Tabla de Posiciones:
CC-GNU GPL
El contenido de este sitio web esta bajo una licencia:CC-GNU GPL
Powered by PHP
Powered by MySQL

Narnia > Foros




"EL SILENCIO DE LAS SABANAS CAPITULO 1"



 
Este foro está cerrado y no podés publicar, responder o editar temas   Este tema está cerrado y no podés editar mensajes o responder    

Foros de discusión

->

Narnianos

Ver tema anterior :: Ver tema siguiente  

¿QUE TE PARECE LA HISTORIA?
BUENA
100%
 100%  [ 2 ]
REGULAR
0%
 0%  [ 0 ]
Votos Totales : 2

Autor Mensaje
germanene
Novato


Reputacion: 0    

Edad: 34
Registrado: 07 Sep 2008
Ultima Visita: 19 Dic 2011
Mensajes: 17
Ubicación: Tuxtla Gutierrez Chiapas


MensajePublicado: Dom Sep 07, 2008 1:39 pm    Asunto: "EL SILENCIO DE LAS SABANAS CAPITULO 1" Responder citando

HOLA CHIKOS!! PUES EL DIA DE HOY ACABO DE FIRMAR CONTRATO CON MI EDITORIAL PARA QUE ME PUBLIQUEN OTRO LIBRO! JEJE, LA VERDAD ES QUE ESTOY VERDADERAMENTE EMOCIONADO, TODAVÍA COMENZARE A ESCRIBIRLO, Y PUES SE PERFECTAMENTE QUE AQUI HAY GRANDES FANS DE LA LECTURA, ASI QUE DECIDI QUE PUBLICARE CAPITULO POR CAPITULO DE MI HISTORIA POR ESTE MEDIO PARA QUE USTEDES ME VALLAN DICIENDO QUE LES PARECE, OK?? ES UNA HISTORIA QUE INCLUYE FANTASIA, NARRA LA HISTORIA DE UN PEQUEÑO NIÑO, QUE NACIO EN UNA FAMILIA DISFUNCIONAL, OSEA SEPARADA Y DESTRUIDA, LAMENTABLEMENTE SU MADRE PIERDE LA VIDA CUANDO EL APENAS TENÍA 5 AÑOS DE EDAD, Y SE QUEDA A CARGO DE SU PADRASTRO, EL CUÁL, LE HACE PASAR UNA VIDA DE ABUSOS, GOLPES Y MALTRATOS, HASTA QUE UN DÍA ENCUENTRA UN DIARIO VACÍO QUE VA DIRIGIDO HACIA EL, Y CURIOSAMENTE, DESDE QUE EMPIEZA A ESCRIBIR, MUCHAS DE LAS COSAS QUE DECEA, COMIENZAN A SUCEDER, AUNQUE ES IMPORTANTE DECIR, QUE NO TODO LO QUE DECEAMOS ES PRECISAMENTE BUENO, Y ASI SE DESARROLLA ESTA HISTORIA AMBIENTADA EN LA POBREZA, LA PERDIDA DE UN FAMILIAR, EL MALTRATO INFANTIL, LA FANTASIA Y LA MALDAD.

Miércoles, 17 de octubre de 2007.

Querido diario:

Hay momentos en los que creo que no aguantaré mas, le oro a dios por que este martirio termine algún día, no se si eso llegue a pasar, pero…

Era un Martes 16 de octubre de 1990, fecha en la que Lucía daría a luz a su pequeño Cristian, Alejandro Darías, esposo de Lucía y futuro padre, se encontraba en el trabajo cuando su celular comenzó a sonar, -¿bueno?-, dijo él, era su esposa, quien desesperada le llamaba porque las contracciones habían empezado, -¡¿ahorita?!, ¡ahorita no puedo, estoy muy ocupado en una junta de trabajo, pero toma un taxi, te alcanzaré lo antes posible!-, contestó El señor Darías, inmediatamente, le pidió a su amante que se diera prisa en terminar, pues su hijo estaba a punto de nacer.

Una vez en el hospital, La señora Darías empalidecía cada vez más pues los dolores no le dejaban ni respirar, el doctor comenzó con los chequeos de rutina e inmediatamente ordenó que la metieran al quirófano, pues su caso ameritaba una cesárea. Dentro de la sala de operaciones, Lucía sólo rogó a dios dos cosas, que su niño naciera en vida y sano. Aproximadamente dos horas mas tarde, cuando la enfermera entregó al pequeño Cristian en brazos de su madre, agradeció a dios por entregarle a su niño como ella lo había pedido, vivo y sano.

Minutos más tarde Alejandro entró a la sala de maternidad con un enorme arreglo floral y un globo que decía “Bienvenido”, la falta de apoyo de parte de su marido, había molestado mucho a Lucía, pues ella soñaba con un momento más romántico al tener a su primer hijo, pero en ese momento, lo último que ella quería hacer era molestarse, así que decidió ignorar aquel acto de incumplimiento.

Estaban muy felices Los señores Darías abrazados y descansando, cuando el doctor les interrumpió el sueño, -¡muchas felicidades!, ahora son padres de un hermoso niño, tiene los ojos de su padre, pero definitivamente la nariz de su madre-, todos se echaron a reír, -pero me gustaría platicar seriamente con ustedes, he sido su doctor desde que el embarazo empezó, y fui muy sincero al decirles desde el principio que este embarazo era de alto riesgo, ¿no es así?-, advirtió el doctor, -claro, así fue, pero díganos doctor Contreras, ¿qué sucede?, ¿el niño esta bien?-, respondió asustado Alejandro, -efectivamente, el niño se encuentra muy saludable gracias a dios, pero el del problema no es el pequeño, sino su esposa-, aclaró, -¡que sucede!, ¡dígame doctor!, ¡¿me va a pasar algo malo?!, ¡¿me voy a morir?!-, contestó pasmada Lucía, -¡no, no, no, para nada!, a usted no le sucederá absolutamente nada que le pueda costar la vida, miren, mejor me dejo de rodeos y les hablaré claro, con la verdad, durante la cirugía existieron muchas complicaciones para lograr que el pequeño Cristian naciera sano y salvo, y estarán de acuerdo que hay ocasiones en las que es necesario sacrificar ciertas cosas para lograrlo, ¿no es así?, pues señora Lucía, me apena mucho informarle que durante la cirugía, perdió la matriz, y con ello, la oportunidad de tener un nuevo bebé, lo siento mucho-, luego de pronunciado aquello, Lucía tomo con fuerza a su primer y único bebé y echó a llorar, -¡tu planeabas que formáramos una familia normal, tres hijos, tu y yo, ahora no podré darte esos hijos con los que siempre soñamos!-, gritó a Alejandro, -¡tranquila Lucía!, no es el fin del mundo, además no te encuentras en condiciones para alterarte de esta manera, luego lo platicaremos-, respondió, se levantó de su asiento y salió a fumarse unos cigarrillos.

-Amor, temo que debido al nacimiento de tu hijo me dejes de querer-, dijo a Alejandro, -no digas tonterías, tu eres la persona más especial para mi, además, tengo que contarte algo que te alegrará tanto como a mí, acabo de tomar una decisión-, comunicó, -¡pues dime!, ¿Qué esperas?-, contestó, -pues voy a tu casa para dártela en persona, no te la vas a acabar, ¿he?-, luego de eso, Alejandro colgó el teléfono y mientras se dirigía al estacionamiento escuchó que una enfermera lo llamaba desde la puerta del corredor, -¡señor Alejandro!-, repetía vez tras vez, se dio la vuelta y se dirigió a ella, -¿pasa algo señorita?-, -pues si licenciado, es necesario que alguien quede haciéndole guardia a su esposa durante la noche, ¿podrá usted?-, preguntó, -¿no puede mandar a alguna enfermera?, tengo una junta importantísima del trabajo, usted sabe como son los encargados de las editoriales, si no estás ahí en menos de veinte minutos, tiran toda tu obra a la basura, y este hospital es demasiado caro como para pagarse solo, ¿no lo cree?-, informó a la enfermera, -entiendo señor, ya buscaremos alguna enfermera para que esté al tanto de su esposa e hijo, por cierto, ¿ya vio a su niño?, será un moreno muy apuesto-, aseguró, -¿moreno?, no para nada, mi hijo no es moreno, no tenemos familia de color, mi esposa y yo venimos de Polonia, debe estar usted equivocada, pero bueno, debo irme, me están esperando-, concluyó, subió a su auto y se marchó a toda prisa.

La casa de la familia Darías no era precisamente un hogar de ensueño, en realidad era mas que nada una pequeña casa de madera polvorienta, con tres habitaciones, una cocina, una jardinera y un extenso patio que se extendía hacia la nada, ya que los Darías vivían en una parte bastante aislada y desolada del campo, el Señor Alejandro tenía un humilde puesto en el periódico del pueblo, donde ganaba un sueldo promedio, esto les hubiese sido suficiente a la familia Darías para tener una buena vida en aquel barato lugar, claro, eso si el Señor Alejandro no hubiese tenido una amante. La Señora Lucía Darías era una ama de casa que a pesar de que sus padres fueron campesinos, era mucho más inteligente de lo que muchos creían, durante la primavera, se dedicaba a cosechar tomates, cebollas, rábanos, pepinos y chiles, los cuáles vendía durante el verano, y guardaba absolutamente toda la ganancia en un pequeño fondo que había adquirido en el banco del pueblo, ella estaba segura que algún día necesitarían ese dinero, y el pequeño Cristian, que apenas contaba con 37 días de nacido, era un hermoso bebé con la piel color canela, ojos enormes color turquesa, adornados por dos hileras de largas pestañas, sus cejas eran negras y pobladas, “¡que hermoso barón!, ¡sin duda serás un rompecorazones!”, acostumbraba a decir su madre cuando lo amamantaba en su mecedora durante el amanecer.

El tiempo fue transcurriendo y con ello, fue haciendo huella en la familia Darías, la señora Lucía había envejecido mucho tratando de darle la mejor educación a su pequeño en casa, ya que no contaban con el dinero necesario para que el pequeño Cristian entrara al colegio del pueblo. La situación económica también había empeorado, el Señor Darías había decidido abandonar a su esposa y a su pequeño hijo luego de discutir con su esposa el echo de que quería tener mas hijos, los cuales la señora Lucia no podría darles. El señor Alejandro se pavoneaba por las anchas calles del pueblo con su más reciente amante durante los últimos seis años.

Era el día de cumpleaños de Cristian, y sin embargo, la ganancia de las verduras no había alcanzado ni para comer, eran ya las cuatro y treinta de la tarde y el pequeño Cris moría del hambre, -mamita, ¿que tenemos para comer?, por mi no te preocupes, puedo comer frijolitos como lo hemos hecho el último mes-, -hay mi bebé, lo lamento mucho, pero se nos han acabado los frijolitos, tendremos que ir con la señora Justa para que nos regale un poco de pan y una rebanadita de queso-, contestó la señora Lucía, la señora Justa era la más regordeta y chapeada de todas las señoras del pueblo, su esposo era comisario y tenían una gran casa con bellos jardines alrededor, todos los días Sábado, acostumbraba tirar, desde la ventana más alta, bolsas de papel con pan seco y queso rancio en su interior para los vagabundos, y claro, las familias más pobres de todo el pueblo, era la situación más vergonzosa que podía pasar cualquier persona, tenían que pelearse señoras, señores, niños, ancianos y perros para llevarse la mejor tajada, y así fue, el pequeño Cris pasó el día de su cumpleaños entre perros y vagabundos recogiendo la mayor cantidad de comida en la calle, para poder cenar esa noche, sólo que éste día no sería como los otros sábados. Mientras los gritos, las amenazas y los codazos se hacían notar, la madre de Cris divisó una enorme tajada de queso en el piso, justo a un lado de un bolillo, se abalanzó con todas sus fuerzas hacia ello pero un vagabundo se abalanzó sobre ella propinándole una paliza, el pequeño Cris estaba a dos pasos observando la escena pasmado, con tres bolsitas de papel en mano que dejó caer estupefacto.

La señora Lucía se encontraba gravemente herida, pero sin un solo peso en la bolsa, el pequeño Cris comenzó a llorar despavorido pero ninguno de los vagabundos se atrevía a acercarse, todo lo contrario, comenzaron a robarles la comida que había cogido y se marcharon corriendo, llegó la policía y se llevaron a ambos al hospital.

Una vez dentro, Cris se hallaba en la sala de espera, sin nada en la panza y con un profundo dolor en el pecho, de pronto se acerca el médico, -supongo que tu eres el hijo de la señora Lucía, ¿no es así?- argumentó el doctor, -si, ella es mi mami, quiero estar con ella-, respondió entre lloriqueos, -así será, pero sólo por un momento-, contestó éste, así que el pequeño Cris pasó a la habitación donde se encontraba su madre y corrió a abrazarla, pero para su sorpresa, su madre se encontraba demasiado débil para corresponderle, -hijito de mi vida, necesito hablarte, tu sabes muy bien que te amo, ¿no es así?-, pregunto, el pequeño Cris se limitó a asentar con la cabeza, -jamás lo dudes, mi pequeño morenito, te…-, la señora Lucía quiso continuar pero el llanto le impedía continuar, respiró, trago salía y continuó, -chaparro, el doctor dice que tengo que irme con él, que me va a llevar a un lugar donde voy a dormir y ya no voy a sentir dolor-, -¡mamita!, ¡que bueno que te vas a poner bien, pero cuando te vas a despertar, puedo ir yo sólo a la casa de la señora Justa a recoger las migajas de pan para hacer una sopita, mientras tu duermes y te curas!-, contesto el pequeño Cris pegando de brincos, pero notó que su mamita lloraba más y más, -no mi corazoncito, no me entiendes, voy a dormir, pero ya no me voy a despertar…-, de nuevo rompió en llantos sin poder continuar, -pero, ¿mami?-, -hijito, el comisario te va a llevar a una casa donde vas a vivir con otros niños, y vas a poder jugar todo el día con amiguitos, como siempre quisiste, ¡cof, cof, cof, cof!-, -pero mami, yo no quiero jugar, quiero estar contigo-, ¡Cristian Darías!, ¡no se puede!, ¡entiéndelo!, ¡tienes que prometerme que vas a obedecer al comisario como si fuera tu padre!-, -¡yo no tengo padre!-, contestó, la señora Lucía empalidecía cada vez más, -hijito, irás con el comisario a la casa y empacarás todo lo que quieras, en la gaveta de mi buró esta…-, la señora Lucía no pudo continuar, en ese momento comenzó a darle uno de esos ataques que le habían atormentado durante las ultimas 3 horas, el pequeño Cris comenzó a caminar lentamente hacia atrás sin dejar de presenciar la terrible escena, al salir de la habitación, el comisario lo tomo del brazo y se dirigieron a la camioneta.

Durante el camino el pequeño Cris no podía dejar de llorar, una vez que llegaron a su pequeña cabañita, Cris no podía dejar de llorar tan sólo de pensar que abandonaría la cabaña, su cabaña, cogió unos cuantos trapos, que era todo lo que tenía, lo metió en pequeña bolsa de plástico y se dirigió de vuelta a la camioneta, justo cuando se encontraba dentro y el motor estaba encendido, recordó las palabras de su madre, “en la gaveta de mi buró esta…”, ¿Qué significaba aquello?”, señor comisario, permítame un minuto, me hace falta algo, -dijo el pequeño Cris, mientras abría la puerta de la camioneta y corría a toda prisa a la habitación de su mamá-, al llegar al buró, deslizó suavemente la gaveta, el sonido de la madera vieja rechinaba fuertemente, el aspecto en el interior de la gaveta era desastroso, estaba totalmente empolvado y entelarañado, como si llevase mas de cinco años sin abrir aquella gaveta, y al echar un ojo dentro, sólo había un objeto, un pequeño cuadernito color café, lo sacó, lo observó detenidamente, lo sopló, no pudo evitar toser, había algo escrito en la portada que decía, “Diario del pequeño Cris”, Cris aún no entendía bien a que se debía aquello, lo abrió pensando que tal vez estaba lleno de los cuentos que su mami le contaba durante las noches, pero estaba totalmente en blanco, acepto por unas cuantas palabras en la contraportada que decían:

“Aquello que de corazón desees
Con todo gusto lo posees”
Lo guardo en su bolsa y corrió a la camioneta.

_________________
¡POR LA MELENA DEL LEÓN, QUE BELLO ES NARNIA!
Volver arriba
germanene esta desconectado Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado [ Oculto ] MSN Messenger
NATHY
Novato


Reputacion: 0    

Edad: 29
Registrado: 04 Jun 2008
Ultima Visita: 05 Mar 2024
Mensajes: 1778



MensajePublicado: Sab Oct 04, 2008 12:11 am    Asunto: Re: "EL SILENCIO DE LAS SABANAS CAPITULO 1" Responder citando

wow!!!!

tu historia es muy buena!!!!!

_________________
NATHY LA NARNIANA DE CORAZON.
YO VIVO, LUCHO Y MUERO:
POR NARNIA!!!!!!

Las Cronicas de Narnia en EspanolLas Cronicas de Narnia en EspanolLas Cronicas de Narnia en Espanol
Las Cronicas de Narnia en Espanol
Volver arriba
NATHY esta desconectado Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado   Blog MSN Messenger
Mostrar mensajes de anteriores:   
Este foro está cerrado y no podés publicar, responder o editar temas   Este tema está cerrado y no podés editar mensajes o responder       Foros de discusión -> Narnianos Todas las horas son GMT - 3.5 Horas
Página 1 de 1


BBCode Url de este topic:
Cambiar a:  
Podés publicar nuevos temas en este foro
No podés responder a temas en este foro
No podés editar tus mensajes en este foro
No podés borrar tus mensajes en este foro
No podés votar en encuestas en este foro


Powered by phpBB © 2001, 2005 phpBB Group