresión al mirar al frente y ver lo mismo que él.

Peter corría lo más rápido que sus pies le permitían en esos momentos con Susan en sus brazos. Se sentía cansado, ahogado por el humo que se esparcía por todas partes y rodeado por las llamas que parecían crecer a medida que intentaba alejarse de ellas. Ya no sabía por dónde más ir, desesperado buscaba una abertura entre el fuego pero nada, no había nada, llegó un momento en el que al final se vio rodeado por completo y derrotado cayó al suelo. ¿Acaso ese sería su fin? Deseó haber hecho más por Susan pero él ya no podía más ¿Edmund les llegaría a perdonar algún día? Para tranquilizar su consciencia esperaba que sí. Habían perdido la oportunidad de disculparse pero tenía la seguridad de que Caspian se lo diría a Edmund por él. Ahora sólo le quedaba esperar por su muerte.
Un movimiento entre sus brazos lo hizo despertar de sus pensamientos y notó que Susan comenzaba a despertar. Abrió sus ojos y tosió un poco por el humo.
--- Susan, ¿te encuentras bien? ---preguntó preocupado--- Ella lo miró confundida y asustada al verse rodeados por las llamas.
--- ¿Qué pasó? ---preguntó sentándose en el suelo y mirando a su alrededor aterrada.
--- Hay un incendio ---intentó explicarle.
--- ¿Dónde están Edmund y Lucy? ---preguntó asustada.
--- Tuvimos que separarnos, estoy seguro de que estarán bien.---le dijo su hermano. Ella notó en su rostro el cansancio y una mezcla de tristeza--- Susan, tienes que intentar salir de aquí.
--- ¿Y qué hay de ti? ---cuestionó al sólo mencionar que ella tenía que salir.
--- Ya no puedo seguir ---dijo agotado--- debes irte Susan y encontrar a nuestros hermanos.
--- ¡No puedo hacer eso! ---le regañó--- ¡No puedes rendirte, y si es necesario me quedaré aquí contigo, pero no me pidas que te abandone!
--- Susan…
--- ¡No, Peter! ---le atajó. Pudo ver en sus ojos la determinación y supo que no la haría cambiar de parecer, así que si no quería que ella muriera él tampoco debía morir. Se levantó con su ayuda y ambos miraron a su alrededor, rodeados… completamente rodeados. Aún así sentía dentro de él la seguridad de que saldrían de ahí, no sabía cómo explicar ese sentimiento, pero estaba seguro que era real. Cómo si respondiera a sus sentimientos, un inmenso árbol cayó frente a ellos con un estruendo igual al rugido de un león, gracias a él, el camino les fue abierto. Peter tomó la mano de Susan y ambos cruzaron sobre el árbol librándose de las llamas que los tenían cautivos. Pronto estuvieron lejos de ellas y del humo, ahora podían buscar a sus hermanos sin correr peligro. El bosque yacía oscuro ahora que la noche había caído, pero las llamas a lo lejos les ayudaban con la visibilidad, estaban por decidir dónde empezarían a buscarlos cuando un grito les heló la sangre.
--- ¡NOOO! ---pudieron escuchar a lo lejos el grito desgarrador de Edmund. Asustados corrieron hacia dónde había provenido el grito.
--- ¡EDMUND! ---gritó Peter presa del pánico.
--- ¡PETER! ---se escuchó de nuevo su grito desesperado. Él y Susan corrieron aún más rápido de lo que pudieron llegar a imaginar.
--- ¡ED! ---siguió gritando Peter, corriendo y corriendo, sintiendo la desesperación de no llegar y sin querer imaginarse qué había pasado.


Uy que se imaginan que pasó? Picaro diablo
bueno... intentaré que la espera no sea mucha pero no prometo nada Jijiji
saludos y gracias por seguir el fic Muy Feliz
de verdad se los agradezco mucho n.n
cuidense
Guiño

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divinafer
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MensajePublicado: Mar Ago 31, 2010 6:23 pm    Asunto: Responder citando

wow, esta increible,
yo creo que se encontraron con jadis pero
espero que no sea eso,
está genial siguele!
uhuh me llenas de suspenso

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MensajePublicado: Mar Ago 31, 2010 10:04 pm    Asunto: Responder citando

estuvo mas que genial me dejaste suuuuuuuuper intrigada porfis continua pronto te lo sulico Rezando Rezando Rezando Rezando Rezando Rezando Rezando
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MensajePublicado: Jue Sep 30, 2010 2:28 am    Asunto: Capítulo 14 : La primera nevada Responder citando

Nuevo cap siii!!! Muy Feliz
lamento la demora pero espero y les guste n.n
gracias por seguir leyendo



La primera nevada



Ambos se habían quedado inmóviles, ninguno había imaginado ni por un momento encontrarla en ese lugar. Mientras tanto, Jadis los miraba con una sonrisa burlesca y esa mirada penetrante que los dejaba paralizados, a sus costados se situaban diez calormenos armados y listos para atacar.
--- Eres un maleducado Edmund, mira que me has hecho venir hasta aquí ---se quejó la bruja con fingida molestia.

Eso fue suficiente para hacer reaccionar a Edmund, sacó su espada desafiante y se colocó delante de Lucy cubriéndola con su cuerpo, ella no se opuso pues aún continuaba asustada de tener frente a ellos a la Bruja Blanca. El sólo hecho de escuchar su voz anteriormente había sido suficiente para alterarla y ahora que la tenía de frente tal cómo la recordaba no sabía qué hacer ¿Dónde estaban Peter y Susan en esos momentos? Sacudió su cabeza para enfocar sus pensamientos, debía ser valiente y apoyar a su hermano, intentó colocarse a un lado de él pero la detuvo.
--- Quédate detrás ---le ordenó.
--- ¿Acaso piensas pelear tu sólo? ---le reprendió.
--- Quédate detrás ---repitió de forma más dura. Necesitaba pensar y rápido, siempre había sido bueno con las estrategias cuando se lo proponía y se tomaba su tiempo, ahora más que nunca necesitaba de esas habilidades, pues actuar impulsivamente también lo caracterizaba y era algo que no debía utilizar ahí, pues casi nunca las cosas terminaban del todo bien.
Estaba seguro de poder mantener una batalla por lo menos con cinco de ellos al mismo tiempo, pero aún quedaban otros cinco y Jadis… Si peleaba, Lucy quedaría desprotegida, pero si no lo hacía ellos de igual modo los atacarían. Según el lobo, la Bruja Blanca había ordenado llevarlo ante ella con vida pero eso no incluía a Lucy, tenía que hacer algo para sacarla de ahí.
--- ¿Eso es todo lo que harán? ---se burló fríamente viendo como ninguno se movía--- Esperaba algo mejor de ustedes.
--- ¿Cómo es que has regresado? --- preguntó Edmund, no sabía qué más hacer para ganar tiempo, además que esa pregunta había rondado por su cabeza mucho tiempo--- Aquella vez detuvimos tu regreso ---mencionó, recordando aquel momento en el altozano de Aslan.
--- Lo recuerdo bien ---dijo ella conteniendo su ira--- no estoy muy contenta con lo que hiciste Edmund ---después su cara se alegró entre esas duras facciones--- Pero, tuve suerte, los calormenos me liberaron gracias a los narnianos que aún me eran fieles.
--- Así que fueron los calormenos ---murmuró sorprendido.
--- Esas pequeñas infiltraciones y ataques sólo fueron una distracción ---le explicó--- Necesitaban mi vara para liberarme ---mencionó a la vez que levantaba su vara dorada la cual brilló a la luz del fuego a sus espaldas. Su cuerpo se tensó instantáneamente al verla, no podría defenderse tan fácilmente de eso--- Claro que hubiera sido más sencillo si no hubiera quedado sepultada bajo los escombros a causa de esos telmarinos ---terminó con desprecio.
--- Volverás a dónde perteneces ---dijo Edmund del mismo modo.
---- Yo no lo creo ---dijo sin perder su mirada fría y segura--- Hasta ahora todo ha salido como lo planee. Te tengo justo dónde quería, Edmund. Aunque claro, si hubieras aceptado amablemente acompañar a mis lobos no me tendrías aquí ---le habló la Bruja Blanca ---pero como dije antes, eres tan predecible.
--- Si me quieres a mí ---habló él, sabiendo que lo que hacía no le parecería a su hermana--- No opondré resistencia, pero deja ir a Lucy.
--- ¡No! ---exclamó Lucy indignada--- No me iré.
--- Lucy…
--- No me iré, Edmund ---se empecinó--- No te dejaré aquí con ella.
--- Está bien ---aceptó la Bruja Blanca, interrumpiendo su discusión a lo que ambos la miraron asombrados de su respuesta tan rápida--- Suelta tu espada y dejaré que se vaya.
--- Bien---dijo Edmund tirando su espada. Se giró hacia Lucy viendo en sus ojos miedo y lágrimas deslizándose por su rostro.
--- No me pidas que haga eso ---rogó ella--- no quiero dejarte.
--- Por favor, Lucy ---suplicó él también posando sus manos sobre los hombros de ella--- tienes que hacerlo, hazlo por mí, no soportaría que te pasara algo.
--- Pero…
--- Busca a Peter y a Susan, y diles lo que sucede ---la interrumpió--- estaré bien.
Ella sabía que sólo lo decía para reconfortarla, no quería dejarlo porque podría ser la última vez que lo vería. Pero, sólo ellos dos no podrían contra los calormenos y la bruja, necesitaba de sus hermanos, los buscaría y juntos ayudarían a Edmund, era lo único que podía hacer por él en la situación que se encontraban.
--- No tengo todo el tiempo del mundo ---dijo la bruja aburrida--- vete antes de que me arrepienta.
Lucy abrazó a Edmund con fuerza sollozando débilmente, Edmund se esforzó por contenerse de llorar también, se separaron y antes de irse Lucy le dirigió a la bruja una mirada de aversión para después correr hacia el linde del bosque.
Dos calormenos se acercaron a Edmund sujetando sus brazos con fuerza por si intentaba escapar, Edmund notó que la bruja sonreía victoriosa y se acercaba un poco a él.
--- Iluso ---dijo con crueldad. Aterrado vio como lentamente levantaba su vara apuntando unos metros más allá y de ella salía un rayo azul.
--- ¡NOOO! ---gritó con dolor.
Lucy no se había alejado lo suficiente cuando escuchó el gritó de su hermano, asustada se giró para sólo ver una luz azul y después…nada.
--- Fuiste un tonto al creer que iba a cumplir --- se burló de él viendo cómo éste se retorcía intentando zafarse del agarre de los soldados y correr hacía su hermana--- Se verá bien en mi jardín, nada mal para empezar mi nueva colección.

Estaba destrozado, su hermana… su hermanita, no había podido protegerla. Tontamente había creído que si se entregaba la bruja le dejaría marcharse, ahora Lucy era una imagen de piedra, una estatua como Petirrojo, como los señores liebres y sus hijos.
Las lágrimas salían una tras otra, mirando con dolor a su pequeña hermana con la mirada perdida y su rostro asustado, un rosto que no vería sonreír de nuevo. Ya no volvería a escuchar su risa alegre y su dulce voz, no la vería más saltar con júbilo ante las cosas más simples de la vida, no podría abrazarla de nuevo. Todo se derrumbaba a su alrededor, su corazón se hacía pedazos a cada segundo y la culpa inundaba su ser.

--- ¡EDMUND! ---escuchó a la lejanía el gritó de su hermano. Una nueva esperanza surgía ante tanto dolor. Sus hermanos debían ver que la Bruja Blanca había vuelto y así al menos la verdad no moriría con ellos y podrían detenerla.
--- ¡PETER! ---gritó desesperado utilizando las últimas fuerzas que le quedaban.
--- ¡Cállenlo! ---ordenó Jadis molesta a los calormenos que lo sostenían. Uno de ellos le dio un golpe en la cabeza con la empuñadura de su espada y Edmund quedó inconsciente.
--- ¡Muévanse! ---ordenó la Bruja Blanca--- No deben vernos.
Uno de los calormenos cargó el cuerpo inconsciente de Edmund y junto a los demás corrió al lado del carro de guerra que transportaba a Jadis alejándose prontamente del lugar.


Cuando Peter y Susan llegaron al linde del bosque miraron por todas partes desesperados intentando encontrar alguna señal de sus hermanos.
--- ¡Lucy! ---gritó Susan, esperando escuchar una respuesta, pero nada sucedió.
--- ¡Edmund! --- gritó entonces Peter, sin embargo, el silencio seguía.
No podían estar muy lejos, pero la voz de Edmund ya no se oía más ¿Eso qué significaba? ¿Le había pasado algo? ¿Lucy estaría bien? La angustia lo carcomía por dentro ¿Qué había pasado?
--- ¡Ahí hay algo! ---dijo Susan de pronto, señalando una pequeña silueta a unos metros de donde se encontraban.
Enseguida ambos corrieron hacia allá lo más rápido que sus pies les permitieron con la esperanza de que fuera alguno de ellos, pero al llegar ahí sus corazones se detuvieron de la impresión y sus caras palidecieron completamente ante la imagen que sus ojos veían. Era Lucy, no había duda alguna de ello, sin embargo, ahora era de piedra…
--- ¡LUCY! ---gritó Susan conmocionada y cayó al suelo de rodillas cubriendo su boca con ambas manos y llorando dolorosamente por su hermana. Peter podía escuchar su llanto, sin embargo no podía reaccionar, su cuerpo no respondía y seguía sin despegar la vista de Lucy. Podía ver sus ojos asustados, todo en su rostro demostraba miedo, ella tenía miedo… y no podía hacer nada para desaparecerlo.
Sólo conocía una persona en todo el mundo que podía haberle hecho eso a su hermana, y la ira, la culpa, el dolor era lo único que podía sentir en esos momentos al pensar que pudo haberlo evitado, nada de eso estaría pasando de no ser por él, cometió un error tras otro, todo era su culpa. Las lágrimas por fin afloraron de sus ojos, cayó al suelo devastado y gritó con rabia mientras golpeaba el suelo con furia. Notó como Susan se sobresalto con sus acciones y vio en sus ojos miedo mezclado con su dolor. Una vez más se sintió culpable. Arrepentido se acercó a ella y la rodeó con sus brazos en un fuerte abrazo al que ella correspondió inmediatamente mientras lloraba sobre su pecho.
--- Perdón por asustarte ---susurró llorando junto con ella, Susan negó con la cabeza aún escondida en su pecho y lo abrazó más fuerte.
Peter alzó la vista a su alrededor y contempló las llamas que se extendía frente a ellos junto con los gritos apagados de los árboles, luego se encontraba su pequeña hermana convertida en piedra a lo que le hizo sentir una fuerte opresión en el pecho, pero faltaba algo más, buscó por todas partes con su mirada pero no pudo encontrarlo. De pronto un extraño brillo en el suelo le llamó la atención, no se encontraba muy lejos de ellos. Peter tuvo que desprender su abrazo con Susan y caminó a donde provenía aquel brillo, Susan lo miró intrigada permaneciendo en el suelo mientras Peter llegaba a donde estaba el brillo, se inclinó a recogerlo y lentamente se puso nuevamente en pie sosteniendo en su mano la espada de Edmund, apartó su mirada de ella y notó las marcas en el suelo de varios pares de pies y unas delgadas líneas más adelante, seguramente ruedas.
--- Se lo llevaron ---susurró con rabia mirando hacia el horizonte. Caminó a donde estaban Susan y Lucy mostrándole la espada de Edmund a su hermana--- La Bruja Blanca se lo ha llevado ---dijo derrotado y con lágrimas en su rostro. Le había fallado… les había fallado a sus hermanos. Había prometido protegerlos y no lo había hecho, cuando más lo necesitaban no estuvo ahí.
--- Crees que este…---preguntó Susan titubeante.
--- No ---respondió él de inmediato--- Edmund dijo que le quería vivo.
--- ¿Para qué querría mantenerlo vivo? ---dijo Susan angustiada pensando en lo que podrían estarle haciendo a su hermano.
--- No lo sé ---dijo Peter sin querer imaginarlo, no podía dejar que Edmund pasara una vez más por eso--- Toma ---dijo a Susan mientras le extendía la espada de Edmund. Susan la agarró confundida ---Úsala si lo necesitas. Iré a buscarlo ---respondió ante la mirada interrogante de ella.
--- ¡No puedes ir tu sólo, es muy peligroso! ---le dijo asustada--- ¿Cómo piensas rescatarlo solo?
--- Estaré bien ---intentó convencerla--- Sé lo que hago.
--- Iré contigo ---le dijo seriamente poniéndose en pie.
--- No puedes, debes quedarte con Lucy ---dijo Peter.
--- Entonces espera a pedir ayuda ---siguió intentando ella testarudamente.
--- No puedo perder más tiempo, Susan ---dijo desesperado--- Cada segundo que pasa Edmund puede estar más cerca de la muerte cuando la bruja ya no lo necesite más. No puedo esperar a que la ayuda venga.
Podía notar cómo el cerebro de Susan trabajaba a mil por hora intentando buscar una razón lo suficientemente sólida para no dejarlo ir, sin embargo, vio satisfecho como ella suspiraba derrotada después de unos momentos.
--- Esta bien ---dijo entristecida.
--- Te prometo que regresaré con Edmund ---dijo Peter muy seguro. Ella lo miró con los ojos anegados en lágrimas y corrió a abrazarlo.
--- Ten cuidado ---le susurró.
--- Lo tendré ---Se alejó un poco y buscó el rastro que habían dejado. Por primera vez tomó en cuenta que eran huellas humanas ¿Qué humano se uniría a ella? En primera instancia por su mente cruzaron los calormenos ¿Podría ser? Por el momento eso no le importaba, lo único que debía tener en mente era ir y traer a Edmund de vuelta. Esta vez cumpliría su promesa--- Haz sonar tu cuerno ---le dijo a Susan--- No creo que hayan pasado por alto el incendio por lo que la ayuda llegará pronto y sabrán tu ubicación--- Susan asintió mientras sacaba su cuerno y después lo hacía resonar por todo el lugar, el sonido recorrió si era posible toda Narnia, haciendo que a más de uno se le erizara la piel, aquel potente sonido era también como una señal para él de marcharse por lo que sus ojos se miraron una última vez antes de emprender su caminó por el prado.
--- Volveré pronto ---prometió Peter, dio media vuelta y comenzó a caminar.
--- Eso espero ---susurró ella rogando porque así fuera.

Susan siguió el camino trazado por su hermano hasta perderlo de vista, aun así no dejó de mirar al frente hasta que el primer copo de nieve cayó sobre su rostro y al alzar la mirada al cielo vio como empezaban a caer uno tras otro. La primera nevada había llegado. Anunciando el invierno, anunciando una nueva guerra y una nueva batalla contra la Bruja Blanca.

Bueno, espero saber que les pareció
nos vemos en el próximo capítulo
Guiño
saludos
Muy Feliz

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MensajePublicado: Jue Sep 30, 2010 4:20 pm    Asunto: Responder citando

o no Llorando pobre ed y pobre lu o ya quiero saber que pasa que las cosas se solucionen pronto .....te hesta quedando excelente
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MensajePublicado: Jue Sep 30, 2010 5:23 pm    Asunto: Responder citando

te juro que me salieron mis lagrimitas,
esta increible.
pobres, ya quiero saber que pasa con lucy.

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2Jillpole95
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MensajePublicado: Dom Oct 31, 2010 8:12 pm    Asunto: Responder citando

llevas muco sin publcar cap me estoy devanado lo cesos pensando en que pasara jejeje no mentiras tomate tu tiempo siempre llegas con un super capi

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florencia pevensie
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MensajePublicado: Dom Nov 14, 2010 6:42 pm    Asunto: Responder citando

ayy!! Xfavor te lo pido sube un nuevo cap, no lo dejes a medias x favor

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MensajePublicado: Mar Nov 23, 2010 12:53 pm    Asunto: Capítulo 15 : La magia del brazalete Responder citando

Lo sientoooooo se que me tarde muuuuchoo pero estoy inhundada a mas no poder de proyectos extremadamente complejos T-T
Pero por fin!! traigo uno nuevo!
Muy Feliz
nos vemos abajo :Guiño:


15.-La magia del brazalete

Caspian miraba preocupado desde la muralla de Cair Paravel cómo las llamas se extendían por el bosque a lo lejos, Trumpkin y Reepichip se hallaban a su lado.
--- El escuadrón de rescate debería llegar pronto para detener el incendio ---mencionó Trumpkin.
--- Rompetiempo va con ellos ---prosiguió Reepichip---con él podrán apagarlo más deprisa.
--- No es sólo el incendio lo que me preocupa ---susurró Caspian--- es la ubicación de él y quién pudo haberlo ocasionado.
--- ¿Cree que los reyes y reinas estarán bien? Después de todo era el camino que tomaron cuando partieron ---dijo Reepichip.
--- Espero que sólo sea simple coincidencia ---respondió preocupado--- Sin embargo, ¿quién ocasionó el incendio?
--- Los reportes matutinos indicaron que no había calormenos en la zona ---aseguró Trumpkin.
--- ¿Podrían estar usando alguna clase de magia para esconderse? ---sugirió Reepichip.
--- ¿Magia? ---dijo Trumpkin incrédulo--- si ellos temen cualquier cosa relacionada con ella.
--- ¿No crees que es extraño que la Bruja Blanca apareciera al mismo tiempo que ellos? ---defendió Reepichip su idea--- podrían estar relacionados.
--- ¡Tonterías! ---insistió el enano--- ¿Cómo sabrían de ella?
--- Yo también lo he estado pensando ---mencionó Caspian, interrumpiendo su discusión--- Aunque me parezca imposible…
Caspian se detuvo al escuchar un potente sonido que lo hizo estremecerse de pies a cabeza al igual que a Trumpkin y Reepichip que saltaron sobresaltados en su lugar. Era ese mismo sonido que había escuchado cuando hizo sonar el cuerno de Susan hacía un año, el mismo cuerno que le había devuelto a ella hace poco.
--- ¡Es ella! ---exclamó Caspian alarmado--- ¡Están en problemas! Trumpkin avisa a uno de los grifos para que me lleve hasta allá…
--- ¡Pero, no puedes dejar a tu ejército cuando están a punto de ir a la batalla! ---le interrumpió.
--- Entonces nos moveremos ya y acamparemos---respondió Caspian.
--- Pero los caballeros de Archenland aun no han llegado ---dijo Reepichip.
--- No podemos esperarlos más ---dijo Caspian apurado--- nuestras tropas ya están listas esperando por ellos, se les dará nuestra ubicación para que se reúnan con nosotros. Ahora debemos marchar, si los reyes y reinas se encuentran en peligro debió estar relacionado con los calormenos o la Bruja y necesitan de nuestra ayuda ---Con esas palabras logró convencerlos a ambos y prestaron atención a sus ordenes--- Entonces, Trumpkin avisa a los grifos y reúne a un grupo que pueda partir sobre ellos, Reepichip dile a Vendaval que aliste al demás ejército para partir lo más pronto posible, yo me adelantaré y les enviaré la ubicación donde se reunirán conmigo. ¿Entendido?
--- Si, majestad ---respondieron por igual y partieron de inmediato a cumplir sus órdenes. Caspian volvió la mirada hacia las llamas, rogando porque estuvieran bien. Sintió que algo frio se posaba sobre su mano apoyada en la muralla, miró hacia el cielo y comprendió a qué se debía.
--- Nieve… ---susurró. En definitiva un mal presagio.


La temperatura comenzaba a bajar rápidamente mientras la nieve empezaba a caer con mayor rapidez. Inútilmente Susan trataba de quitar la nieve que se acumulaba sobre Lucy quien para su pesar permanecía inmóvil. Ella seguía llorando por su pobre hermanita y sollozaba cada vez que pasaba su mano sobre ella tratando de apartar la nieve. Le dolía verla en ese estado, deseaba con todas sus fuerzas que eso no hubiera sucedido, que Lucy aún estuviera bien al igual que Edmund. Deseaba no haber estado tan cegada y ocasionar que todo eso sucediera, sabía que Peter se sentía culpable pero ella lo era aún más y eso le destrozaba el corazón. No sabía qué más podía hacer, se sentía perdida sin sus hermanos. Llorando con mayor fuerza abrazó el cuerpo de Lucy intentando encontrar algún consuelo en ello, sin embargo, podía sentir la fría piedra entre sus brazos que no correspondía a su abrazo. Sólo había alguien que podía ayudar a su hermana en ese momento.
--- Aslan, ayúdame ---rogó ella aun abrazada a Lucy.

Una brisa cálida en medio de ese frío intenso se arremolinó en torno a Susan y Lucy. Susan se separó de Lucy extrañada por esa calidez y volteó a su alrededor en busca de la fuente de ella sabiendo de quien provenía.
--- ¿Aslan? ---preguntó al aire pues no podía verlo por ninguna parte.
No hubo ninguna respuesta, mas esa calidez permanecía alrededor. Su mirada se detuvo de nuevo en su hermana y abrió los ojos con asombro, pues increíblemente Lucy volvía a la normalidad, sus mejillas volvían a tomar ese color rosado y poco a poco comenzaba a moverse y respirar otra vez. Algo desorientada y mareada, Lucy se tambaleó un poco y de no ser por Susan quien se apresuró a sujetarla hubiera caído al suelo.
--- ¿Qué pasó?--- preguntó Lucy. Se sentía confundida, Susan la abrazaba fuertemente llorando a mares sobre ella. Lo último que recordaba era una luz azul, después vino a su mente el gritó de su hermano y los recuerdos volvieron al instante --- ¡¿Dónde está Edmund?! ---gritó asustada separándose de Susan--- ¡¿Y Peter?! ¡¿Qué sucedió?!
--- Tranquilízate, Lucy ---intentó calmarla --- La Bruja Blanca te…convirtió en piedra… y… ---se esforzó por contarle sin que sus emociones se salieran de control ---Ellos… ---dijo dubitativa.
--- ¿Ellos qué, Susan?
--- La Bruja Blanca se llevó a Edmund… y Peter fue tras ellos ---explicó Susan.
--- No puede ser… ---susurró Lucy mientras las lágrimas surcaban su rostro. Después de todo lo había logrado, se lo había llevado. Su hermano estaba en las manos de esa bruja y quien sabe por lo que estaría pasando en ese preciso momento, tenían que hacer algo--- hay que ir también ---dijo Lucy recobrando la compostura.
--- No podemos ---le detuvo Susan. Lucy la miró confundida--- La nieve debió haber cubierto cualquier rastro de ellos hace tiempo, además no hay suficiente visibilidad, terminaríamos perdidas.
--- Pero…
--- Esperaremos a que la ayuda llegue ---dijo Susan con clama--- no deben tardar mucho, después veremos la forma de poder ir a buscar a Pete y a Ed ---A Lucy no parecía agradarle la idea, pero no dijo nada para oponerse a ello--- Sé cómo te sientes, yo me siento igual ---le dijo intentando controlar el llanto--- Esto es culpa mía ---sollozó ella--- si tan sólo yo…
--- ¡No es tu culpa, Susan! ---saltó Lucy de inmediato.
--- Claro que lo es ---insistió ella--- Si tan sólo yo no hubiera dicho nunca que Edmund debería regresar a casa, él no se hubiera ido y nada de esto estaría pasando ---dijo afligida.
--- Eso no es cierto ---le contradijo--- No puedes saber lo que podría haber pasado de ninguna forma. Así que sácate eso de la cabeza de una vez--- le regañó--- Edmund no querrá verte así cuando vuelva.
--- ¿Estás segura qué lo hará? ---susurró tristemente.
--- Lo estoy ---le aseguró dándole un fuerte abrazo para calmarla--- ahora esperemos la ayuda--- Susan asintió mientras se desahogaba sobre su hombro.


Al momento de abrir los ojos se encontró con un lugar lúgubre en donde se asentaba un gran silencio y un ambiente helado lo rodeaba. Sentía un fuerte dolor en la cabeza y tardó unos segundos en recordar lo que había pasado. La imagen de Lucy convertida en piedra apareció enseguida en su mente torturándolo ¿Cómo había permitido que eso pasara?
Intentó moverse pero por el dolor en sus brazos se dio cuenta que algo lo detenía, ahí fue cuando notó que tenía cadenas en pies y manos, obviamente la bruja no lo hubiera dejado así sin más encerrado, claramente hubiera podido escapar si no hubiera más que una puerta de por medio y eso ella lo sabía bien. Intentó sentarse en aquella superficie donde se encontraba, no era totalmente plana, había una grieta justo en medio de ella que hacía que la superficie se inclinara hacia un lado, se levantó un poco para ver mejor y trató de ubicar en dónde se encontraba. Una ola de recuerdos inundó su mente en cuanto logró distinguir más allá de la superficie cuadrada y partida a la mitad en donde estaba. La mesa de piedra, es a ella a donde estaba encadenado.
--- Al fin despiertas ---escuchó decir a una voz detrás de él. Al voltear vio a la Bruja Blanca junto a un calormeno quien traía una antorcha en sus manos y cerraba una puerta tras ellos que la última vez que había estado ahí no existía.
--- ¿Por qué me has traído aquí? ---fue lo primero que sus labios pronunciaron.
--- ¿Nostalgia? ---preguntó en burla--- ¿O tal vez culpa? --- caminó hasta llegar a un lado de él y lo examinó con la mirada que tanto odiaba.
--- Creí que este lugar estaba en ruinas ---continuó Edmund sin dejar que ella lo desviara del tema. Jadis sonrió con desprecio.
--- Después de mi liberación reconstruí este lugar con mis nuevos poderes---le contó---Y te traje aquí precisamente porque nadie te buscará en un lugar que se supone ya no existe--- dijo victoriosa.
Edmund examinó nuevamente el lugar y se dio cuenta que todas las imágenes grabadas en la piedra ya no estaban e inclusive la de Aslan. La Bruja Blanca se dio cuenta de eso.
--- ¿No creerás que iba a dejar esa fastidiosa imagen ahí o sí? ---se burló--- He estado esperando esto por mucho tiempo durante mi encierro, nada puede salir mal.
--- No estés tan segura de eso--- le contradijo Edmund con desprecio--- mis hermanos me encontrarán--- Jadis soltó una gran carcajada al oírlo decir eso.
--- ¿Crees que tus hermanos te salvarán? ---alargó su mano para tomar la cara de Edmund pero éste intentó alejarse con desagrado más las cadenas se lo impidieron y ella lo agarró con fuerza haciendo que la mirara a sus fríos ojos--- No lo harán---dijo con seguridad--- Ni siquiera pueden confiar en ti ---se burló--- así que pierde las esperanzas de una vez por todas ---finalizó soltándolo.
--- ¿Crees que después de lo que le hiciste a Lucy ellos seguirán pensando que no has vuelto? ---la encaró.
--- A decir verdad si lo creo ---dijo con simplicidad--- mi plan no ha tenido fallas hasta el momento. Piénsalo de este modo ---comenzó a enumerar con sus dedos--- tus hermanos saben que estás empeñado en afirmar que he vuelto, he logrado que todos tus encuentros conmigo no me vea nadie más que tú, por lo que no has tenido ninguna prueba y petirrojo fue la cereza del pastel con la que conseguí que te creyeran mal de la cabeza ---con eso soltó una carcajada--- la única que te creía yace como una estatua en medio de la nada, si la encuentran asumirán que todo ha sido planeado por ti y tu hermana para hacerles cambiar de opinión y que esa estatua es falsa ---su arrogante sonrisa se ensanchó más--- Acéptalo, no vendrán ---dijo hiriente--- Las personas no perdonan después de una traición y jamás tendrás plenamente su confianza.
No podía simplemente ignorar todo lo que ella le decía por más que lo intentara y supiera que sólo intentaba hacerle dudar, conocía a sus hermanos, sabía que lo habían perdonado o al menos eso creía… ¿Pero en qué estaba pensando? Ellos sólo habían caído en el juego de Jadis, jamás hubieran dudado de no ser por ella, pero si lo perdonaron por qué no confiaron ciegamente como lo hizo Lucy. Su cabeza era un mar de emociones a punto de estallar.
--- Tus dudas sólo confirman que estoy en lo cierto ---dijo con satisfacción.
--- ¡¿Por qué haces todo esto?! ---preguntó exasperado--- ¡¿Por qué no me has matado aún?! ¡¿Qué es lo que quieres de mí?!
--- Hacerte pagar ---dijo con odio--- Me he pasado estos años odiándote por no acabar con tu vida cuando tuve la oportunidad y a causa de eso destruiste mi vara ---Lo tomó por el cuello con fuerza y lo acercó a su cara que demostraba una gran ira---Te haré sufrir cómo no tienes idea ---susurró con fiereza--- recuperaré mi trono y Narnia se arrodillará ante su única y verdadera reina. Y verás como acabo con tus hermanos uno por uno ---dijo con deleite--- te torturaré hasta que me ruegues que termine con tu existencia ---después de eso lo soltó con fuerza.
--- No ganarás ---dijo Edmund levantándose un poco para encararla--- Aslan…
--- ¿Aslan? ---preguntó con ironía--- ¿Dónde está él ahora? ¿Por qué no te ha sacado de aquí si tanto confías en él?
--- El vendrá y nos ayudará ---dijo con seguridad--- lo sé.
--- Yo misma me haré cargo de esfumar esa tonta esperanza que te queda ---dijo para después hacerle una seña al calormeno para que se acercara. Éste un poco asustado se acerco a ella--- Sujétalo y abre bien su boca ---le ordenó.
Sin pensarlo dos veces el calormeno sujetó a Edmund con fuerza y lo forzó a abrir la boca. Edmund intentó luchar para zafarse de su agarre pero le fue imposible, con temor vio como ella sacaba un pequeño frasco de plata y lo acercó a su boca dejando caer una sola gota dentro.
El efecto fue casi instantáneo, una ola de dolor lo llenó por completo, sentía que sus huesos se trituraban en miles de astillas ardientes enterrándose en cada parte de su cuerpo causándole un inmenso dolor que jamás creyó posible, el dolor era demasiado, no podía pensar más que en que el dolor parara, había dejado de escuchar sus propios gritos de dolor. Sólo quería que parara, no podía soportarlo, se le dificultaba respirar y su cuerpo se contraía de dolor.
La Bruja Blanca con gran placer lo miraba sufrir, retorcerse y gritar de dolor, era como música para sus oídos, pero si no quería matarlo antes de tiempo tenía que dejar su deleite para después. Sacó otro frasco diferente y ordenó al calormeno sujetarlo de nuevo para que dejara de retorcerse y puso una gota en su boca.
Al instante Edmund dejó de moverse quedando su cuerpo desvanecido, su grito se volvió un quejido y por fin pudo respirar normalmente. Lo último de lo que tuvo conciencia fue en la voz de la Bruja Blanca susurrándole al oído---No olvides que para ellos sigues siendo un traidor…--- después de eso su mundo se oscureció y no supo nada más.


La oscuridad le impedía seguir adelante y había perdido por completo las huellas de los captores de su hermano, desde hacía un tiempo que la nieve había comenzado a caer y ya cubría totalmente el suelo, tenía frío pero la angustia que sentía anulaba cualquier otra sensación que pudiera tener. Había intentado adivinar la dirección que habrían tomado ya que no había otro modo de encontrarlos pero al parecer no sirvió de mucho pues ahora no sabía si caminaba por el camino correcto o simplemente se alejaba más de él. Se detuvo un momento para tomar un respiro, todo lo sucedido lo había agotado, necesitaba escuchar a su cabeza (que extrañamente era igual a la voz de Susan) y buscar un lugar dónde pasar la noche, sabía que no podía hacer nada más por el momento. Así que afortunadamente encontró un árbol con un gran agujero en la raíz en el cual podría refugiarse del frío, se cubrió con su capa de viaje la cual no era lo suficientemente abrigadora, pero era mejor que nada e intentó dormir un poco aunque le parecía casi imposible pues no dejaba de pensar en Edmund.
--- Aslan, ayúdame a encontrarlo ---rogó en un susurró antes de quedarse dormido después del largo día que había tenido.


Al despertar, lo primero que sintió fue un dolor tremendo en todo su cuerpo, como si hubiera hecho ejercicio por horas. Al encontrarse en la misma habitación vacía y fría, con desilusión Edmund pudo ver que no era un mal sueño lo que estaba pasando, seguía aprisionado por esas cadenas y evidentemente aquellos segundos de tortura habían sido tan reales como el dolor que ahora sentía. Tenía que salir de ahí, escapar de alguna forma pero no tenía idea de cómo, con esfuerzo logró sentarse y evaluó su situación. Claramente todo estaba en su contra, no tenía armas, estaba en cadenado y encerrado bajo llave con cientos de calormenos a su alrededor y la Bruja Blanca al acecho ¿Qué oportunidades tenía? Se llevó las manos a la cara frustrado y ahí fue cuando notó que algo brillante pendía de su cuello, no era precisamente la cadena que Lucy le había regalado, sino lo que había enganchado a ella ¿Por qué no lo había notado antes? Había olvidado por completo devolvérselo a su hermana. El brazalete seguía prendido a su cadena desde aquel día en que lo había encontrado en el bosque, era sorprendente que no lo hubiera notado hasta ese momento.
Lo soltó de su cadena para verlo mejor, por alguna extraña razón que no conseguía explicar, aquel brazalete le hacía sentir una sensación extraña, algo mágico había en él y tenía sentido ya que el mismo profesor Kirke se lo había obsequiado a su hermana para ayudarlos. ¿Pero exactamente en qué podría ayudarlos? No tenía la menor idea. Lo siguió observando unos segundos más pasando por cada uno de los dijes que tenía el brazalete, se fijó en el dije de una llave y sonrió amargamente.
---- Si tan sólo esta llave fuera de verdad podría salir de aquí ---murmuró para sí mismo.

Al momento de terminar de decir esas palabras el brazalete comenzó a brillar intensamente. Edmund algo asustado y asombrado pudo ver como aquella diminuta llave comenzaba a crecer hasta llegar al tamaño de una llave normal. No podía creer lo que veía. ¡El brazalete en verdad era mágico! Observó con atención la llave, ahora crecida, con sus esperanzas nuevamente levantadas ¿Esa llave podría liberarlo de sus cadenas? Acercó la llave a una de sus muñecas y la metió dentro de la cerradura, giró lentamente la llave con el alma en un hilo rogando por que funcionara y una oleada de alegría y alivio lo llenó al escuchar ese ligero ¡Clic! al girar completamente ¡Ese era su boleto de salida de aquel lugar! Agradeció tanto mentalmente al profesor Kirke por ese mágico brazalete y a Aslan porque él lo tuviera en ese momento de necesidad. Edmund se apresuró en liberarse completamente pues aunque se sentía algo débil y cansado no podía seguir ahí ni un minuto más si le era posible. Al terminar de liberarse, la llave se encogió nuevamente y el brazalete dejó de brilla.
Se bajó de la mesa de piedra y caminó sigiloso hacia la puerta, se asomó por la ventanilla de la puerta y desilusionado pudo ver a un guardia custodiándola. ¿Y ahora qué? Miró implorante al brazalete que traía en su mano intentando encontrar algo que pudiera serle de ayuda. La espada y el escudo podría utilizarlos para enfrentarlo pero armaría un gran alboroto y atraería a los calormenos y a Jadis y entonces su escape sería un fracaso, no veía cómo una estrella o unos cascabeles podrían servirle así que sólo quedaba el león.
Pero había otro problema ¿Exactamente qué tenía que hacer para activar su magia? Cuando usó la llave simplemente pensó en que si fuera real saldría. Al ver ese león no pudo evitar pensar en lo mucho que le recordaba a Aslan así que decidió intentarlo.
--- Aslan, ayúdame ---susurró implorante.

El brazalete comenzó a brillar nuevamente pero en vez de ver al gran león, cómo en un momento había creído, los cascabeles del brazalete crecieron y mágicamente empezaron a emitir una dulce melodía. Era extrañamente hermosa, lo hacía sentirse seguro. De un momento a otro los cascabeles dejaron de sonar y volvieron a su forma original. Un ruido sordo se escuchó fuera de la puerta, al asomarse vio al guardia completamente dormido en el suelo. Ahora o nunca.
--- Necesito una llave ---dijo al brazalete y la llave creció de nuevo. Por un momento se preguntó si la llave encajaría a pesar de ser cerraduras diferentes pero sus dudas se disiparon cuando la llave entró perfectamente y abrió la puerta, guardó el brazalete en su bolsillo del pantalón y con cuidado, salió sigiloso para no despertar al guardia. Después de alejarse un poco del guardia sacó nuevamente el brazalete y pidió la espada y el escudo, como en las ocasiones anteriores el brazalete brilló y de un segundo a otro en su mano estaba la espada y sujeto a su otro brazo el escudo.
--- Ahora… ---dijo guardando el brazalete y mirando hacia los lados en dónde se mostraban una serie de túneles diferentes--- ¿Por dónde? ---había estado ahí antes pero no recordaba exactamente cómo llegar a la salida--- ¿Por dónde? ---volvió a preguntarse a sí mismo en busca de una respuesta.
De su bolsillo salió una pequeña luz y se posicionó frente a él flotando, se dio cuenta que era el dije de la estrella, ésta comenzó a moverse hacia uno de los túneles y no tuvo más opción que seguirla cuidando de no hacer mucho ruido y tratando de ocultarse en las sombras para no ser visto.
La estrella se movía demasiado rápido para que él pudiera seguirla en el estado en el que se encontraba, hubo un momento en que la perdió de vista y cansado se detuvo un momento. Grave error. Cuando estaba por caminar de nuevo, por uno de los pasillos apareció la Bruja Blanca plantándose delante de él. Pudo notar por unos segundos el asombro en su rostro al ver que había escapado pero rápidamente cambió a una expresión de ira, varios calormenos la acompañaban y enseguida sacaron sus espadas. Edmund retrocedió asustado ¿Por qué justo cuando todo parecía que saldría bien tenía que toparse con ella? No eran demasiados calormenos ¿Podría vencerlos a todos? Pero… ¿podría escapar de ella simplemente con su espada y escudo? Su momento de duda le costó muy caro pues ambos objetos en un destello desaparecieron de su mano para quedar completamente indefenso.
--- ¿Así que lograste liberarte? ---dijo Jadis enfurecida y mirándolo de forma severa--- Pagarás muy caro tu atrevimiento, Edmund--- Estaba paralizado y no tenía idea de qué hacer, veía cómo sus esperanzas se iban desvaneciendo a cada segundo que pasaba ahí.
Unos pasos apresurados se escucharon tras él y segundos después apareció el guardia que se suponía tenía que vigilar su celda.
--- Mi señora ---dijo asustado--- le juro que no se qué fue lo que pasó, yo estaba…
Pero el calormeno no pudo continuar pues la Bruja Blanca alzó su vara contra él y en un segundo sólo era más que una estatua.
--- Agárrenlo---ordenó la Bruja Blanca a los otros soldados que miraban la escena aterrorizados, los carlomenos no dudaron ni un segundo y se apuraron a apresarlo. Edmund, luchó con todas sus fuerzas para liberarse pues sabía que su intentó de escape no se quedaría sin un castigo de por medio y el tan sólo pensar en que ella volviera a torturarlo de ese modo le hacía querer morir allí mismo antes que sufrir tanto dolor. Prácticamente lo arrastraron de nuevo a su celda mientras él seguía forcejeando.
--- Dime cómo lograste escapar, Edmund y te prometo que tu castigo no será mayor ---dijo Jadis mirando a Edmund, quien desesperado intentaba liberarse.
--- No te diré nada ---le espetó molesto.
--- Tu lo pediste ---dijo ella mientras sacaba el frasco plateado--- Sujétenlo bien.
Fueron necesarios tres calormenos para inmovilizarlo completamente, la Bruja disfrutó al dejar caer dos gotas en su boca y oírlo gritar segundos después mientras caía al piso retorciéndose por el dolor.
--- ¡Dime cómo escapaste! ---le gritó la bruja en medio de su sufrimiento--- ¡Dónde conseguiste esa espada y escudo! ¡Dímelo y haré que pare!
--- ¡NO! ---consiguió gritar Edmund ante el dolor que era cada vez peor, por un momento llegó a pensar que moriría ahí mismo.
La Bruja exasperada sacó el otro frasco y se lo dio a beber, no le daría el gusto de morir antes de tiempo, sólo ella decidiría el momento en que ya no le serviría más. Edmund cayó de nuevo en la inconsciencia mientras en su último pensamiento rogaba por ayuda a sus hermanos y a Aslan, para dejar de vivir ese infierno.


Gracias a todas por seguir leyendo, muchas muchas gracias y me alegran sus comentarios
Lo se fui mala con Ed jeje Angel
pero espero que les haya gustado y nos vemos en el siguiente capítulo
el cual creo que subiré hasta después de que se estrene la película Muy Feliz
No olviden que nunca dejaré incompleto un fanfic, tal vez me tarde pero de que lo termino lo termino Guiño

P.D. Esto ya está en la racha final
Shoqueado

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La radiante estrella que una vez brilló tanto,
me la han quitado, para siempre.
Aunque nada pueda devolver el esplendor del césped,
o la gloria de la flor, no vamos a sufrir,
más bien buscaremos fuerzas en
lo que tenemos...*"
William Wordsworth

Mi fanfic Muy Feliz :
La Guerrra, El regreso y El brazalete
Mis videos Muy Feliz :
Primer trailer:La Guerrra, El regreso y El brazalete
Segundo trailer:La Guerrra, El regreso y El brazalete


Última edición por zafiro_star el Mar Nov 23, 2010 3:04 pm, editado 1 vez
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florencia pevensie
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MensajePublicado: Mar Nov 23, 2010 1:08 pm    Asunto: Responder citando

ay dios mio poobre edmund ...k bn k lucy desperto ...siguelo pliss

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MensajePublicado: Mar Nov 23, 2010 1:27 pm    Asunto: Responder citando

Dios mio estuvo tan trite Llorando Llorando Llorando pobre Ed porecillo .....lo que me alegra es que Lu alla regresado a su forma ojala puedan ayudar Ed aunque el tiene un gran arma secreta jejejej voy a estar tan ansiosa por el otro capi

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MensajePublicado: Vie Dic 03, 2010 5:05 pm    Asunto: Responder citando

Esta increible.
Lamento tardar tanto en leerlo he estado muy ocupada.
Espero ya el sig capi!!

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