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NATHY · Publicado: Sab Nov 22, 2008 12:27 am **Asunto**: Re: Y luego

Muy bueno!!

Me gusta!!!!

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NATHY LA NARNIANA DE CORAZON.
YO VIVO, LUCHO Y MUERO:
POR NARNIA!!!!!!
Las Cronicas de Narnia en Espanol

**Lady Lyla** · Publicado: Sab Dic 06, 2008 11:32 pm **Asunto**:

Otro (... porqno se meocurre un nombre palcapitulo... Mr. Green

)

... (Primera parte)

-¡Lucy, por favor, date prisa que ya estamos atrasados!-
La señora Pevensie estaba arreglando los últimos detalles de su bolso mientras le gritaba a su hija. Peter y Edmund estaban sentados en el sofá con cara de impacientes y Susan estaba sentada en el respaldo del otro sofá junto a su mejor amiga, Elizabeth.
-Recuerda Susan, nuestro número está al lado del teléfono. Hay suficiente comida, pero si les falta, hay dinero debajo del frasco de galletas. Les avise que estarías sola con Elizabeth a los Adams y Urrutia, cualquier cosa, les avisas, aunque también pueden acudir a los padres de Eli. La llave de repuesto esta donde siempre. Hay detergente para que laven la ropa y…
-Mamá, tranquilízate- le dijo Susan con calma
La señora Pevensie había dicho todo eso muy rápido y se había movido de un lado a otro sin parar
-Creo que soy lo suficientemente madura como para sobrevivir un par de días sin…-
-Son cuatro días- dijo Peter en tono cortante
Susan le hiso una mueca de fastidio, y este le devolvió una mirada seria. Había sido así las últimas dos semanas, o probablemente más.
-No se preocupe, señora Pevensie, estaremos bien- dijo Elizabeth tratando de cambiar el tema
-Sí, lo sé. Si no, no las estaría dejando solas en mi casa con riesgo a encontrarme una sorpresa al regreso- dijo esto mirando a su hija con ojos amenazadores
-A Susan le encanta hacer sorpresas- dijo Peter mirándola a los ojos
-¿Por qué no dejas de fastidiar? Mejor váyanse rápido para que Peter pueda hablar de faunos y dragones con el viejo ese- dijo Susan en tono ofensivo
-No hables así del señor Diggory- exclamó enojado Peter mientras se ponía de pie
-Yo hablo de quien quiera como quiera- dijo Susan también poniéndose se pie a la defensiva
-¡YA BASTA!- gritó el señor Pevensie desde la puerta- ¿Van a empezar ya otra vez?
-Peter fue el que…-
-¡Aunque haya sido la reina Victoria la que empezó, no me interesa! Han estado así todo el mes…-
El señor Pevensie tenía una cara tranquila, pero su voz era fuerte y autoritaria, por lo tanto, sus dos hijos se callaron y se sentaron.
-Estoy lista- dijo Lucy saltando los últimos peldaños de la escalera
-Ya era hora, ¿Nos vamos?- dijo Edmund fastidiado mientras se ponía de pie
Los viajeros agarraron sus maletas y salieron. Elizabeth y Susan salieron con ellos para acompañarlos hasta el auto y así poder despedirse. El Sol empezaba a ponerse en el horizonte, y una brisa cálida volaba en el ambiente. Cuando las maletas estuvieron en su lugar, hubo tiempo para despedidas.
-Bueno, adiós- dijo el señor Pevensie poniéndose el sombrero de viaje-Nos veremos en unos días. No haga locuras y cuídese mucho, princesa.
Se acercó a su hija y le dio un beso paternal en la frente. La señora Pevensie se acerco a su hija, y la abrazó y besó en la mejilla
-Tenga cuidado con extraños, apaguen bien la chimenea, laven los platos…-
-Yo también te voy a extrañar en estos días- le dijo su hija con una sonrisa
La señora Pevensie la miró a los ojos. Al ver el típico gesto de desviar la mirada de su hija, le devolvió la sonrisa y la abrazó con más fuerza
-Por favor prométeme que te cuidaras- le susurró al oído- Ninguna estupidez, locura o algún sinónimo a esas palabras hasta que nos veamos
-Prometido-
-Mantenla a raya- le dijo a Elizabeth en tono suplicante
Esta le asintió y se despidió de ella
-¿Segura que no quieres ir, Su?- le preguntó Lucy abrazándola
-No, Lu- respondió esta con un “ya te lo dije” por detrás- prefiero quedarme acá en vez de hablar de niñerías
-Recuerda que esas niñerías también las viviste tú- dijo Edmund como si fuera una advertencia mientras se despedía de ella con un beso en la mejilla
-Lo sé, lo sé-contestó a la advertencia- y también sé que fue hace mucho tiempo
Lucy y Edmund se miraron. Susan, acostumbrada a esos cambios de miradas entre ellos, los abrazó con cariño
-Tal vez en otra oportunidad- susurró
-Ya muchachos, que se nos hace tarde- avisó el señor Pevensie desde el auto.
-Si llegamos tarde, es culpa de Lucy- dijo Edmund burlonamente entrando al auto
-Como fastidias. Adiós, Eli-
Elizabeth le izo una seña de adiós, mientras Peter se acercaba a Susan para despedirse. Esta, aún ofendida, cruzó los brazos y movió la cabeza hacia el lado en signo de negación
-Si dices ser madura, compórtate como tal- le dijo muy serio extendiéndole la mano
Susan lo miró, pero no directamente a los ojos. Estaba enojada con él desde hacía varios días, y el porqué era la molestia que sentía al verlo tan preocupado por niñerías como Narnia o Aslan, o por lo menos, ese era el motivo por el que quería estar enojada.
-Su, de verdad, perdón por haberme portado así contigo y haber dicho lo que dije hoy- dijo arrepentido Peter- no quiero seguir enojado contigo. Somos hermanos, y no quiero que algo que nos unió tanto tiempo, nos separe ahora…-
-Pero lo está haciendo- le dijo enojada- Que todavía te preocupe un juego de niños como Narnia, que aún tengas esa conexión con eso, sabiendo que…
Susan calló. Quería decirle tantas cosas a Peter, pero no sabía por dónde empezar ni como. Era como abrir una cicatriz que, cada vez se rozaba, dolía.
Levantó nuevamente los ojos y se topó con los de su hermano. Desvió la mirada. Siempre sintió admiración por él. Siempre valiente, amable, osado, sincero, era capaz de darlo todo por sus seres queridos. Pero últimamente, esa admiración se volvió envidia, y sinceramente, no quería admitir que esa envidia era por…
-Será mejor que se vallan- le dijo aparentando fastidio- sino van a perder el tren
-Su, deja la realidad por un momento y abre tu corazón- le dijo suplicante Peter, sin bajar su brazo- Sé que quieres volver, pero al dejarte llevar por tu lógica y el no querer salir de la realidad, el no querer abrir tu corazón te impide ver que nos está dando otra oportu…-
-Pues así soy yo- cortó enojada Susan- Soy lógica, soy madura, y si no te gusta, vete… Vete a Narnia, vete a ver a Aslan ya que los dos piensan lo mismo de mí
Susan le dio la espalda y se fue a donde estaba Elizabeth. Peter bajó lentamente el brazo, mientras la tristeza lo inundaba. Quería mucho a su hermana, y no quería dejarla, pero no había remedio, sabía que ya no podía hacer nada por ella… Susan ya no era amiga de Narnia
-Nos veremos en unos días- dijo la señora Pevensie-cuídense mucho. ¡Adiós!
-¡Adiós!- dijeron a unísono las dos chicas mientras el auto partía
-¡Los quiero!- gritó Susan con una sonrisa mientras la manos de su madre y la de su hermana le hacían señas
El auto dobló en una esquina. Las chicas no desviaron la mirada hasta que el auto desapareció por completo. En eso, las dos se miraron.
-Bueno- dijo Susan como si hubieran terminado un trabajo- Se fueron.
-Tal vez debiste haber ido con ellos- le dijo Elizabeth pensativa
-¿Y hablar de juegos de niños con los abuelos esos? Creo que no tengo por donde perderme
-No es necesario que seas tan sarcástica- le dijo un poco dolida su amiga- Yo solo decía…
-Eli, eres muy ingenua…-
-Tal vez, pero me doy cuenta que, probablemente te estás perdiendo de algo grande al no ir con tu familia- le reprochó su amiga
-Mmmh- murmuro Susan mientras se daba vuelta y miraba la entrada de la casa- A veces una no se da cuenta de las cosas que tiene hasta que debe deshacerse de ellas para no hacerles daño, como por ejemplo, esa planta cerca de la entrada. Los muchachos se vuelven bastante locos con la música…-
-Me voy a sentir culpable cuando vea a tu madre…-dijo apesadumbrada Elizabeth mientras acompañaba a su amiga hacia adentro de la casa…………………………………………………………………………………
Violin

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Las Cronicas de Narnia en Espanol

Aquamar · Publicado: Mie Dic 10, 2008 4:51 pm **Asunto**:

Me encanta...siguela

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Las Cronicas de Narnia en Espanol

Que no se apague en mi esa llama que una vez encendiste
Gracias DIOS por todo lo que has echo en mi, y por darme hermosos dones y llenarme de tu espíritu, por que ahora se que jamas dejare de creer en Ti
*Pick the star on the dark orizon and follow the light*

Click aqui para ver el texto completo

**Lady Lyla** · Publicado: Vie Dic 19, 2008 8:16 pm **Asunto**:

(Segunda parte)

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Los gritos se confundían con el golpe de las olas en las rocas. Susan miró hacia el borde del acantilado. Las olas, como gigantes llenos de furia, trataban de derrotar la firmeza y serenidad de las rocas. Volvió la mirada y vio a las criaturas peleando desesperadamente. Una espada se levantó, y de ella salieron llamas, las cuales aislaron a Susan entre ellas y el acantilado. El brillo de la espada volvió a salir de entre las llamas. La visión de Susan cada vez era más borrosa, las manos le sudaban y las piernas le temblaban. Las líneas de un tren estaban bajo sus pies, y la luz de este se posó frente a ella.
Unas figuras estaban en medio de la luz, y cada vez se alejaban más. La luz se izo más intensa, seguido de un rugido en su oído…

…………………………………………………………………………………....

Una almohada aterrizó en el rostro de Susan. Esta, torpemente, se la saco de encima, y buscó al culpable, encontrando solo a su amiga.
-Perdona, pero no me dejabas dormir- le dijo esta de malhumor
Estaban en la pieza de Susan. Ella dormía en su cama, mientras que su amiga dormía en un colchón que habían adecuado para que durmiera cómodamente. Claro que, al estar despeinada y con cara de sueño, se veía que Elizabeth no había despertado de la mejor forma.
-No tienes para que atacarme- dijo Susan devolviéndole la almohada lo más fuerte que su cuerpo dormido se lo permitía
-Si sé, pero entre murmullo y murmullo de “No se vallan”, mi paciencia si se estaba yendo- dijo esta abrazándose a la almohada y tirándose en la cama- ¿En que estabas soñando?
-No era un sueño, sino una pesadilla- dijo esta también tirándose en su cama con la mano en su frente. Tenía un poco de sudor frío
-Bueno, no estás muerta, así que si no te molesta, vuelvo a dormir. Buenos días- dijo Elizabeth, se dio vuelta estruendosamente y siguió durmiendo.
Susan la miró. Sabía que su amiga se ponía de muy malas si la despertaban antes de su hora interior permitida, así que no le dijo nada más. Miró el reloj que estaba al lado de Elizabeth, notando que eran las 7:40 de la mañana. Normalmente se despertaban entre 9 y 10, pero el día anterior habían hecho muchas cosas, y caminado mucho, así que estaban muy cansadas. Pero, a pesar de eso, Susan no podía volver a dormir. Ese sueño lo había tenido antes, varias veces antes, cosa que, según ella, no era muy bueno.
En eso, el timbre de la casa sonó. Aunque estaba despierta, no le descartó el susto que le dio escucharlo.
-¡Cómo es posible que no se pueda dormir tranquila en esta casa!- gritó Elizabeth desde debajo de su almohada. Al terminar de gritar, la lanzó nuevamente a Susan y se levantó.
-Relájate, que puedo ir yo…-le dijo Susan, tirando la almohada hacia otro lado
-No, yo voy. Así aprovecho de decirle al que tocó el timbre, que es de mala educación llegar a estas horas de la madrugada a una casa- dijo mientras salía con una cara de pocos amigos.
Susan se quedo pensando. Casi eran las 8 de la mañana, difícil que alguien llegue por algo superficial a esa hora. Un presentimiento recorrió su espalda, un presentimiento nada bueno. Se acercó a la puerta, y escuchó el murmullo de un hombre, seguido de un silencio, bastante incomodo.
Empezó a bajar las escaleras poco a poco, presintiendo que algo no iba bien. Vio a un policía, al cual se le veía media cara por el gorro, y a su amiga de espaldas. Sostenía un papel en sus manos.
-Eli, ¿Qué pasa?-
Su amiga se dio vuelta, tenía los ojos vidriosos. El policía la miró, tenía una expresión extraña.
-¿Usted es Susan Pevensie?- preguntó con voz profunda
-Sí- respondió Susan a la defensiva -¿Qué es lo que necesita?
-Debo darle una noticia respecto a su familia-
A Susan le dio un vuelco el corazón. Sintió que sus piernas se movían solas hacia ellos.
-¿Qué les paso? Supongo que están bien…- dijo como si fuera obvio.
Miró a su amiga, y vio dos lágrimas bajar por sus mejillas. Le arrebató el papel casi por inercia, antes incluso de juntar lo que sabía a lo que su corazón sentía.
ACCIDENTE DE TRENES A LAS AFUERAS DE LA CIUDAD…
-Entre los pasajeros se encontraban sus padres y hermanos- dijo el policía con una mezcla de tristeza- no quedó ningún sobreviviente…-
La mente de Susan quedó en blanco. Paró de temblar, paro de pensar. Solo las últimas palabras del policía estaban volando en el aire, y ocupando todo el espacio que la mente de Susan tenía.
Hubo un silencio en la casa sepulcral. Solo fue roto por el sollozar de Elizabeth, seguido del policía acompañante que le decía al otro que debían irse.
-Bueno, señoritas. Mis condolencias. Avisaremos cuando debe ir a la comisaría para ver papeles y otras cosas. Le recomiendo, señorita- dijo dirigiéndose a Elizabeth- que llame a sus padres, y les dé la noticia. Así podrán ayudar
Esta asintió, aún con lágrimas cayendo por su rostro.
-Gracias por traer la noticia- susurró Susan. Fue lo único que atinó a hacer.
El policía asintió y salió. Susan se acercó y cerró la puerta. Ella se quedó ahí, mirando el infinito en la puerta. La garganta se le lleno de angustia y tristeza, las cuales saldrían en cualquier momento. ”No quedó ningún sobreviviente”,”no quedó ningún sobreviviente”,”no quedó ningún sobreviviente”…
-Susan…-susurró su amiga entre sollozos
Todo lo que contenía en su garganta y corazón se dispersó por su cuerpo, saliendo por sus ojos, por sus manos, sus piernas… cerró los ojos, mientras se sentía desvanecer. Cayó de rodillas frente la puerta, y apoyó su cabeza en ella, mientras las lágrimas salían una tras otra, reemplazando los gritos de dolor, la soledad que sentía en ese momento.
-Eli… abrazame- Violin

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.:*ClaU*:. · Publicado: Vie Dic 19, 2008 9:32 pm **Asunto**:

q triste!!!!!! Llorando

me pongo a llorar! buuu
continua pronto..quiero saber q sucedio!

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.:*ClaU*:.

Lleva a Narnia en tu cOrazOn!

reyNiles · Publicado: Sab Dic 20, 2008 1:36 am **Asunto**:

Querida Lady Lyla:

No pasaba por aquí hace mucho, ¡mil perdones! Lo cierto es que tu forma de relatar tiene mucha fuerza y carácter, se nota tanto en las partes épicas como en las tristes.

Y esta es sin duda una de las partes más tristes... la manejas muy bien, te felicito.

Rey Niles

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"La primera gran virtud del hombre fue la duda, y el primer gran defecto, la fe"

"—Las palabras no devuelven a los seres amados que perdemos —murmuró Yinoim—. ¡¡¡Así que guárdate las palabras!!!"

El retorno de la reina dulce
La Travesía Del Capitán Scott
La Llamada De Los Dioses

**Lady Lyla** · Publicado: Dom Dic 21, 2008 9:55 pm **Asunto**:

Gracias Rey Niles por el comentario
amitmbmeencantan tus historias Mr. Green

y tmb gracias a todos por leer y tmbpor sus comentarios Muy Feliz

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**Lady Lyla** · Publicado: Jue Dic 25, 2008 4:23 am **Asunto**:

...

ok, esta es la segunda parte de mi historia
espero q les guste

Regreso a los recuerdos
(primera parte)

Es un día frío y oscuro. La lluvia no había parado desde hace dos días, provocando pequeños destrozos en los alrededores de Londres. El ánimo de la población estaba por el suelo, creando un ambiente muy desagradable en la ciudad. Un taxi se estacionó en la entrada de una clínica de urgencias, de donde apareció una mujer bajo un paraguas negro, de unos 25 años, pelo azabache hasta los hombros, usaba un abrigo negro hasta las rodillas, y este junto a su pelo le hacían resaltar la palidez y frialdad de su rostro. Entró a la clínica, dirigiéndose a Informaciones.
-Vengo a ver a Elizabeth Wolsey-
-Habitación 505-
-Gracias-
Había muy poca gente en los pasillos, y si las había estaban calladas o durmiendo. El quinto pasillo estaba casi desierto. La lluvia golpeaba fuertemente las ventanas del hospital, ya que el viento llevaba las gotas hacia ellas, creando un susurrar permanente en ese pasillo de la clínica que provocaba un eco seco de los zapatos de la mujer. “Habitación 505”.
-Hola-
Dos personas estaban en esa habitación, una de ellas acostada en la cama, con el rostro medio amarillento y grandes ojeras, que dejaban a la vista un gran cansancio. La otra también parecía cansada, pero no enferma.
-Susan- dijo este levantándose de su asiento.
-Hola, Chris- dijo Susan, casi sin hacerle caso, y pasó por su lado directamente hacia la enferma
-Viniste- susurró Elizabeth mirándola con ojos vidriosos, pero demostrando felicidad.
-Como no iba a venir- dijo Susan sentándose en las silla que había usado Chris- Además, solo tenía que subirme al avión y acomodarme con…
-Se que fue muy difícil para ti volver a este país, y más a esta ciudad- le susurró Elizabeth tomándole la mano, aunque ya casi no tenía fuerzas- Y te lo agradezco.
Susan formo una sonrisa en su rostro mecánicamente que no tenía ninguna emoción, y mantuvo su mente en blanco, como siempre lo hacía en esos momentos. Chris se acercó a ellas, poniéndose atrás de la ojinegro. Elizabeth lo miró, y le sonrió.
-Acuérdate de cuidar a nuestros padres- dijo ella, y volvió su mirada hacia su amiga- Me acuerdo cuando éramos niñas, y jugábamos a ser grandes…- Sonrió mirando hacia el techo- Y también me acuerdo ese día en el que llegaste hablando sobre un mundo extraño, creo que se llamaba…
-¿Dónde están tus padres?- le interrumpió bruscamente Susan, con el rostro ligeramente tenso
-No me cambies de tema- le susurró Elizabeth en un tono más fuerte y un poco reprochable- La primera vez que me hablaste de ese país, lo encontré ridículo…
-Entonces para que sigues hablando de eso-
-Porque quiero que recuerdes- susurró casi inaudiblemente Elizabeth, y cerrando los ojos dijo- para poder vernos haya, ya que, ahora, ese lugar no me parece en lo más mínimo ridículo, sino que… algo… maravilloso…
Un silencio callado por las gotas de lluvia que chocaban con la ventana inundo la habitación. Susan se levantó de la silla, sin ninguna expresión en el rostro, y se acercó a la puerta
-¿Ya te vas?- le preguntó Chris en tono que decía que trataba de contener lagrimas
-No tengo nada más que hacer aquí- dijo Susan con una voz seca
-Pero, ¿y el entierro? Yo creo que ella…-
-Yo vine a ver a Elizabeth, pero ahora ya no está, por lo tanto, ya no tengo nada que hacer aquí…
Y sin decir ni siquiera adiós, abrió la puerta y se fue.
Truenos y relámpagos iluminaban el cielo londinense. Las gotas de lluvia caían una tras otra, multiplicándose cada vez más, y el viento azotaba los árboles como si estos fueran de cartón.
-¡¿Cómo que el vuelo se suspendió?!- exclamo Susan a la azafata que estaba en la puerta de la conexión con el avión
-Lo que escucho, señora- respondió la secretaria tratando de mantener un tono calmado- el tiempo no es apto para…
-¡Pero yo debo salir AHORA de aquí!- gritó Susan perdiendo la poca paciencia que tenía.
-Bueno, me va a disculpar, pero si se quiere matar en la tormenta, cómprese un aeroplano, y lárguese de aquí- le dijo la azafata perdiendo la compostura- eso sería lo único que podría hacer, ya que todas las aerolíneas están suspendidas hasta nuevo aviso
Susan la miró con cara asesina, y se fue. “Sabía que no debía volver” pensó ella caminando hacia una cafetería. La gente suele decir “Lo pensare dos veces antes de ir”, pues bueno, Susan lo había pensado más de dos veces, ya que había pasado todo el mes anterior y lo que paso de ese (casi dos semanas) decidiendo si iba o no.
Anteriormente se le habían dado muchas oportunidades de volver a Inglaterra por su trabajo (“que solo un tonto rechazaría” decía los ofrecedores) y el dinero que le ofrecían era increíble… pero en todas esas oportunidades Susan había dicho que no rotundamente sin siquiera pensarlo.
Las personas que se creían más cercanas a ella decían que era por la pérdida de su familia, ya que fue en esa ciudad, y le traía malos recuerdos. Y en parte era cierto. Pero la verdadera razón… era miedo. Tenía miedo al recordar algo más que la pérdida de su familia, algo mucho más grande…
-Hola-
Susan casi bota todo su café encima de su ropa por el susto. Tratando de no echarle todo lo que le quedó de café en la cabeza de la persona, se dio vuelta, y viendo quien era, pensó en que si merecía el café en la cabeza.
-¿Qué están haciendo aquí, Chris?- susurró enojada Susan
-Oí las noticias de que todos los vuelos estaban suspendidos, y vine a ver como estabas y si necesitabas algo- dijo este en tono inocente sentándose en la silla vacía que había frente a Susan. Estaba completamente empapado y con los cachetes rojos por el frió que había pasado afuera por el viento. Susan lo fulminó con la mirada. Lo último que quería era estar en Londres, y mucho menos con Christian Wolsey. Trató de contener su ira hacia él y el mundo, y produjo un par de palabras.
-¿No deberías estar ayudando el funeral de tu hermana?-
-De todo eso se encarga papá- dijo ignorando la mirada asesina de ella y sacándose el abrigo
-¿Y donde estaban mientras yo estaba haya?-
-Justo habían ido a casa a descansar. Pasaban todas las semanas con ella, y el fin de semana era el día en que volvían a casa a descansar. Como yo trabajo en la semana, me quedo con ella el fin de semana… bueno, me quedaba.
-Ah- murmuro Susan, y al ver la cara de tristeza de Chris, su ira disminuyo.
-Entonces- dijo Chris cambiando de tema para no llorar- ¿quieres que te lleve a mi casa para que no pases la noche aquí…?
-Me gusta el aeropuerto- dijo Susan tratando de hacer caso omiso a lo que dijo Chris
-Ah- murmuro este bajando la mirada hacia sus manos- Me imagino que por tu trabajo de diseñadora viajas mucho
-Más o menos- dijo Susan mientras pedía la cuenta
-Acabaron de abrir una de tus tiendas en la calle Baker- dijo este subiendo un poco la mirada hacia Susan
-Si se-dijo esta de mala gana mientras sacaba el dinero, ya que el mozo se acercó- se cuando una tienda mía se abre, ya sea aquí o en Berlín, por algo soy la… dueña…-
Susan se fijó en el anillo que llevaba el mozo, y tenía una N grabada en el, pero no cualquier N, si no una N bastante familiar…
-Y ¿Estás viviendo en Nueva york? Eso fue lo que escuche… eh, ¿Susan?-
Pero Susan ya había pagado y se había ido rápidamente, sin decir ninguna palabra. Chris se paró y fue tras ella.
-¡Susan! ¡Oye espera...!-
-¡¿QUÉ?!- gritó esta dándose vuelta bruscamente, quedando frente a Chris, el cual, se sonrojó al tenerla tan cerca
-Que…-susurró este bajando la mirada a sus pies- ¿Quieres que te lleve a comer fuera del aeropuerto por mientras que esperas un avión?
Susan lo miró con el ceño fruncido, y dándose vuelta, cruzó los brazos y dijo
-Parece que no tengo remedio contigo- lo dijo en tono calmado y aburrido- pero vamos rápido, por si para de llover antes de lo previsto.
Chris, con una sonrisa que no podía disimular, empezó a caminar.
Violin

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.:*ClaU*:. · Publicado: Vie Dic 26, 2008 2:19 am **Asunto**:

Buen capi!
Me da tristeza de que Susan este tan cambiada... Triste

pero lo entiendo....perdio a su familia. Por otro lado me
alegro de que alla seguido con su vida.
Parece q algo va a surgir entre Su y Chris...no?
Bueno cuidense!

Feliz Navidad!

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.:*ClaU*:.

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**Lady Lyla** · Publicado: Jue Ago 20, 2009 2:43 am **Asunto**:

Ok, hace mil q ni entraba aqui porq no teni tiempo, ademas q mi historia se perdio en la computacion... pero la encontre, asi q enjoy it. Una cosa, si faltan acentos, sorry, esq estoy en un teclado gringo, y no tiene ni acents ni n con sombrerito Sonrisa

Segunda parte

Los dos se dirigieron al centro de Londres en auto. La ciudad estaba casi desierta, ya que la lluvia los hacía preferir los lugares con techo, o simplemente no salir de sus casas. En el trayecto no hubo ningún intercambio de palabras. Chris, de vez en cuando miraba a Susan de reojo, y noto que tenía un aspecto un poco enfermo.
Llegaron al restaurante. Como había menos gente que de costumbre en una ciudad como Londres, fueron atendidos rápidamente.
-Creo que a pesar de todo debo darte las gracias-dijo Susan sin de verdad darle importancia
-De nada- dijo Chris bajando nuevamente la mirada hacia sus manos
-Debiste haberte quedado con tu familia en vez de invitarme a comer-
-No me gusta ver a mi mamá llorar- susurró Chris jugueteando con un tenedor- y tampoco me gusta llorar en público
-A mí tampoco me gusta llorar-dijo Susan mirando hacia la ventana
Chris nuevamente se atrevió a mirarla, y nuevamente notó que se veía un poco enferma. “Parece que la muerte de su familia si la afectó, y mucho” Pensó al verla así, tan triste, fría… En eso se levantó de improviso
-Voy al baño, ya vuelvo- y se fue
La verdadera razón por la que se paró fue por algo que había visto y que no debería haber visto, ya que solo los locos ven a los árboles moverse como humanos. Se miró al espejó, notándose más pálida de lo normal. “Nunca debí volver aquí. Las cosas no hubieran cambiado si me hubiera despedido o no de Elizabeth”
Se mojó la cara para despabilarse un poco. “Esta ciudad apesta. Nueva York y Sao Paulo no hacen ver espejismos o cosas fuera de…”si interrumpió ya que mientras se secaba, miró al espejo, y vio que tras ella había un gran león dorado mirándola. Rápidamente se dio vuelta, blanca como la nieve dando un grito ahogado. Pero al mirar en el lugar donde se suponía estaba el león, vio a una señora con grandes lentes, flaca, arrugada y una gran melena rubia. Esta la miró ofendida.
-Se que no soy atractiva, pero podría tratar de disimularlo un poco- dijo en tono ofendido mientras pasaba a los escusados.
Susan se llevó las manos a la cara en gesto de desesperación y se declaró oficialmente en crisis.
-Si aceptara lo que sabe, todo sería más fácil- dijo una voz
A pesar de que Susan sabía que había sido esa señora la que había hablado, no esperó ningún momento más y salió del baño. No regresó donde Chris, ya que eso le haría más daño de lo que ya se estaba haciendo, o eso creía. Lo único que quería era salir de allí, salir de Londres y Inglaterra, y no volver nunca más.
La cabeza le daba vuelta al recordar a ese león, y sus ojos tan profundos que parecía que podían ver hasta el fondo de su interior, su alma, su corazón… y le hacía daño.
Un auto la saco de sus pensamientos, ya que casi la atropella. En eso, después de recibir varias palabras desagradables y de enviar otras cuantas, se dio cuenta que estaba frente al Big Ben. Había caminado bastante sin darse cuenta. Miró hacia todos lados, y varios recuerdos de su niñez se le vinieron a la cabeza. Se dirigió hacia el puente, sobándose la sien, tratando de no pensar en eso. La lluvia caía fuertemente sobre ella, y un viento helado le congelaba las manos, pero eso no le importaba, lo único que quería era estar lejos, no pensar en nada, no ver a nadie que le recordara…
-¡Susan!-
Ella se dio vuelta, y viendo quien era, empezó a caminar en sentido contrario a él.
-¡Su, espera!- gritó Chris
-¿Qué acaso no entiendes?-dijo Susan dándose vuelta ya más que harta- ¿Acaso no entiende que quiero estar sola, alejada de la gente...?
-Pero está lloviendo, y estas más que empapada, podrías resfriarte…
-¡Me importa un bledo el resfrió!- gritó Susan con ira y desesperación- ¡Lo que quiero es alejarme de ti, como no te das cuenta!
Chris la quedó mirando, y una tristeza inundo su rostro. Volvió la mirada hacia sus pies.
-Todos estos años he tratado de olvidar cosas de mi pasado, que están aquí, en Londres… y tu eres una de la personas que me recuerda a alguien que está en esos recuerdos…
-¿Era alguien a quien amabas?- susurró entremedio de la lluvia. Susan desvió la mirada, y dejando cero expresión en el rostro, empezó a darse la vuelta
-Susan…-
-No soy la persona indicada para ti- dijo dándole la espalda- Y si me amas tanto como lo demuestran tus ojos, no me sigas más.
Empezó a caminar. Chris la quedó mirando, y una lágrima se confundió entre las gotas de lluvia. ¿Qué había pasado con ella? ¿Porque tenía esa expresión de tristeza y soledad tan profunda en su rostro? Hubiera querido ir a ella, y abrazarla, consolarla, ayudarla en lo que fuera… pero dio media vuelta y volvió a su auto, tratando de no derramar ninguna lágrima más por esa persona.

Violin

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Las Cronicas de Narnia en Espanol

**Lady Lyla** · Publicado: Vie Sep 18, 2009 12:00 am **Asunto**:

Regresa...

Susan caminaba casi sin rumbo por las calles de Londres. La lluvia no había parado en todo ese rato, pero si había disminuido un poco la intensidad. Las calles estaban vacías, no pasaba ningún auto, y lo único que se escuchaba era el sonido de las gotas cayendo sobre las hojas de los árboles. La cabeza de Susan estaba llena de recuerdos que no querían irse de su mente. Había pasado casi 10 años tratando de olvidar todo eso, y ahora, solo se habían demorado 1 día en volver, y carcomerle la conciencia.
¿Por qué abandono a sus hermanos ese día? ¿Por qué no fue con ellos en tren? ¿Por qué seguía allí, y no estaba con ellos? Eran preguntas que se había frecuentado en los primeros meses después de la pérdida de ellos y sus padres, pero después de un tiempo cerró su mente, y guardo todo lo que se refería a su familia, y Narnia. Antes del accidente, había olvidado a Narnia, y lo había hecho para no sufrir el no poder volver. Nuevamente, con el accidente, volvieron esos recuerdos con más fuerza, ya que sabía que sus hermanos se habían subido al tren para ir a Narnia. Por eso, nuevamente para no sufrir de su pérdida y el no poder volver a esa mágica tierra lo olvidó todo, o trató de olvidarlo. Se fue de Londres, e incluso de Inglaterra, para que todo lo relacionado con su familia y Narnia no le apareciera en el diario vivir, y se fue a Francia, Paris, donde se especializó en diseñadora de vestuario. Luego se fue a vivir a Nueva York, ya que estaba demasiado cerca de Inglaterra, y las opciones de trabajo le hablaban de muchas posibilidades en Londres. Por eso en Nueva York, empezó a hacerse bastante conocida, y en el país entero, y gracias a eso, abrió una tienda de ropa, que creció rápidamente en el país y el mundo.
Había logrado dejar sus recuerdos guardados en lo más profundo de su mente, hasta ese día, en que decidió (después de noches de desvelos) volver a Londres por la noticia del cáncer ya muy avanzado de su amiga.
“Se hubiera muerto de igual forma si hubiera ido o no” pensó mientras caminaba con la mirada pegada en el suelo. “Si no hubiera vuelto, no me estaría repitiendo estas preguntas nuevamente, y no estaría arrepintiendo de haber hecho todo lo que hecho, todo lo que he logrado”
Un trueno retumbo sobre la ciudad, mientras la ira de Susan era descargada sobre una piedra, la cual voló hasta chocar contra una puerta. Susan miró la puerta… y se dio cuenta que la conocía, junto con la casa. La ira desapareció, su cara palideció hasta quedar casi transparente, y su cuerpo se congelo. Era su casa, su antigua casa de Londres.
“Detesto cuando pasan estas cosas” se dijo a sí misma, mientras iba retrocediendo poco a poco. Pero algo le impedía hacerlo del todo, perfectamente pudo haber salido corriendo si algo no la estuviera deteniendo… tal vez la curiosidad de saber cómo estaba su casa después de tantos años
“Susan”
O tal vez esa voz misteriosa que quizás de donde apareció. Un escalofrío recorrió toda su espalda, hasta su nuca, y no pudo moverse más. Con sus ojos recorrió el rededor, esperando de todas formas a que apareciera la”persona” que había murmurado su nombre de forma tan potente y profunda
“Susan”
Ahora sí que se dio vuelta. Su mirada recorrió todo, pero no encontró a nadie. Solo se veía la lluvia caer y el viento desplazarse por las hojas de los árboles. “Imaginación, solo es tu imaginación” se dijo a sí misma. En parte se tranquilizó, y pudo moverse un poco más. En eso, unas de las maderas que estaban clavadas en la puerta cayeron, dejando ver la manija de la puerta. Susan la miró. Su cabeza estaba casi en blanco, excepto solo por un pensamiento que rondaba: Su familia. Era el único recuerdo que tenía y el único del que había escapado todos esos años. Ahora, como si fuera magia, se le volvían a abrir. Se acercó a la puerta, olvidándose incluso, de que ya estaba completamente empapada. Toco la manija, y la puerta se abrió.
“Susan, regresa”
La casa estaba casi igual a como la había dejado, excepto por el polvo y el frío que corría con más fuerza que afuera. Muchos recuerdos acudieron a su cabeza como flechas, y como estas, herían su corazón hasta el fondo… Juegos, risas, pláticas, vivencias. Todo proveniente de esa casa, olvidada por tantos años.
“Susan, regresa”
-Déjame en paz-
Susan se hincó frente a un papel, amarillo ya por los años. “DIEZ PERSONAS MUEREN EN ACCIDENTE DE TREN”. Tomo el papel y lo arrugó en su mano.
“Susan…”
-¡Te dije que me dejaras en paz!-
Con estas últimas palabras, tiró el papel lo más fuerte posible hacia la pared.
En eso, justo donde el papel golpeó la pared, una luz apareció, y como una flecha llegó al pecho de Susan. Ella se quedó quieta, mirando fijamente el lugar por donde había salido el haz de luz. Lentamente, la pared empezó a trisarse, inundando la casa por la luz. Susan quiso retroceder, pero como antes, no pudo. La pared se trisó por completo, dejando una forma de puerta. Y en su interior, una forma apareció.
“Hija de Eva, te estoy esperando”
Las lágrimas que demoraron casi 10 años en aparecer rodearon la cara de Susan. Todo su cuerpo tiritaba, no por el frío, sino por la pelea que su interior le estaba dando. Tanto tiempo espero ese momento, pero nunca se imagino cómo podía reaccionar.
“Susan, no tengas miedo… y ven”
La luz era cada vez más fuerte con cada paso que Susan daba hacia ella. La forma del León se iba haciendo más clara, su color dorado, su melena radiante, su sonrisa misericordiosa y feliz. Al rostro de la chica llego el aliento de ese ser. Paro de temblar, y sus pasos fueron más decididos, mientras que la luz invadía todo su cuerpo, su mente y corazón.

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Las Cronicas de Narnia en Espanol

Aquamar · Publicado: Vie Sep 18, 2009 7:43 pm **Asunto**:

wow que capitulo, continua pronto

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Que no se apague en mi esa llama que una vez encendiste
Gracias DIOS por todo lo que has echo en mi, y por darme hermosos dones y llenarme de tu espíritu, por que ahora se que jamas dejare de creer en Ti
*Pick the star on the dark orizon and follow the light*

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Santiago_Pevensie · Publicado: Lun Sep 21, 2009 4:03 pm **Asunto**:

Esta muy bueno,continualo pronto.

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**Lady Lyla** · Publicado: Mar Sep 22, 2009 1:30 am **Asunto**:

De vuelta

Primera parte

Un viento particularmente familiar recorrió el rostro de Susan, mientras la luz iba disminuyendo y dejando a la vista el paisaje narniano. Pero apenas la luz se fue por completo, Susan notó que algo no iba bien. Había muchos árboles cortados, pero también muchos árboles que estaban quemados, secos, sin vida. El pasto también estaba seco, y el cielo gris.
Susan empezó a caminar lentamente en ese bosque, preguntándose qué había pasado con Narnia, o incluso preguntándose si ese era en realidad Narnia. En eso escuchó un ruido extraño, parecido a metales chocando contra algo. Susan dudó. No quería encontrarse con una sorpresa desagradable, pero aún así, quería saber que había pasado en ese lugar, siendo o no Narnia… pero tenía miedo.
Dio un paso hacia atrás, pero un susurro la heló hasta lo más profundo de su ser.
-El horror ha arrasado con todo lo que conocemos-
Susan se dio vuelta para ver quién había hablado, y su sorpresa fue grande al ver a un árbol hablar. Este estaba muy seco, y estaba encorvado hacia su izquierda, logrando que algunas ramas tocaran el suelo.
-La esperanza ha abandonado a casi toda Narnia-
-¿Qué…que ha pasado?- susurró Susan
-Ellos han destruido… todo a su…paso-
-¿Ellos?- preguntó la chica con un dejo de desesperación, ya que notó que el árbol estaba muriendo
-Pero aún… queda… una…luz…- dijo cerrando los ojos
-No, espera, aguanta un poco- le suplicó Susan acercándose al árbol
-Al ver… que ha… regresado… puedo morir… tranquila…- susurró con una sonrisa
Susan abrió los ojos sorprendida. Hace mucho tiempo que alguien no le hablaba en un tono como ese, mucho tiempo. De repente, el árbol abrió los ojos y levantó una de sus ramas, sujetando fuertemente el brazo de Susan, haciendo que esta ahogara un grito.
-Busque a Aslan, y… salve…a… Nar…ni…a…-
Poco a poco fue apagando su voz, sus ojos se fueron cerrando y la fuerza de sus ramas fue disminuyendo. El espíritu que habitaba el árbol había muerto, dejando solo la corteza, seca y helada.
Susan, helada y conmovida, quitó lentamente la rama de su brazo. Miró hacia los lados, y deseó estar en su casa en parís, sin que todo eso hubiera pasado. El chocar de metales la sacó de sus pensamientos. Tenía miedo de encontrarse con algo que sabía que no sería bueno, pero las últimas palabras de la náyade todavía resonaban en su cabeza.
Se acercó al lugar de donde provenía el ruido muy cuidadosamente. Entre arbustos y ramas secas se puso, y observó un panorama que la dejó más helada que la conversación con el árbol.
Una fila de faunos encadenados entraba a una cueva, de la cual provenía el sonido. Era a las afueras del bosque, pero aún había árboles cortados y ramas tiradas. Había algunos animales llevando ramas más grandes que ellos al interior de la cueva, de la cual también salía humo y una luz anaranjada. Alrededor de ellos había hombres con capucha, de piel morena y con grandes espadas encorvadas, como la de los árabes. El corazón de Susan latía cada vez más fuerte, y sus manos empezaron a temblar.
“Calormenes” pensó, y también se preguntó cómo podía acordarse de ese nombre. Mientras veía el horrible espectáculo, escuchó unas voces demasiado cerca para su gusto. Miró al lado, y vio a dos calormenes a unos cinco metros de ella, y si no hubiera sido por las ramas, ya la hubieran visto.
Sin ánimo para escuchar su conversación, empezó a retroceder muy lentamente. El corazón le palpitaba a mil, y las manos no le paraban de temblar. Incluso, tenía miedo que chocaran con alguna rama, y así la descubrieran. Pero eso no pasó, y pudo alejarse bastante de ellos. Un poco más tranquila, se dio vuelta, dispuesta a irse de allí, cuando algo de no sabe dónde, calló justo encima de ella, tirándola al suelo.
-¡Estás aquí! ¡Estás aquí! ¡Regresó por fin…!-
Susan trató de sacarse a esa cosa de encima, pero aparte de ser peluda, se movía demasiado rápido, pasando de su cabeza a su espalda, pies y cara. No paró de gritar lo mismo con una rapidez impresionante hasta que al fin, Susan lo agarró.
-¡Eres una ardilla!- exclamó sorprendida viéndola, la cual estaba con una cara de felicidad impresionante.
-Sí… ¡Y regresó! Por fin esta aquí!- le dijo esto aferrándose a su cara
-¡Ah, no, cállate, hay calormenes y nos pueden escuchar…!- gritó tratando de sacarse a la ardilla de encima
-¿Escuchaste eso verdad?-
-Sí, viene de allá-
El alma de Susan se fue a sus pies al escuchar las voces de los calormenes. La ardilla también se había callado, pasando de la felicidad al miedo en un segundo.
-¡Ahí!- dijo un calormen indicando el lugar donde estaba Susan
-¡CORRE, CORRE, CORRE!- le gritó la ardilla
Sin pensarlo ni media vez, Susan se paró y empezó a correr
-¡Llama al capitán, dile que traiga a la tropa!- fue lo último que escuchó de ellos.
Corrió lo más rápido que pudo entre los árboles, y así poder perder al calormen, lo cual, después de unos minutos, ocurrió.
-Guau, si que corre rápido- le dijo la ardilla mirando hacia donde se había perdido el calormen
-Como sea, esto fue gracias a ti- le dijo Susan mientras paraba un poco el paso para descansar
-Perdón, pero no pude contener la emoción- susurró la ardilla arrepentida
-Si me di cuenta- dijo Susan sarcásticamente- Pero para la otra, podría intentar…
-¡Es que es increíble que haya vuelto al fin!- grito nuevamente la ardilla, y nuevamente, se aferró a la cara de Susan
-¡Ah! ¡No es necesario que me ahogues!- gritó esta
De repente, la ardilla se calló, y Susan pudo oír el galopar de unos caballos en la misma dirección en que el calormen se había perdido.
-¡Trajo compañía, corre, CORRE!- le grito la ardilla saltando en su hombro

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Aquamar · Publicado: Mie Sep 23, 2009 9:25 am **Asunto**:

Me ah gustado mucho
la ardilla me mato xD
continua pronto
Bendiciones

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